Fotografías cortesía de: By Yerocus, Gianluca Zuccarelli,Andrew Haimerl,Patrick Fore y Josh Rose bajo Licencia de Creative Commons.

Balance de Blancos en Fotografía: Qué es, Para Qué Sirve y Cómo Usarlo

Puede que cada vez que hayas visto el concepto “balance de blancos” hayas saltado con cara de susto directamente al siguiente ajuste, al siguiente artículo, al siguiente capítulo del libro.

Te entiendo perfectamente 😉 . Es un concepto que crea sopor incluso antes de haber llegado a la «s» de blancos. Permíteme, antes de seguir y si quieres profundizar en el tema de iluminación en fotografía, que te recomiende la lectura de esta mega guía que hemos preparado para ti, para que no se te escape ningún concepto importante. 

Volviendo a nuestro tema, si buscas en Google sobre la definición del Balance de Blancos puedes encontrarte términos como:

  • Distribución espectral de la energía
  • Energía lumínica
  • Escalado de niveles de RGB
  • Gamma compensada

Mario diría «¿Soy yo o me da la sensación de que hay que estudiar una Ingeniería Semántico-fotónico-gráfica para entender estos conceptos?» Lo peor es que explicar las cosas de esta manera tan compleja y hermética lo único que consigue es ahuyentar al fotógrafo aficionado dándole la falsa sensación de que la fotografía es algo muy complejo. Nada más lejos de la realidad, por suerte 🙂 .

La verdad es que es tan fácil usarlo, tan fácil comprenderlo y utilizarlo en tu favor a la hora de hacer fotografías, que pasar de largo es casi un sacrilegio, porque el balance de blancos no es más que la dominante de color de una imagen. Seguro que alguna vez has mirado con sorpresa una foto que te ha quedado azul o naranja. Qué extraño, ¿verdad? si cuando miraste a través del visor veías una luz perfectamente b lanca (o normal, vamos…).

Eso se debe a que nuestro ojo es capaz de procesar a la perfección diferentes temperaturas de color (o dominantes) sin inmutarse, pero lo cierto es que los sensores por el momento no están a la altura, vamos lo de siempre, el ser humano, por el momento, gana a la máquina 😉 .

Dicho esto, veamos con profundidad y de forma sencilla, qué es el balance de blancos, para qué se utiliza y, sobre todo, cómo puede ayudarte a mejorar tus fotografías.

¿Qué es el balance de blancos?

El balance de blancos (White balance o WB) es la forma que tenemos de equilibrar una imagen en cuanto a la dominante de color de la escena para que los colores se vean naturales. Lo ideal es que esta dominante sea neutra, es decir, blanca, lo que en la vida real equivale aproximadamente a la luz de las horas centrales del día o a la luz del flash, que también se considera neutra.

Cada tipo de luz y cada momento del día, aunque no siempre sea evidente a primera vista, tiene una dominante de color, lo que también conocemos como temperatura de color.

La temperatura de color se mide en Kelvin, y se clasifican en temperaturas más cálidas (atardeceres, por ejemplo, con valores Kelvin más bajos), temperaturas más frías (como a la sombra, valores K más altos) o neutras (ya hemos comentado que son las horas intermedias del día, la luz más neutra sería entre 5.500 – 6.000 K).

fotografía fría de un hombre mirando las olas
Temperatura de color fría o azulada.

A efectos prácticos, de lo que se trata es de que todos esos tonos que no son neutros, acaben siéndolo 😉 .

¿Cómo hacer balance de blancos?

Como apunta el nombre, ajustar el balance de blancos consiste en balancear la luz o compensar la temperatura de color. Es decir, si tienes una escena demasiado cálida, habrá que añadirle un poco de frío y, si en cambio, tienes una imagen demasiado fría, deberás añadirle algo de calor. Así de fácil.

¿Y cómo lo hacemos? Tienes distintas posibilidades. Vamos a verlas.

1. Balance de blancos automático

Si quieres que sea la propia cámara la que se encargue de detectar que un cierto color está dominando la foto excesivamente y que ella misma lo gestione por ti, entra en el ajuste de Balance de Blancos y elige la opción de «Balance de Blancos Automático» (también conocido como «AWB»).

