Fotografías cortesía de Agustín Rafael Reyes, Alexa De BloisEduardo Martínez bajo licencia Creative Commons

Cómo Conseguir Espléndidas Composiciones Gracias al Espacio Negativo

Nota de Mario: Hoy me hace especialmente feliz darle la bienvenida a Alexa, mi nueva colaboradora en el blog, que a partir de hoy tendrá una contribución semanal llena de consejos y trucos fotográficos en la linea de lo que hemos venido publicando en el Blog del Fotógrafo hasta ahora, pero con una voz y una mirada muy singulares. (Si te gusta la fotografía infantil no dejes de seguir su blog https://snapanappy.com/). – ¡Bienvenida Alexa!

El concepto de espacio negativo lleva utilizándose cientos de años en el mundo de la composición en arte (pintura, arquitectura, diseño y escultura) y cómo no, en el de la fotografía.

Si quieres profundizar en la composición fotográfica y conocer todos los trucos y consejos para unas fotografías de lo más impactantes, echa un vistazo a esta mega guía que te hemos preparado.

Ahora, vamos con el espacio negativo.

¿Qué es exactamente el espacio negativo?

El espacio negativo es todo aquello que rodea a nuestro sujeto principal sin aportar información ‘relevante’, es decir, es la zona que acompaña, abraza a tu imagen, pero que no es protagonista en sí misma porque carece de peso, es plana, o contiene muy poca información (texturas suaves, colores planos, fondo blanco o negro…)

¿Qué consigues con el espacio negativo?

Dar protagonismo a aquello que realmente quieras destacar, al elemento principal de tu imagen, porque la falta de información del espacio negativo, hace que tu ojo se dirija instintivamente a aquello que contiene la información de peso (lo que también llamamos espacio positivo). Para nuestro sistema visual es muy natural, ya que éste necesita algo en lo que fijarse; en un campo de visión totalmente homogéneo, se desorienta.

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Ejemplo de composición basada en el espacio negativo

En la fotografía anterior puedes observar este efecto claramente. La flor es el sujeto principal; lo que antes hemos llamado también ‘Espacio positivo’, mientras que el espacio negativo sería el azul del cielo que la rodea. Como puedes ver, el azul acompaña a la flor, la abraza, la realza, pero no le quita protagonismo.

Una vez presentado el espacio negativo, vamos a ver cómo podemos utilizarlo para conseguir fantásticas e inspiradoras composiciones con él.

Espacio negativo y composición:

Espacio negativo para composiciones ‘minimalistas’

Cuando colocas tu elemento principal rodeado de un vasto espacio negativo, consigues imágenes algo abstractas, que suelen inspirar calma, paz o soledad, dependiendo siempre del motivo y del tono del espacio negativo. Bien utilizado, el dotar de mucho espacio negativo alrededor del sujeto, puede transmitirnos infinidad de sentimientos, hace que miremos una imagen y nos paremos ante ella, y dejemos de ver para sentirla.

¿Verdad que la siguiente imagen te produce algo así? El pescador en medio del agua y la niebla, sin horizonte, sin ningún elemento que desvíe nuestra atención de él. ¿No te produce ganas de saber qué siente, qué sucede? (Por cierto, seguro que también ha llamado tu atención la niebla que rodea al pescador, ¿Verdad que es inspiradora? Pues si te interesa, Iaio escribió un magnífico artículo sobre niebla que no te puedes perder…Lo puedes leer aquí.)

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Mucho espacio negativo alrededor nos proporciona imágenes más minimalistas

Espacio negativo delante del sujeto principal (o espacio positivo)

Colocar el espacio negativo delante del sujeto principal, normalmente provoca la sensación de que la acción sucede en progresión a él, de que la fotografía respira y proyecta su mensaje hacia delante. Es quizá la forma más natural para el ojo de encuadrar el espacio negativo, porque es la que mejor se adapta a la sucesión de mirada-pensamiento que ejercemos al mirar una imagen.

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Espacio negativo delante del centro de interés

Espacio negativo detrás del sujeto principal.

