Formas de Arruinar una Foto
Fotografías cortesía de r.nial bradshaw, bark, Patrick Emerson, julianrod , Luis Hernandez Barabeke, Jerry Pos y MOiSTER  bajo licencia Creative Commons

20 Formas de Arruinar Una Foto

Vamos a hablar de errores. De esos errores fatídicos que te dan ganas de gritar cuando los ves, de esos errores irremediables, de esos errores que ni San Photoshop ni San Lightroom ni San o Santa nada va a poder solucionar. Errores típicos que nos han sucedido mil veces por despistados/as, por precipitarnos, por no pensar, por dejar que la cámara decida por nosotros y nosotras, por mil y un motivos. De los errores se aprende, pero si podemos ayudarte a salvar alguna que otra fotografía gracias a conocerlos previamente… ¿Por qué no intentarlo? 😉

8424115876_fc5935e9be_c
20 formas de asesinar una foto

Antes de empezar:

1. Lanzarte a disparar con los ajustes del día anterior:

Ayer estuviste haciendo fotografías, era tarde, por lo que no había mucha luz, así que subiste la ISO de tu cámara. Pensaste: más vale algo menos de definición que quedarte sin esas imágenes. Del flash no quisiste saber nada. Hoy es hoy. Hace un sol radiante, más imágenes fascinantes, primeros planos magníficos, a velocidades altísimas. Te apetece abrir el diafragma porque quieres menos profundidad de campo pero ves que la velocidad de tu cámara ha alcanzado el máximo posible. ¿Cómo es posible?, te preguntas… Paras, piensas, miras…¡ Y estabas disparando a 1.600 ISO! Adiós definición, adiós a esos retratos en condiciones de luz perfecta…

Moraleja: Antes de empezar, revisa los ajustes y reacondiciónalos para el momento.

2. Disparar a baja resolución para obtener capacidad:

Puede ser que pienses, ‘bueno total voy a hacer unas fotografías sin importancia de mis amigotes en la playa’, o ‘sólo voy a fotografiar una comida familiar’… o miles de otras situaciones a las que quizá no le des importancia. Pero cualquier evento, cualquier oportunidad es candidata a ser una gran imagen, así que nunca bajes la resolución de tus imágenes. Al contrario, si puedes, dispara en RAW, ocuparán 10 veces más, pero siempre partirás de la mejor imagen posible. Si no te convencen, siempre puedes bajarles la resolución para almacenarlas, pero nunca podrás subirla después si partes de una baja resolución.

3. Salir de casa sin las baterías cargadas:

Y no me refiero sólo a las tuyas propias, 😉 también a las de tu cámara… La fotografía exige ser bastante metódico, por lo menos en lo que al equipo se refiere. Salir sin haber cargado las baterías (hablo en plural porque tener más de una es una gran inversión) puede dejarte ‘tirado/a’ en medio de cualquier lugar sin posibilidad de hacer nada más que lamentarte. En este caso ni siquiera tendrás la oportunidad de asesinar alguna que otra foto, porque no podrás ni hacerlas.

4. Salir de casa sin haber vaciado la tarjeta de memoria:

Misma idea que olvidarte las baterías descargadas en casa pero con una terrible disyuntiva: ¿Borrar las fotos de la tarjeta de memoria sin haberlas ni mirado en el ordenador, o quedarte sin las del momento que pretendías fotografiar? Ambas son terribles opciones, así que una buena forma de que eso no pase es:

  • Cada vez que llegues a casa, descárgalas como parte de tu rutina.
  • Más de una tarjeta de memoria es una gran inversión.

5. Óptica (o filtro) sucia o rallada:

Unas pequeñas gotas, un pequeño arañazo, unas motas de polvo… Todo influye en el resultado final de una fotografía. Es importante que antes de empezar a tomarlas, revises el estado de tu óptica/filtro, porque a través del visor es muy difícil darte cuenta de estos pequeños defectos de suciedad, pero la calidad de tu fotografía sí puede verse afectada.

Durante la sesión:

6. No sujetar correctamente la cámara:

Dicen con bastante acierto que por aquí se empieza. Aprender a sujetar correctamente la cámara, te ayudará a ganar estabilidad a la hora de disparar fotografías, y consecuentemente, a conseguir imágenes nítidas y sin movimientos no deseados (producidos desde tu cámara y no desde lo que pretendes retratar).