Ya estaría. Solo falta comprobar si te funciona. Suele funcionar en la mayoría de ocasiones, salvo cuando la temperatura de la luz es muy extrema, o muy cálida o muy fría.

Así que este modo es el ideal cuando funciona 😂, es decir, en la mayoría de ocasiones, y cuando fotografías en RAW (abajo te cuento más sobre esto).

2. Balance de blancos semi automático

Cuando el modo automático no funciona o piensas fotografiar en JPG (por las razones que sean y quieres ir rápido), lo mejor es usar las opciones que nos ofrecen las cámaras para ajustar el balance de blancos de forma semiautomática (también llamados presets) y que facilitan bastante la tarea.

El pequeño gráfico que te muestro a continuación es una chuleta que te chiva qué Balance de Blancos escoger en función del tono excesivo que quieras remediar:

opciones ajuste del balance de blancos

De izquierda a derecha tendríamos las luces de tungsteno (las de interior), el siguiente símbolo corresponde a la luz fluorescente, el siguiente al flash, el sol a la luz de mediodía, la nube a un día nublado y, por último, el emoticono de sombra. Estos son ideales para escenas en las que un tipo de luz domina claramente.

Como ves no tiene mayor complejidad. Si percibes que la foto sale demasiado «fría» utiliza un ajuste de blancos de los que ves a la derecha del gráfico, si en cambio la foto sale más «cálida» y anaranjada, utiliza un ajuste de Blancos de los que aparecen a la izquierda del gráfico.

También puedes elegir el preset o ajuste semiautomático del balance de blancos adecuado en función de la situación en la que te encuentres:

  • Luz de día / sol: En exteriores con el sol brillando.
  • Sombra / casa con sombra: Es algo más cálido que el nublado, agregando colores naranjas a la fotografía. Adecuado para atardeceres y amaneceres y zonas en sombra.
  • Nublado / nube: En días nublados o en sombras. Produce imágenes algo más cálidas que la luz del sol.
  • Incandescente o tungsteno / bombilla: Úsala únicamente con luz de bombillas de tungsteno o la imagen se verá muy azul.
  • Fluorescente / tubo incandescente: Cuando estés bajo luces fluorescentes (las típicas de oficinas) o la luz tienda a verde.
  • Flash / rayo: Al usar el flash de la cámara.

Vamos con un ejemplo, que siempre se ve mejor. En las siguientes fotos, las flores están iluminadas con un flexo con la típica bombilla que ofrece una luz cálida.

El resultado, evidentemente, es una imagen con una clara dominante naranja (imagen izquierda). En la foto de la derecha se ha ajustado el balance de blancos con el modo Tungsteno, que ha conseguido neutralizar el tono.

3. Balance de blancos personalizado

La tercera opción es hacerlo de forma manual. Este paso es un pelín más avanzado pero una vez que conoces cómo se hace no es nada complejo.

Para personalizar el balance de blancos se suele usar una tarjeta o carta de grises. Para ajustar el balance de blancos con una tarjeta de grises:

  1. Haz una foto con la tarjeta cubriendo todo el encuadre.
  2. Ve al menú de la cámara y selecciona la opción para ajustar un balance de blancos personalizado.
  3. Establécelo eligiendo tu foto de la tarjeta de grises. 

Algunas cámaras cuentan también con la opción Elegir temperatura de color (K), que permite cambiar manualmente el valor Kelvin (normalmente de 2500 a 10000). Según esta escala, el color más neutro (el blanco más puro estaría entre los 5.500-6.000K).

¿Cuándo se recomienda utilizar el balance de blancos personalizado? Aquí tienes algunos ejemplos:

  • En fotografías panorámicas de varias tomas para que todas queden con la misma iluminación.
  • A la hora de hacer bracketing (por el mismo motivo).
  • En fotografía de producto o moda en la que necesitas una reproducción más exacta del color.
  • En retratos de estudio.
  • En fotografía de interiores en las que hay distintos tipos de iluminaciones.

Te dejo este gráfico resumen de los ajustes del balance de blancos para que lo tengas a mano:

ajustes balance de blancos

¿Qué balance de blancos usar en cada momento?

