Cómo Fotografiar Tartas, Muffins y Bollos

Tengo que decir que escribir esta entrada para fotografiar tartas va a suponer una deliciosa tortura, y para ti leerla también 😉 Sobre todo si estás a dieta… Las fotos de ejemplo te harán correr a la despensa o a la pastelería más cernana, eso si no te da directamente por lanzarte a hornear, para después fotografiar ¡e inmediatamente degustar! El que avisa no es traidor 😉

Y dicho esto, te adelanto que en el artículo de hoy te contaré cómo fotografiar estos deliciosos productos de repostería como son las tartas, muffins, bollos, etcétera. Pues estos consejos igual te valen para un muffin que para un cupcake. Lo importante es que sepas cómo lograr que parezcan aún más apetitosos en lugar de restarles sabor o interés visual, ya sabes que se come por la vista y estos postres suelen estar elaborados con mucho cariño y cuidando cada detalle de la presentación, por eso no puedes estropear el proceso y meter la pata con la foto.

Así que abre los ojos y presta atención a estos sencillos (pero eficaces) consejos para hacerle justicia al delicioso dulce que acabas de preparar o que alquien ha tenido la gentileza de hornear para ti 😉

1. Prepara el escenario

Sí, sí, has leido bien. Y no es que vayas a hacer una obra de teatro ni un musical, pero esta tarea requiere de un decorado tan cuidado como lo ha sido la elaboración del dulce. El entorno debe ser bonito y agradable, en consonancia con lo que estás fotografiando. De esta forma el resultado será aún más apetecible.

Si dispones de un lugar cerca de una ventana por la que entre luz, perfecto. Si no, más adelante veremos el tema de la iluminación.

Acércate a la ventana
Acércate a la ventana
  • Orden. Y para ello lo primero que debes hacer antes de fotografiar tartas o cualquier otro dulce es despejar la zona de trabajo. Nada de cachivaches ni de cocina ni de otra cosa. Todo lo que salga en la foto que no esté puesto de forma intencionada (y cuidadosamente colocado) va a estropear el resultado pues le restará protagonismo al producto al desviar la atención del espectador. Así que ya sabes, despejando 😉
¡Todo despejado!
¡Todo despejado!
  • Fondo. Te puede servir una pared lisa, de un color suave o que contraste con el color del producto. Si no es posible, hazte con una o varias cartulinas que serán un fondo perfecto (blanca imprescindible, colores suaves son los más acertados o cualquier color que te combine con tu postre). También puedes utilizar alguna tela o papel de regalo. Pero claro, algo bonito, no vayas a tirar de ese papel arrugado que te sobró las Navidades pasadas, ¿eh? ¡Cúrratelo un poco! 😉 Aquí puedes ver cómo construirte un «fondo infinito». Otro truco que también funciona es utilizar una madera de fondo porque aporta mucha calidez.
Fondos que no resten protagonismo

Trucos:

  • Para fotos personales e informales, puedes recurrir a adornos festivos en segundo plano. Algo discreto y con estilo para que aporte frescura a la imagen.
  • ¿Tienes un bonito jardín? ¡Aprovéchalo!
¡Al jardín!
¡Al jardín!
  • Lo vintage está de moda, pero es que a esto de la repostería, además, le va la mar de bien. Si tienes una vajilla y/o una cubertería bonita de estilo vintage, no dudes en sacarla para ambientar las fotos. Pero… cuidado, que sea un acompañamiento de fondo, sutil, no un roba-protagonismo-del-pastel 😉
Decorado vintage
Decorado vintage

2. Añade el ingrediente estrella: la composición

Al igual que tu postre tiene uno o dos ingredientes estrella sin los cuales no funcionaría o tendría un sabor completamente distinto, en la fotografía ocurre igual. Uno es la iluminación y el otro la composición. No olvides cuidar estos aspectos a la hora de componer tu imagen:

  • Desenfoca. Utiliza una apertura amplia para desenfocar el fondo. Así centrarás la atención del espectador justo donde tú quieres. Además, el bokeh puede quedar muy bonito cuando hay mucho colorido en el pastel. Un enfoque en un segundo plano también puede dar buenos resultados. Haz varias pruebas y quédate con la que más te guste.
Juega con la profundidad de campo
Juega con la profundidad de campo
  • Menos es más. Si vas a fotografiar varias tartas, bollos o muffins a la vez, procura que sólo haya uno enfocado (como la imagen de arriba), o aislado del resto. De esta forma estarás creando un centro de interés donde posarse la mirada y, además, la imagen quedará más equilibrada.
  • Perspectiva. No te limites a disparar desde tu posición normal, de hecho, mejor evítalo. Agáchate, súbete a una silla, muévete alrededor del producto, pero no te quedes siempre en la misma posición. Cuanto más acerques el producto al ojo del espectador más apetitoso será, sobre todo si lo ve a la misma altura de los ojos o desde una perspectiva atractiva, por ejemplo un picado extremo (ángulo cenital).
Dispara desde distintos ángulos
Dispara desde distintos ángulos
  • Aplica la regla de los tercios, del horizonte, recurre al espacio negativo… pero evita a toda costa poner el producto en el centro de la imagen a no ser que sea con una intencionalidad y de forma muy cuidada. Tan tentador como el propio dulce es centrarlo para darle protagonismo, sin embargo, conseguirás el efecto contrario.