7. No controlar el fondo:

A veces es difícil controlar todo lo que ocurre cuando estás haciendo fotos, la luz, el encuadre, la velocidad, el diafragma, la ISO… Como para encima prever todo lo que puede ocurrir ante ti en el momento en que vas a apretar el obturador. Pero la verdad es que es necesario controlar absolutamente todo el encuadre. Cuántas veces has estado concentrado/a en tu protagonista y no te has fijado en que se acercaba alguien por la derecha por la izquierda, o por detrás del protagonista, y justo en el momento que has tomado la fotografía ha aparecido media cara, un brazo, un pie… Y muchas veces ni siquiera te das cuenta antes de verlas en el ordenador. Puedes re-encuadrar pero ya no será el encuadre que habías pensado, puedes eliminar al ‘intruso’ en el post-procesado, pero dependerá de la complejidad del fondo. Así que antes de apretar el obturador, estate atento/a a posibles intrusiones en tu encuadre 😉

  • Intenta no incluir elementos que no aporten nada a la imagen
  • Que nada reste protagonismo al sujeto principal
3279259994_f89665c52a_o
Es muy importante controlar los elementos del fondo

8. Usar el zoom óptico de la cámara: 

Lo siento, prohibido, sería genial cuando vas sin tu réflex o no tienes una, pero los resultados a día de hoy son bastante horribles, así que si quieres esa imagen más de cerca, actúa como lo harías con una focal fija: Muévete tú, porque de lo contrario, la calidad de la imagen se verá notablemente afectada.

9. Pensar ‘ya lo arreglaré con mi editor’:

Muchas veces, gracias a la inestimable ayuda de los editores fotográficos, caemos en la tentación de pensar… Luego la re-encuadro, ya le daré más contraste, ya oscureceré el cielo, ya… Lo ideal si quieres aprender fotografía de verdad, sería que te preocuparas desde mucho antes de apretar el obturador y dejar al editor para detalles o ajustes menores. Si una fotografía es ‘correcta’ conforme lo que te habías planteado, los ajustes que realices serán para mejorarla, si es que consideras que los necesita. Si los ajustes que haces a posteriori son para ‘salvar’ la imagen, la calidad se verá profundamente afectada. ¿Has intentado ‘salvar’ alguna imagen demasiado subexpuesta? ¿Has visto cómo aumenta el ruido, cómo refleja los colores? Entonces sabes de lo que hablo 😉 Más vale partir de una buena base.

10. Ojos rojos:

Los ojos rojos se dan en situaciones en las que no hay demasiada luz, puesto que la pupila de la persona que quieres fotografiar se dilata y es más propensa a los temidos ojos rojos. Hay formas de intentar solucionarlo antes de que ocurra, para no tener que depender de los editores a todas horas:

  • Usar el modo de reducción de ojos rojos incorporado en tu cámara. Puede que no sea infalible pero algo ayuda, ya que así la persona a retratar contrae las pupilas.
  • Si puedes evitar que la persona a la que quieres fotografiar mire directamente a cámara, mejor.
  • Si tienes un flash portátil, intenta no enfocarle a la cara. Prueba desviarlo al techo o en algún otro ángulo que te convenga.
2300448017_d7419cc6da_z
Ojos rojos

11. Errores de Medición de la luz:

A menudo si nos dejamos llevar por las mediciones del fotómetro de la cámara, nos llevamos desilusiones, sobretodo en escenas de alto contraste o luces duras, ya que es en estas situaciones cuando al fotómetro ‘le cuesta’ encontrar la exposición correcta, puesto que es fácilmente engañado por la luz o la ausencia de luz. Para ello, es importante ayudar al fotómetro a encontrar la medición correcta, bien dándole un gris neutro para que parta de esa situación, bien diciéndole exactamente dónde tiene que medir. Así podrás evitar los siguientes y muy comunes errores en fotografía:

  • Contraluces indeseados: Muchas veces te será imposible exponer correctamente para todos los planos de la imagen, porque la diferencia lumínica entre ellos será demasiado amplia. En este caso, tendrás que ‘sacrificar’ alguna de las luces y ‘salvar’ la que te interese.
  • Cielos o superficies quemadas o sobreexpuestas
  • Superficies o sujetos subexpuestos. Es casi peor que sobreexponer, porque es más difícil recuperar las sombras que las luces, así que presta mucha atención y corrige el error ‘in situ’.
170847622_ec59d9682f_z
Imagen subexpuesta