Ahora es posible que te estés preguntando: «¿Y cómo sé qué luz es fría o cálida si yo las veo todas igual?»«¿Y cómo sé qué tono va a ser predominante para poderlo corregir?»

Con que te aprendas que las luces de interior son cálidas (en general), que flash y luces de mediodía son neutras, y que las sombras o los días nublados son frías, tienes más que suficiente.

También verás que, una vez que sabes todo esto, te fijarás más y acabarás entrenando el ojo. El saber es poder 😉

Gráfico balance de blancos y Kelvin
Modo Automático, Semiautomáticos y Personalizado del Balance de Blancos

Aunque si quieres profundizar un poco y que te presente al amigo Kelvin que aparece en la tabla de arriba, aquí tienes el listado de las luces más habituales con sus respectivas temperaturas de color. Los valores más bajos (por ejemplo, 1700) se corresponden a las luces más cálidas, y los valores más altos a las más frías. La K es de Kelvin, sí 😉

  • 1700 K: Luz de una cerilla
  • 1850 K: Luz de vela
  • 2700–3300 K: Luz incandescente o de tungsteno (iluminación doméstica convencional)
  • 3000 K: tungsteno (con lámpara halógena)
  • 4000–4500 K: Lámpara de vapor de mercurio
  • 5000 K: Luz Fluorescente (aproximado)
  • 5500–6000 K: Luz de día, flash electrónico (aproximado). Sería la luz blanca más pura
  • 5780 K: Temperatura de color de la luz del sol pura
  • 6200 K: Lámpara de xenón
  • 6500 K: Luz de día, nublado
  • 6500–10500 K: Pantalla de televisión (LCD o CRT)*

*Fuente: Wikipedia.

Otra forma de verlo es en función de la hora del día. Al amanecer y atardecer, la temperatura de color es más cálida (2000K), a mediodía es más neutra (5500K), a media mañana o media tarde de unos 3500K, los cielos nublados o en sombra son más fríos (6000-7500K).

¿Modo manual o automático?

El modo automático normalmente funciona bastante bien en la mayoría de ocasiones, por ejemplo con luces neutras y homogéneas. Sin embargo, cuando se mezclan luces distintas con diferente temperatura de color, o la temperatura de color está en los extremos más bajos o más altos, no suele ser el más adecuado.

También puedes usar el modo automático cuando fotografíes en modo RAW, luego veremos por qué. Ahora bien, si vas a fotografiar en formato JPG sí que te recomiendo encarecidamente que vigiles el balance de blancos. En este caso, te será muy difícil corregirlo.

Ten en cuenta que las cámaras procesan de forma distinta el balance de blancos. Algunos modelos de cámaras más modernas o más avanzadas afinan más que otras más antiguas o modelos más básicos. Es importante conocer cómo funciona tu cámara. Eso no quiere decir que la tuya, si es de aficionado, no vaya a hacerlo bien, probablemente la diferencia no sea evidente salvo que sea un ojo muy entrenado o profesional. Solo tenlo en cuenta si cambias a menudo de cámara, para que no te ralles si notas diferencias.

Cuando haya luces variadas o veas que el automático no te funciona como debería, puedes utilizar los modos semiautomáticos o presets de los que te hablado antes.

También tienes la opción que te he contado de utilizar el modo personalizado de algunas cámaras. Es una forma de decirle a la cámara qué es blanco bajo una luz determinada.

fotografía Temperatura de color cálida
Temperatura de color cálida

La magia del RAW

Si eres amante del formato RAW te encantará saber que no sólo es el formato en el que consigues una mayor información para el procesado (y, por lo tanto, mayor calidad), sino que también es el formato que te permite corregir el balance de blancos de la imagen en el procesado sin pérdida de calidad con un solo clic.

Es decir, si estás fotografiando en RAW, ni te preocupes del balance de blancos hasta que llegues al procesado, salvo que estemos hablando de fotos muy concretas en las que lo tengas que hacer de forma manual o personalizada.

Para el resto de ocasiones, en la edición podrás ajustarlo de forma sencilla como tú consideres y con sólo un clic o mover un cursor.