3. Transmitir sensaciones

La repostería está principalmente relacionada con dos sentidos, el gusto y el olfato. Las fotos en principio sólo se pueden ver, pero puedes conseguir que casi se huelan. Con algunos trucos lograrás que el espectador perciba el olor al bizcocho o la canela, o el aroma a recién salido del horno y salive sin darse cuenta. Para ello puedes:

  • Fotografiar el producto en el mismo horno o en la bandeja, así te aseguras que le llegue el aroma de recién horneado.
En el horno
En el horno
  • Destacar la textura con un primerísimo plano para que sienta cómo se deshace en su boca.
  • Rellenar el encuadre. Si no hay nada más a la vista, le parecerá tener el dulce tan cerca que las ganas de pegarle un mordisco serán inevitables.
Rellena el encuadre (no sólo el bizcocho)
Rellena el encuadre (no sólo el bizcocho)
  • Mostrar el interior. El pastel no es sólo lo que se ve por fuera, mostrar un trozo o fotografiar la tarta cortada de forma que se vea el relleno, logrará que parezca mucho más apetecible.
Rico por fuera... ¡y por dentro!
Rico por fuera… ¡y por dentro!
  • Acompañar el producto de una planta aromática y/o de uno de los ingredientes. No sólo servirá de decorado, también estimulará el olfato y/o el gusto.
Despertar el olfato
Despertar el olfato
Y evocar el sabor
Y evocar el sabor

Observa este ejemplo en el que se aplican varios de estos trucos: un fondo de madera, plantas aromáticas, el trozo de tarta servido en el plato… ¿no te dan unas terribles ganas de coger ese trozo de tarta o sólo me pasa a mí?

Combinar consejos
Combinar consejos

4. Iluminación

Como te he comentaba antes, la composición y la iluminación son los dos factores más importantes. El primero ya lo hemos tratado, ahora vamos a ver cómo puedes iluminar tu delicioso postre para que la falta de luz no enturbie su esplendor 😉

  • Luz natural. Me repito de nuevo, pero es importante… Siempre que puedas cólocate cerca de una ventana. O incluso en el jardín. Ahora bien, si la luz es muy dura (horas centrales del día y el sol da directamente sobre la ventana) tienes que tener cuidado porque este tipo de luz provoca sombras muy acusadas y no quedan nada bien, tu postre ha de lucir suave y dulce ;). Para ello, si estás en el jardín ponte en la sombra, debajo de un gran árbol, bajo un techado… o aprovecha las primeras y últimas horas del día en las que la luz es más suave o difusa. Y si es por la ventana por donde entra directamente la luz del sol, un truco muy efectivo es tapar con una cortina blanca o colocar un papel de seda en el cristal. Infalible. Lograrás una luz perfecta porque el papel funcionará de difusor.
  • Caja de luz. Si no puedes optar por la primera opción y tienes una caja de luz, úsala. ¿No tienes? ¿Y aún no has pensado hacerte con una? También puedes construirla tú, ¡es muy fácil! Y los resultados te sorprenderán.
  • Flash. Como última alternativa utiliza el flash de mano (nunca el que viene en la cámara si quieres lograr un resultado decente). Rebota el flash o utiliza un ventana de luz o un difusor. Se trata de iluminar uniformemente y de forma agradable a la vista, un «flashazo» crearía sombras muy molestas.
  • Reflector. Si tienes uno genial, si no, no te preocupes porque una cartulina blanca te servirá para reflejar la luz de la que dispones e iluminar la otra parte del postre. En esta foto puedes ver cómo su autor ilumina un coche en miniatura con una ventana de luz casera y dos reflectores también caseros (una tabla de cortar y la base de una caja). Te lo explica todo y además incluye un enlace al resultado. El reflector lo puedes usar tanto con luz natural como con luz artificial.
  • Balance de blancos. Si no sabes lo que es, léete este artículo. Para saber por qué es importante tener este aspecto en cuenta, observa las siguientes fotografías. ¿Te parecen las dos correctas o crees que hay una que tiene «mejor color»?
No te olvides de ajustar el balance de blancos
No te olvides de ajustar el balance de blancos

5. Inspiración

La creatividad se aprende. Y se encuentra buscándola. No siempre llegan las musas a visitarnos cuando nos hacen falta, así porque sí. Navega por la red en busca de fotografías inspiradoras, hojea libros de repostería, visita blogs de cocina… en fin, date un dulce paseo por cualquier lugar en el que puedas encontrar fotografías de tartas o similares. Un consejo… no lo hagas con hambre 😉

Mira estas de IKEA qué originales.

Si supieras el dulce sacrificio y la tortura que ha supuesto para mí buscar imágenes para ilustrar este artículo con los mejores ejemplos (con-lo-golosa-que-soy-yo), no dudarías, además de ponerlo en práctica, en darle un «Me gusta» y compartirlo en Facebook, Twitter o Google + para compensar el kilo (o dos) que he cogido escribiéndolo 😉 ¡Gracias y hasta la próxima!