En fotografía hay muchas formas de explicar historias, tantas como fotógrafos y fotógrafas empuñando sus cámaras, pero de todas ellas, los retratos robados son los que mejor permiten captar la esencia del instante que sucede ante nuestra mirada. Cuando aprietas el obturador, detienes el tiempo y a esa persona desconocida en un instante que no volverá a ser; en una mirada, un gesto, en un ir y venir de gente que desaparece entre las calles. Quizá no les robes el alma, pero está claro que algo “robas”, con algo te quedas, ¿no te parece?
Antes de seguir hablando de robados, si te interesa el tema del retrato, no puedes perderte esta mega guía que hemos preparado sobre fotografía de retrato donde te contamos todos los trucos, consejos, inspiración y muchísimo más de lo que puedas imaginar.
Siguiendo con el tema que nos ocupa, veamos los trucos y consejos que te van a ayudar a lograr increíbles retratos robados.
- Valor
- Discreción
- Motivo principal
- Objetivos ideales
- Velocidad de obturación
- Movimiento
- Enfocar a los ojos
- Encuadre
- Lugares y situaciones
- Rapidez y anticipación
- Muchas fotos
- En los viajes siempre, pero no solo en ellos
- Composición
- Si te pillan
- Cuenta una historia
Retratos robados a desconocidos
Empecemos con los retratos robados a los desconocidos, pues es lo que más nos suele costar y muchos de estos consejos puedes también aplicarlos a conocidos.
1. Ármate de valor
Aunque puede parecer sencillo salir a la calle a fotografiar rostros desconocidos, la verdad es que una vez te encuentras enfrente de la situación, no siempre lo es; no sabes por dónde empezar, “te sabe mal”, o tienes miedo a que alguien se encare contigo.
- Precalentamiento: Si estás en la situación anterior, la mejor forma de empezar es: Empezar. Si estás cohibido, prueba a fotografiar edificios, farolas, pasos de cebra, palomas o tus pies. Poco a poco irás cogiendo confianza en el terreno y te sentirás más cómodo/a.
- Planifica salidas largas: No es cuestión de que una vez hayas empezado a ganar confianza tengas que irte, así que, si puedes, plantéate salidas de unas horas, sobretodo cuando estés empezando a coger confianza en estas situaciones.
- Lugares turísticos: Otra forma sencilla de vencer el reparo de tomar fotografías a desconocidos, es empezar moviéndote por lugares en los que a nadie sorprenda ver una cámara. Te será fácil camuflarte entre los turistas y moverte a tu aire, así no destacarás y podrás, poco a poco, familiarizarte con este tipo de fotografía.
Otros lugares por los que puedes empezar son cruces de calles con gran afluencia de gente, salidas de transportes públicos (metro, autobuses…), mercados, zonas comerciales, parques, eventos deportivos, etc.
2. Sé discreto
Nada de chaleco fotográfico como si fueras de safari 😉 . Si quieres obtener buenos retratos robados, la regla número uno es que intentes pasar desapercibido.
- Deja el trípode en casa.
- Nada de flash: Es como poner una señal luminosa encima de tu cabeza, ¡Eh, mira, te estoy haciendo fotos! Y además es invasor y molesto para los demás.
- Disimula: Cuanto más desapercibido pases, mejores oportunidades de obtener imágenes tendrás. Puedes simular que ajustas algo de tu cámara, que haces pruebas, o poner cara de póker como si no estuvieses haciendo nada.
- Desactiva el sonido de la cámara.
3. Identifica a un motivo principal (o a varios)
En la calle hay gente, hay líneas, hay luces y sombras y miles de elementos que pueden distraer la atención de la persona a la cual habías decidido fotografiar. Si no quieres una imagen en la que la vista se pierda entre los elementos, es muy importante que tengas claro quién es el real protagonista de esa imagen. Puedes hacerlo jugando con la profundidad de campo para aislarlo de los demás elementos, puedes jugar con la luz para resaltarlo sólo a él, puedes llevar la mirada de tu espectador hasta tu motivo principal a través de líneas, de la composición, etcétera.
4. Objetivos recomendados para los retratos robados
Los objetivos más recomendados para conseguir retratos robados son teleobjetivos y objetivos de focal media. Cada uno de ellos tiene distintas funcionalidades, así que en base a lo que quieras hacer (y si dispones de los dos, claro) puedes escoger entre uno y otro.
- Teleobjetivos: Te permitirán tomar fotografías sin tener que acercarte demasiado a la persona que quieres fotografiar. Además te serán útiles para resaltar a tu protagonista aislándolo del fondo y otorgándole protagonismo. Como desventaja, son objetivos que necesitan mucha luz y mucho menos discretos que las focales medias.
