Una vez, concretamente la semana pasada, os di motivos para no comprar una réflex. Lo hice forzado. Sí. Lo hice un poco motivado por todos aquellos que se compran una cámara réflex sin necesitarla, aquellos que lo hacen por presumir (como decía Verónica en los comentarios), por ignorancia, o simplemente por creer que una cámara réflex es una cámara fenomenal que te hace ella misma fotos increíbles mientras tú la sujetas.
Habiendo aclarado ese aspecto hoy me voy a dar el lujo y el placer de citarte los 10 motivos por los que tu próxima cámara de fotos debería ser una cámara réflex. Hay un sinfín de motivos pero en este post me centraré sólo en 10 razones.
10 motivos por los que DEBERÍAS comprarte una cámara de fotos réflex
- Control creativo: Las cámaras réflex permiten un control total y absoluto sobre la foto: velocidad de disparo, apertura/diafragma, balance de blancos, niveles de exposición, etc. Si te haces con una réflex al principio el modo manual y semimanual te podrán parecer un poco apabullantes, pero con el tiempo y los consejos que vamos compartiendo aquí en el blog te irás convirtiendo en todo un artista creativo.
- Sensor de tamaño y calidad superiores: Si no sabes qué es un sensor en una cámara de fotos no pasa nasa, lo importante es que sepas que es una pieza clave dentro de la cámara y que en función del tamaño físico de este componente la foto tendrá mayor o menor calidad. Las cámaras réflex vienen equipadas con sensores mucho más grandes que las cámaras de fotos compactas. La calidad de las fotos es, por lo tanto, tremendamente superior.
- Menos ruido: Si tomas una foto con tu cámara compacta, por muy buena que ésta sea, en condiciones de poca luz (por ejemplo por la tarde/noche y con el flash apagado) notarás seguramente mucho ruido en las zonas oscuras de la foto. Este problema tiende a desaparecer en las cámaras réflex. Dependiendo de la calidad de la cámara y de sus prestaciones puede que sigamos notando el problema, pero desde luego en niveles infinitamente inferiores a los de una cámara compacta.
- Objetivos intercambiables: La gama de objetivos disponibles en el mercado de las cámaras réflex es inmensa. Hay objetivos para todos los gustos, bolsillos y finalidades. Objetivos de ojo de pez, gran angular, teleobjetivos, macros, de focal fija, de diafragma grande, etc. Cada objetivo ofrecerá una visión distinta de la misma escena que estamos fotografiando, multiplicando así nuestras posibilidades creativas.
- Multitud de accesorios: Las prestaciones de una réflex no terminan en ella misma. Una vez te hayas cansado de tu réflex y hayas llegado a la conclusión de que ya no puedes sacar más de ella, una sensación falsa por supuesto, dirígete a cualquier tienda de fotografía o métete en la Web de la Fnac y busca en la sección de accesorios, encontrarás multitud de aparatejos que te abrirán nuevos horizontes: trípodes, filtros, disparadores remotos, flashes extrenos, teleconverters, adaptadores, accesorios de GPS, etc.
- Velocidad de disparo: La mayoría de las cámaras compactas digitales tienen un pequeño retraso entre el momento en que pulsamos el disparador y el momento en que la foto es capturada. En cambio, las réflex destacan por su inmediatez. Prácticamente en el mismo momento en que nuestro dedo pulsa el disparador la foto es tomada, con diferencia de pequeñísimos milisegundos. Por otro lado el modo «disparo en ráfaga» de las rélex es una delicia, pues la mayoría de las cámaras réflex toman 3 fotos por segundo como mínimo, llegando algunas a 10 fotos por segundo o más (os hablo sólo de las asequibles económicamente).
- Arranque inmediato: Las cámaras réflex compiten entre sí a ver cuál arranca más rápido. La mayoría tardan menos de un segundo en encenderse, permitiéndonos actuar rápido y capturar esa fotografía que queremos tomar. Esto difícilmente lo tendríamos con una compacta, que normalmente tardará 2 ó más segundos en encenderse, mostrándonos un bonito logotipo de la marca, luego tardará en enfocar, y ya para cuando hayamos pulsado el disparador la foto ya se nos habrá esfumado.
- Resistentes: Una cámara réflex es normalmente sinónimo de resitencia y materiales de calidad. Las grandes marcas de las réflex se rigen por estrictos estándares de fabricación que aunque conllevan un precio más elevado nos garantizan por otro lado un aparato resistente a prueba de las más severas condiciones (calor, frío extremo, lluvia, etc.). Algunas réflex están hechas a propósito para resistir condiciones climatológicas severas como la lluvia.
Nota: Si bien es cierto que existen todavía cámaras réflex de gama baja, tiradas de precio y en las que los materiales empleados no son de primerísima gama, pero ése es un mal necesario si queremos una cámara réflex económica. - Ergonómicas: Las cámaras réflex están fabricadas pensando en la mano que las va a sujetar. Son muy ergonómicas y se acoplan pefectamente a nuestra mano y dedos, permitiendo no sólo un control absoluto, sino que también un confort que convierte las largas sesiones fotográficas en algo muy agradable.
- Precio: Antiguamente sólo unos pocos podían permitirse el lujo de tener una réflex, debido a sus elevadísimos precios. Hoy en día eso es historia. Existen cámaras réflex de todas las gamas y para todos los bolsillos (hay un artículo en este respecto por cierto: cámaras réflex buenas y económicas). Así que el precio ya no es una excusa.
Bonus track: Y a modo de postre, el motivo 11: ¿para qué quieres una cámara de fotos compacta si tu móvil lleva una incorporada? Es cierto que una cámara réflex abulta mucho y no es muy práctico andar con ella a todas partes, pero para eso tienes el móvil siempre encima, con él no se te escapará ninguna ocasión única. Pero para cuando pienses hacer fotografía buena y seria déjate de cámaras compactas y abraza el sensual cuerpo de una cámara réflex. Disfrutarás, te lo garantizo.
¿Te he convencido? Si es así, aquí tienes mi listado con mis mejores cámaras réflex recomendadas.
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