12. Errores de enfoque:

No todas las situaciones requieren del mismo tipo de enfoque. No es lo mismo fotografiar una flor en un estudio que fotografiar un partido de voleibol en la playa, o el ajetreo de un mercado al atardecer, muchas veces lo escogemos en función del movimiento de lo que estamos fotografiando. Tenemos dos tipos de enfoque: Manual y automático, para situaciones muy diferentes, por lo que es importante tener claro qué situación tenemos delante para escoger entre ambas posibilidades:

Enfoque automático: Para escenas en movimiento o cuando no estás mirando por el visor o la pantalla lo que fotografías (autorretratos, ángulos por encima de tu cabeza, etc). En general, las cámara réflex disponen de las siguientes opciones de enfoque en automático, cada una con diferentes fines:

  • AF Único o AF-S: Para sujetos sin movimiento
  • AF Continuo o AF-C: Para sujetos en movimiento; (la cámara mantiene el enfoque una vez le hemos dicho dónde enfocar; ‘persigue’ al sujeto)
  • AF Automático o AF-A: La cámara cambia de Único a Continuo si el sujeto que hemos decidido fotografiar empieza a moverse.

Todos los tipos de enfoque tienen sus ventajas, pero pueden convertirse en desventajas si no eliges el que conviene a cada situación.

Enfoque manual: Situaciones que no requieran de rapidez, porque lo que quieres fotografiar, básicamente no se mueve o es controlable (retratos, poca luz, macros…)

Los errores de enfoque más típicos son:

  • No enfocar a los ojos en retrato: A veces la diferencia entre un retrato maravilloso y otro sin gracia es simplemente dónde colocaste el enfoque. Por supuesto, probar alternativas más artísticas es lícito, pero que no sea por error que dejaste de enfocar al ‘espejo del alma’.
  • Enfocar a la persona equivocada. Si estás trabajando en enfoque automático y hay varias personas en un mismo plano o muy juntas, la cámara no sabrá dónde enfocar.
  • Enfocar al fondo y dejar a nuestro protagonismo sin foco.
  • No conocer la distancia mínima de enfoque de nuestro objetivo: A veces nos ‘empeñamos’ en enfocar, maldecimos la cámara, la óptica y el más allá. Pero ni nuestra pobre cámara ni nuestra óptica tienen la culpa, a veces se nos olvida que hay distancias a las que simplemente no llega ;-).
4724113593_4d27487397_z
Es importante controlar el enfoque y la profundidad de campo

13. El flash incorporado:

Para utilizarlo correctamente, deberás tener en cuenta algunos factores, como la distancia que alcanza su halo de luz o la dureza de la misma. Tiene tantas ventajas como desventajas, aunque hay que aprender a conocerlo a fondo. Estas son algunas de las desventajas y de los errores que van asociados a ellas:

  • La luz siempre es frontal, lo que muchas veces ‘aplana’ la imagen
  • En algunas cámaras no puedes controlar la intensidad.
  • El radio de luz de un flash incorporado es limitado, debes aprender a calcular la distancia de luz que te proporciona.
  • La luz es dura
  • Dependiendo de la distancia focal que utilices (zoom) puede crear sombras indeseadas

Si has llegado a la conclusión de que necesitas uno externo, te recomiendo que le eches un vistazo a este artículo.

4867632664_03b9121cc9_b
Flash incorporado 🙂

14. Imágenes aburridas:

Todas las imágenes deben contener por lo menos un centro de interés que debe ser resaltado con ayuda de la composición, la luz, las líneas, o la  perspectiva. Evita las imágenes que no expliquen nada, planas y sin puntos de interés. Casi cualquier imagen puede ser interesante, muévete, prueba varios ángulos, planos, y busca la originalidad. No te limites a centrar al sujeto en tu encuadre, busca algo diferente y sorprendente.

15. Imágenes movidas:

Hay pocas cosas peores que visualizar una imagen que ‘casi llegó a ser fantástica’ pero que no lo es por un pequeño grandísimo error como puede ser la falta de definición por movimiento. Es peor que cuando ves una de tus fotografías irremediablemente malas, esas que tiras a la basura sin dudar. Cuando casi es perfecta, pero no vale nada, por tan poco… Pero no vale nada 🙁 ¡Eso sí que da rabia! Por ello es importante que conozcas bien las situaciones de luz y los ajustes de apertura y velocidad de tu cámara, así como la ISO. Si no buscas movimiento de forma consciente, no arriesgues y asegúrate de que disparas a bastante velocidad como para congelar esa imagen que te ha cautivado, de forma nítida.