- Focal media (50mm): Son mucho más luminosos, por lo que te permitirán moverte en casi cualquier situación lumínica que se te presente consiguiendo imágenes nítidas. Además pesan poco y son más discretos que los anteriores. La principal desventaja es que deberás acercarte bastante más para conseguir tus robados.
5. Controla la velocidad
Es importante que siempre tomes las imágenes con la velocidad más alta que te sea posible. Robado o no, estás haciendo un retrato, así que a menos que quieras utilizar el movimiento como un fin de expresión en sí mismo, no olvides ajustar la velocidad lo suficientemente elevada como para que tu sujeto no salga movido.
- Se dice que para que una fotografía salga nítida (libre de movimiento), debes disparar como mínimo a 1/Distancia focal que estés utilizando. Por ejemplo, si estoy tomando fotografías con un objetivo de distancia focal de 100mm, la velocidad mínima será de 1/100.
- Estabilizadores: Si tu objetivo dispone de estabilizador de imagen, siempre es buena opción activarlo para este tipo de imágenes si vas justo de luz.
Por si tienes dudas con la velocidad de obturación, te dejo con un vídeo en el que Mario te lo explica de forma muy gráfica.:
6. Juega con el movimiento
Que tu sujeto quede nítido en la imagen, no quiere decir que tu imagen no pueda tener movimiento. Jugar con el movimiento es una forma más de aportar interés a tus imágenes.
- Barridos: Utilízalos para imprimir movimiento a tu imagen sin perder el enfoque de tu protagonista.
- Zooming: Otra forma original de centrar el interés en tu personaje a través del movimiento de tu objetivo.
7. Enfoca a los ojos
Sí, la regla número uno del retrato, también la aplicamos en este tipo de imágenes. No siempre es sencillo enfocar unos ojos en la lejanía, pero por lo menos tenlo en cuenta a la hora de escoger tu punto de enfoque; intenta que éste sea lo más cercano a ellos. Puedes tener una imagen asombrosa que acabe siendo mediocre sólo por un error de enfoque.
- Si fotografías perfiles, recuerda enfocar al ojo que más cerca se encuentre del objetivo.
8. Varía el encuadre
No te limites a hacer siempre lo mismo. Una vez hayas conseguido algo de soltura, intenta variar los encuadres, los ángulos, los planos, el punto de vista o la perspectiva.
- Dispara desde la cintura: Además de cumplir con la regla de la discreción, te permitirá tomar imágenes desde un punto de vista diferente y muy interesante.
- Busca elementos originales: Puedes encuadrar a través del marco de una ventana, a través del reflejo en un charco de agua, a través de la lluvia, o de un árbol. Prueba cosas diferentes y originales.
9. Personas, lugares y situaciones fotogénicas
No todo se limita a aislados rostros fotogénicos, puedes enamorarte de un muro lleno de grafitis y esperar a que pase por ejemplo un anciano que contraste con tu muro (lugar fotogénico) o puedes encontrarte con una acción que despierte tu interés en plena calle protagonizada por un sujeto no demasiado fotogénico (acción fotogénica), o un rostro que por sí solo y debido a su interés, sostenga solo a tu imagen (persona fotogénica).
Si consigues combinar lugar, persona y acción fotogénica, seguro que conseguirás una imagen muy, muy interesante.
10. Velocidad y anticipación
Los momentos son efímeros, así que deberás combinar el ser rápido/a con prever las situaciones que puedan ocurrir para estar en el momento oportuno y en el lugar ideal.
- Estudia los modos de tu cámara y decide a priori cuál vas a usar según la situación que tienes delante. En este tipo de fotografía son buenas opciones los modos de prioridad a la velocidad o a la apertura, dependiendo de lo que quieras obtener.
- Si ves una situación potencialmente interesante persíguela, muévete para conseguirla.
11. Haz muchas fotos
Cuanto más entrenes en estas situaciones, menos fotografías necesitarás tomar. Todo es cuestión de práctica. Por el momento, no te cortes en tomar muchas imágenes, te ayudará a entrenar la mirada y a aprender a seleccionarlas.
- Dispara en ráfaga: Te será muy útil en situaciones que cambian rápidamente.
- No te conformes: Si no has obtenido lo que esperabas, vuélvelo a intentar hasta que lo consigas. La paciencia y la perseverancia serán tus grandes aliados en fotografía.
