Yo también tuve una época en la que me encantaba plantarme en alguna de las calles más concurridas de Madrid, en Preciados o en la Gran vía, y con mi cámara réflex me tiraba horas intentando sacar un buen retrato espontáneo de algún viandante. Los resultados eran horrorosos. En parte porque por aquel entonces no sabía utilizar bien el modo manual, y en parte porque lo hacía de manera tan a la vista que los retratos que conseguía eran de caras movidas escapando de la foto, caras tapadas o giradas al otro lado, ceños fruncidos, manotazos que a veces alcanzaban el objetivo y otras casi.
El tiempo y los numerosos viajes que tuve la suerte de hacer me permitieron mejorar mi técnica y aprender algún que otro truco que me gustaría compartir hoy en este artículo. Si te gusta fotografiar a extraños en la calle, el artículo de hoy es para imprimir y guardar 😉
Lo más importante
Fotografiar a extraños en la calle es un tema peliagudo. Siempre que escribo sobre este tema le doy un par de vueltas porque nunca sé si hago bien. Lo digo porque fotografiar a extraños en la calle es un tema que requiere algo de responsabilidad. Reconozco que disfruto un montón fotografiando a extraños en la calle, y confieso que al principio a mí personalmente me importaba mucho que gente desconocida me tomara fotos a mí, pero con el tiempo me ha ido importando menos.
Si vas a hacer esto, no te olvides de lo siguiente:
- Respeta la ley de la jurisdicción en la que estés. Si vives o viajas a un país en el que está claramente prohibido fotografiar a gente en la calle, mejor evítalo.
- Respeta la ética. Este punto lo tendré que dejar abierto porque cada uno definiremos nuestra ética y nuestros valores de un modo diferente, pero si disparar una determinada fotografía te parece poco ético, o no lo ves claro, no tomes esa foto.
- Respeta a las personas. Si alguien te pide explícitamente que no le fotografíes, no lo hagas ni publiques la foto. Puedes crearle problemas.
Y ahora sí, a por los consejos 😉
1) Deja que se familiaricen con la cámara
Una cámara, sobre todo réflex, es un elemento llamativo y poco natural. Su forma y color «agresivos» llaman inevitablemente la atención. Dependiendo del lugar en que te encuentres, procura sacar la cámara un buen rato antes de empezar la operación. Si estás en un café déjala encima de la mesa, que las personas de tu entorno la vean y se acostumbren con ella. Unos pocos minutos son suficientes para que el personal baje la guardia y empiece a normalizar la existencia de la cámara.
Oye, no viene a cuento pero una cosa, cuando sigas este consejo y dejes la cámara encima de la mesa, procura que no te la roben los amigos de lo ajeno. Digo yo, vamos.
2) Haz largos encuadres
Si estás en la calle viendo pasar a gente, no fotografíes a la primera persona que entre dentro del encuadre. Puedes parecer un «paparazzi» o detective que iba por la persona en particular y crear sospechas innecesarias. Lo mejor es que realices un encuadre con el que estés satisfecho y permanezcas así unos segundos dejando que la gente pase delante del objetivo de tu cámara. Con el tiempo parecerá que no estás fotografiando a nadie en particular, podría hasta parecer que estás fotografiando algo más allá, en planos posteriores. Esto te ayudará a que la gente de nuevo «normalice» tu existencia junto con tu cámara y le quite importancia a lo que estás haciendo.
3) Utiliza sujetos falsos
Si encuentras un sujeto fotográficamente atractivo y lo quieres fotografiar a él en particular y no a otro, necesitarás un compañero. Pídele que se coloque entre el sujeto y tú, y que pose como si en realidad le fueras a fotografiar a él. Encuadra a tu amigo y procura desviar el encuadre ligera y lentamente, lo suficiente como para tener al sujeto que te interesa dentro del encuadre bien enfocado. Así lo podrás fotografiar sin problema.