16. Borrar la imagen antes de verla en el ordenador:

Nunca, si no está enteramente justificado como que se te disparó la fotografía y te fotografiaste un pie y un trozo de asfalto, nunca borres las imágenes antes de verlas en casa con tranquilidad. Es difícil en la pequeña pantalla averiguar su nitidez, su foco, su color, etc. A veces la que te parece digna candidata a irse a la papelera es la mejor que tienes. Y pero aún, ¿Te imaginas que andas despistado/a, pones el piloto automático y vas dándole ‘aceptar’, vale, sí, borrar… y te das cuenta que las has borrado todas?… Yo no me arriesgaría, que a veces la suma dedo+mente juega muy malas pasadas.

Después de la sesión:

17. Retocar en exceso las imágenes: 

Creo que es una fase por la que todos/as hemos pasado. Nos gusta probar cosas nuevas, filtros, degradados, ruido, contraste, saturación, suavizar… y nos gusta ver esos cambios de forma exagerada. En realidad nadie dice que no puedas hacerlo, pero si quieres fotografías que reflejen la realidad como un fin en sí mismo, irás viendo como muchos de esos efectos sobran, las hacen artificiales e irreales. Por supuesto, va a gustos, a fases y a modas 😉

2453801161_bbe7bd5d5b_z
Ojo con retocar en exceso

18. No guardar el original de la fotografía:

Si te has decidido a retocar una imagen, recuerda siempre guardar el original. Los retoques que hoy te parecen maravillosos, quizá mañana te parezcan horribles, o quizá querrías recuperar aquella imagen en color que decidiste cambiar a blanco y negro.

19. No hacer copia de seguridad de las fotos:

Aquí ya hablamos de asesinatos en proporciones bíblicas. Y además seguramente de imágenes que habían conseguido salir indemnes a los miles de errores posibles que las acechaban 😉

Haz copias regularmente, nunca te confíes porque tu ordenador es nuevo, o porque tienes la mejor versión del mercado. Siempre, siempre haz copias de tus fotos, perderlas es dramático y recuperarlas (si es posible) un gasto del que puedes perfectamente prescindir con algo de metodología. No cuesta nada hacerlo, pero no hacerlo será desastroso.

20. Borrar las fotografías directamente desde el ordenador

La mejor forma de asegurarte de que la importación de las fotografías se ha realizado correctamente, es cerciorarte tú mismo/a. Si las borras desde el ordenador y por lo que sea no se han guardado correctamente, no podrás recuperarlas fácilmente (o nunca). Así que dile a tu ordenador, que no, que ya las borrarás tú mismo/a de la cámara una vez hayas comprobado que todas y cada una de las imágenes están donde deberían estar. Son 30 segundos más de trabajo, y te asegurarás de no perderlas por el camino.

De los errores se aprende (si yo te contara…), pero hay errores y errores, ¿Verdad? Algunos son considerados errores porque son contrarios a lo conocido como ‘válido’ o establecido. En este caso pondría el término ‘error’ así, entre comillas, porque en la fotografía y en el arte en general, hay muchas interpretaciones. Muchas veces salir de lo establecido y jugar con los ‘errores’ de forma creativa, puede darte grandes resultados. Pero hay una diferencia crucial con el tipo de errores anteriores: Las 20 situaciones anteriores, son situaciones que no deseas, no has usado tú al error para un fin creativo; más bien el error te ha usado a ti sin ningún fin más que hacer insalvable tu imagen. Así que procura tenerlos en cuenta antes, durante y después de cualquier sesión, seguro que alguno se escapa de vez en cuando, pero bueno, poco a poco… O mejor veámoslo desde otra perspectiva. Cuantos más errores de los anteriores hayas realizado más orgulloso/a puedes estar de ti, porque quiere decir que has perseverado, has ganado experiencia y aprendizaje, quizá has quedado algo traumatizado /a con alguno, pero has conseguido salir adelante 😉 , así que sigue así, cada vez quedarán menos en tu ‘lista de errores por cometer’.

Y si te ha sido útil, si te has sentido identificado/a con alguno, si crees que puede ayudar a salvar fotografías, o salvarte a ti de cometer algún nuevo ‘asesinato’, o quizá a  a alguien querido… ¡Compártelo!, ¡Muchas gracias!