Esta forma de ubicar el espacio negativo es más chocante para nuestra percepción de lo que sucede en la imagen, porque la imagen respira, tiene aire (por detrás), pero nuestro protagonista parece chocar contra el marco de la fotografía, lo que puede transmitirnos cierto agobio o la sensación de una imagen algo dramática, puesto que solemos proyectar la mirada en progresión al centro de interés y esperamos ver espacio allá donde se dirige la acción.

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El espacio negativo se encuentra detrás de los protagonistas

Espacio negativo por encima del centro de interés.

Si sitúas el espacio negativo por encima del protagonista de tu fotografía, la sensación que consigues es de que la acción sucede hacia arriba, lo que normalmente asociamos al cielo, a volar, o a la libertad.

Espacio negativo debajo del centro de interés

Si por el contrario, el espacio negativo se sitúa por debajo de la imagen, puede parecer que éste flota, puesto que por debajo de él no parece tener nada que lo sostenga. Mira qué efecto tan interesante consiguió Eduardo Martínez, un participante en el reto sobre este tema aplicando esta técnica de espacio negativo debajo de la barca. (Si quieres ver más imágenes sobre este reto, puedes verlas aquí.)

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Eduardo Martínez (sin título)

Una vez hayas decidido cómo quieres o qué quieres inspirar con tu fotografía, no debes olvidar combinarlo con las normas de composición básicas, como bien explica Iaio en este magnífico artículo sobre encuadres y composición. Si la imagen está bien compuesta, y el fondo negativo la complementa, seguro que obtendrás imágenes espectaculares.

¿Cómo conseguir el espacio negativo a nivel técnico?

Ahora que ya tienes claro qué es el especio negativo y cómo puedes ubicarlo dentro del marco de tu fotografía, quizá te preguntes cómo puedes ‘rellenar’ ese espacio y si lo estás haciendo correctamente.

Para ello hay algunos aspectos más a tener en cuenta, porque dice tanto el ‘¿Cómo lo coloco?’ Como el ‘¿Con qué relleno ese espacio?’

Los colores en el espacio negativo:

Si estás fotografiando en color, es muy importante pensar qué color vas a hacer que complemente al protagonista de tu imagen. Por ejemplo, si estás fotografiando una flor de un determinado tono de amarillo y rellenas el espacio negativo con el mismo tipo de amarillo, la flor en este caso (espacio positivo) no resaltará por encima del resto de la imagen, por lo que perderá el efecto buscado con esta técnica.

Así que antes de disparar, piensa cómo vas a conseguir que resalte tu protagonista. Puedes hacerlo a través de colores complementarios, o con otras técnicas muy interesantes como las fotografías en clave alta y baja, que van muy asociadas a esta técnica del espacio negativo. Puedes leer sobre las fotografías en clave alta y baja en este fantástico artículo de Mario aquí.

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Colores complementarios

Juega con la profundidad de campo:

Si no cuentas en ese momento con un fondo para rellenar tu espacio negativo que te satisfaga, puedes hacer algo tan simple y efectivo como jugar con la profundidad de campo. Como seguro que ya sabes, a mayor abertura del diafragma menos profundidad de campo (más zona desenfocada en la imagen). Así obtendrás a tu sujeto enfocado, y el resto de la imagen desenfocada. Si ésta es mínimamente homogénea y no hay elementos que destaquen demasiado, podrás conseguir un efecto negativo muy interesante también.

¿Qué te ha parecido esta técnica? Es muy fácil y efectiva, así que no dejes de practicarla, porque cuando menos te des cuenta la tendrás tan integrada que ya no hará falta ni que pienses en ella, las fotografías saldrán solas y seguro que saldrán magníficas. Esa es la clave de la fotografía, no es estudiar grandes monográficos ni asistir a cursos caros, ni tener la mejor cámara del mercado. Es probar y probar y volver a probar, es aprender a mirar y a pensar antes de disparar, es aprender a visualizar la foto que queremos antes de apretar el botón, y a base de hacerlo cientos de veces, te olvidarás completamente de las reglas de composición y de todas esas cosas que a priori parecen tan complicadas. Te olvidarás de todo porque ya será parte de ti. Y ¿Sabes qué? ese momento es magnífico pero sólo se consigue practicando. Así que… ¿A qué esperas? ¡A practicar! 😉 Y si te ha gustado el artículo… ¡Compártelo con tus amigos! ¡Gracias!