No hace falta decir que nos da lo mismo que tu amigo salga desenfocado o cortado. En realidad, él jamás iba a ser el sujeto 😉
4) No mires a los ojos
El consejo número 1 en fotografía de retrato es indudablemente enfocar a los ojos. De eso no hay duda. Pero hazlo a través de la cámara, mira los ojos del sujeto que estés fotografiando y enfócalos como es debido. Lo que no hagas es mirar a los ojos de la persona en directo, porque así sólo la vas a alarmar. Evita el contacto visual directo a toda costa. No mires a la persona directamente, se supone que no existe para ti, se supone que tú estás fotografiando otra cosa. Si la miras directamente y la persona se percata de ello, no tendrá duda alguna de que está siendo retratada, y ahí pierdes la ventaja de la espontaneidad.
5) Olvídate del visor óptico
Soy de los que prefieren fotografiar con la cámara pegada al ojo, mirando a través del visor óptico, a la antigua usanza. Pero también reconozco que esa forma de usar la cámara puede resultar un poco «llamativa». Encuadrar a través de la pantalla con el modo Live View de la cámara es mucho más práctico en este tipo de situaciones. Además de permitirte ver mejor y más grande, no parece tan obvio que estés tomando una foto. Alguien con una cámara en la mano mirando la pantalla podría estar simplemente configurándola, mirando los ajustes, o incluso repasando fotos tomadas en otro momento. En cambio, una persona con el ojo pegado al visor no puede estar haciendo otra cosa: ¡está tomando una foto!
6) Utiliza una cámara de pantalla abatible
Oh, esta es mi preferida. Una pantalla abatible es tu aliado perfecto a la hora de tomar fotos a extraños. Contar con una pantalla de este tipo te permite bajar la cámara y todavía poder encuadrar perfectamente. Si volvemos a la escena del café en el que estás sentado, con la cámara sobre la mesa, no te haría falta levantarla para ver la pantalla ni tampoco hundirte tú en la silla sólo parta poder ver bien la pantalla 😉 Con reclinarla hacia arriba ya tienes la mejor visión posible. (¿Buscas una buena réflex con cámara abatible? La Nikon D5600 es una gran candidata).
7) Utiliza una cámara con Wi-Fi + Teléfono móvil
Similar al punto anterior, si no tienes una cámara con pantalla abatible pero sí con Wi-Fi, puedes conectarla con tu smartphone (generalmente iPhones o teléfonos Android) y recibir la señal de la cámara en la pantalla del propio móvil. Esto te permite ver en el móvil, en directo y en tiempo real, el encuadre de la cámara, levantarte, darte la vuelta, mirar hacia otro lado, irte a la barra a pedir un vaso de agua (si estás en un café), e incluso disparar desde el propio móvil, todo sin tener que depender de tener la cámara en la mano.
Insisto, procura no alejarte demasiado si no quieres quedarte sin cámara 😉
8) Utiliza el disparador retardado (o remoto)
Cuanto menos toques la cámara, menos «fotógrafo» vas a parecer, que es lo que te interesa en este tipo de situaciones. Aprovecha tu disparador remoto, si tienes uno, y si no utiliza la función de disparo retardado que tienen la mayoría de las cámaras réflex actuales.
9) Hazte el turista
Siempre es más «normal» ver una cámara en manos de un turista, con su camisa, su sombrero de paja y su calzado de sandalias con calcetines que en manos de un urbanita del barrio de al lado. Incluso si creemos que salimos en una foto tomada por un extraño, parece que nos alivia que se la lleve un turista, vete a saber a dónde, que no que nos la tome un vecino del pueblo sin nosotros haberle dado el permiso 😉
Un turista parece que estorba menos, parece que se le perdona más. No es de aquí, ¿qué se le va a hacer?. En fin 😉
Hasta aquí con esta ronda de trucos para fotografiar a extraños en la calle. ¿Se te ocurre algún truco que puedas compartir con todos? Hazlo en los comentarios, y por favor no dejes de difundir este artículo si lo encuentras útil, en tu red social favorita: Facebook, Google+ o Twitter.
Gracias.