- Haz una buena selección: No las guardes todas, y menos si has estado disparando en ráfaga. Una buena dosis de autocrítica y las que no funcionen, a la basura.
12. Aprovecha los viajes pero no te limites a ellos
Son siempre inspiradores, parece que fuera de nuestra ciudad o pueblo, siempre es más fácil obtener imágenes de rostros ajenos. En un viaje nadie nos conoce, llevamos la cara de turista habitual y parece que ofendemos menos. Está bien que los aproveches para conseguir retratos robados, son imágenes únicas de un momento único para ti, pero si te gustan este tipo de retratos, tienes millones de oportunidades diarias al alcance de tu cámara.
13. Cuida la composición
A pesar de que los retratos robados requieren de mucha improvisación, rapidez y espontaneidad, intenta cuidar la composición en tus imágenes. Poco a poco, tras algo de práctica, la tendrás tan integrada que lo harás por instinto. Mientras tanto, es una gran oportunidad para practicarla.
14. “A los osados sonríe la fortuna”
Pocas veces obtendrás grandes imágenes por casualidad. Si de verdad quieres retener grandes instantes, tendrás que arriesgarte para conseguirlos.
- Acércate: Perder el miedo es lo que hará que consigas mejores imágenes. No tengas miedo a acercarte a las personas. Si haces la prueba verás que la gente se ofende menos de lo que crees.
- Prepárate a dar explicaciones: Es habitual que más de una persona se te acerque a preguntar qué estás haciendo y por qué haces lo que haces. Es normal y no haces nada malo, así que explica que eres aficionado a la fotografía, que te gusta fotografiar a gente en la calle, que estás haciendo un curso o practicando con tu nueva cámara. No te pongas a la defensiva, sonríe y sé educado. Igual que tú tienes derecho a hacer fotografías, los demás tienen derecho a no querer que se las hagas. Si te piden que las borres hazlo, u ofrécete a enviárselas por email haciéndolo partícipe de tu afición.
15. Cuenta una historia
Puedes hablar de soledad, de alegría, de vejez o de la inocencia de la infancia. No importa el tema ni el motivo que escojas. Lo importante es que tu imagen hable, que cuente algo que nos obligue a detenernos en ella, que transmita emoción, que explique una historia.
Retratos robados a conocidos
Quizá cuando oyes el término “retratos robados”, la primera imagen que venga a tu cabeza sea la de fotografiar a extraños. Pero ni mucho menos debes limitarte a este tipo de imágenes. Puedes obtener maravillosos robados en situaciones más plácidas y confortables, como entre tus familiares, amigos y conocidos en general. Las principales diferencias entre el robado a un desconocido y el robado a un conocido son:
- No necesitarás un teleobjetivo: Te conocen, saben que estás allí y confían en ti, así que no es necesario estar a 20 metros para fotografiar a tus seres queridos.
- No necesitarás preparación ni reservarte toda una mañana para hacerlo.
- Puedes hacerlo en cualquier instante, en casa o donde te plazca.
- Serán benévolos contigo y tu pasión 😉
- No necesitarás armarte de valor ni de confianza.
- Tendrás más libertad de movimiento.
- Podrás acceder a situaciones que en el caso de un desconocido te costaría más: Lugares de trabajo, zonas de juegos, rutinas…
- Tendrás el permiso de tus modelos.
- Te ayudará a practicar y a mejorar, a ganar confianza para enfrentar otras situaciones más complicadas.
«Si sabes esperar la gente se olvidará de tu cámara y entonces su alma saldrá a la luz» Steve Mc Curry
Para terminar…
La fotografía es un arte, el arte de ver lo que los demás no ven, de encontrar maravillosas escenas en pequeños detalles, de observar, de esperar. Pero sobretodo, es el arte de preservar historias y emociones para el recuerdo, historias que desaparecieron incluso antes de que soltaras el obturador. Fotografiar robados te permite entrar en la vida de desconocidos, interpretarla a tu manera y mostrarla. Te permite fotografiar conocidos en la esencia de sus acciones, de sus gestos o sus miradas.
Fotografiar robados es todo un reto a tu alcance a cada instante. ¡No hay excusa para no practicarlo!
Y si te ha gustado, si ya te has puesto los zapatos cámara en mano para ir a robar algún alma desprevenida, conocida o desconocida y has pensado en aplicar alguno de los trucos anteriores, y si además piensas que alguno de tus conocidos (de los que seguro dispones un trocito de alma 😉 ) puede estar interesado, por favor ¡Comparte este artículo en Facebook oTwitter!
Muchas gracias 🙂