Insisto, siempre y cuando fotografiemos en RAW. En JPG también lo puedes hacer pero tienes muchísimo menos margen, solo te servirá si la imagen tiene de por sí una temperatura casi correcta.

A continuación, vamos a ver cómo corregir el balance de blancos en Photoshop y luego Lightroom, aunque en otros programas de edición es muy parecido a Lightroom.

Cómo corregir el balance de blancos en Photoshop

Existen varias formas de corregir el balance de blancos en Photoshop, pero te voy a dejar la más rápida y sencilla.

Solo tienes que seguir estos pasos para corregir el balance de blancos en Photoshop:

  1. Crea una capa de Curvas.
  2. Clica en Automático a la vez que tienes la tecla Alt/Option pulsada.
  3. En la ventana que se te abre, selecciona «Buscar colores oscuros y claros» y, a continuación, te aparece una que pone «Ajustar medios tonos neutros». Selecciónala, pulsa OK y listo.

Haz clic en las imágenes para ver el paso a paso:

Aquí puede ver el antes y el después de aplicar esta acción:

Cómo corregir el balance de blancos en Lightroom

Veamos tres formas (muy sencillas), habiendo disparado en RAW, de corregir el balance de blancos desde el panel Básicos de Ligthroom.

Partimos de este ejemplo con una dominante naranja por las luces cálidas.

Imagen con temperatura de color cálida para ejemplo del balance de blancos
Imagen con dominante de color anaranjada en origen
  1. La primera forma es seleccionando el balance de blancos del desplegable (ver imagen derecha) que se acciona pinchando donde indica la flecha morada (imagen izquierda).

En este caso la mejor opción para enfriar las luces cálidas es el Tungsteno, puedes ver a continuación el antes y el después. Se ve claro, ¿verdad?

Cursor Temperatura
  1. Otra opción más personalizada es con el cursor de Temperatura (ver imagen derecha). Hacia la izquierda enfrías la imagen, si desplazas a la derecha, le aportas calidez. También puedes pulsar sobre el número de la derecha e introducir la cifra que consideres, es decir, la temperatura exacta que desees que tenga.

Como dato curioso, puedes observar cómo el cursor se desplaza cuando modificas el balance de blancos con la primera opción del desplegable.

Selector de equilibrio de blancos
  1. Por último, tenemos el Selector de equilibrio de blancos. Si seleccionas el cuenta gotas que te rodeo en la imagen derecha y lo desplazas con el ratón a una zona de la imagen que sea (o deba ser) de color blanco, al hacer clic se ajusta de forma automática. Si no te gusta el resultado siempre puedes precisar más con el cursor Temperatura hasta dar con el resultado que más te convenza porque…

…¿Debe una imagen debe ser siempre neutra?

Si bien solo hay un balance de blancos estrictamente correcto, lo cierto es que la fotografía es algo mucho más subjetivo y el fotógrafo puede tener la última palabra de cómo quiere que sea su imagen 🙂 .

El objetivo de una fotografía suele ser que los colores sean lo más fieles posible a la realidad que pretendes capturar, por tanto, ¿tiene sentido eliminar la calidez de un atardecer? Si precisamente el atractivo está en la calidez de su luz, ¿verdad?

El balance de blancos es, también, un terreno de experimentación personal que puede ayudarte a elaborar tu propio camino expresivo y creativo para con la imagen. Añadir calidez o frialdad a tus imágenes es una forma como otra cualquiera de dar rienda suelta a tu creatividad, de potenciar tu mensaje, en definitiva, de buscar tu discurso fotográfico.

Atardecer con tonos anaranjados
La temperatura de color no siempre es un error, a veces es la clave de una imagen

Para terminar te dejo con un vídeo resumen de cómo usar el balance de blancos y su relación con la temperatura de color:

¿Qué te ha parecido? ¿Conocías ya este concepto? ¿Te ha sido fácil comprender todo esto del balance de blancos? Espero que haberte acercado a él de la forma más amena posible 🙂 .

Y recuerda, si te ha gustado el artículo, compártelo para que otras personas puedan beneficiarse de él. Muchísimas gracias y hasta la próxima.