Quien ha tenido una cámara de fotos en sus manos ha hecho fotografía de retrato. Puedo asegurarlo casi al 95%. Es muy difícil escapar de esta disciplina fotográfica. Prácticamente imposible, por su atractivo, porque nos sentimos identificados con otros sujetos, porque lo tenemos a mano, porque nos lo piden.
Has hecho retratos, seguro. Al igual que puedo afirmar que con muchos de ellos has sentido decepción. ¿Sabes por qué? ¿Te has parado a analizar el error o errores que te han llevado al fracaso en tu retrato? Hoy te traigo los errores que a nivel compositivo más se cometen y que son muy fáciles de solucionar.
Porque la composición en una fotografía, sea retrato o no, es la clave para que funcione. La forma en que dispones los elementos dentro del encuadre marcará la diferencia entre una buena imagen y una imagen del montón, de las que pasan completamente desapercibidas. ¿Quieres conocer estos errores para no volver a cometerlos? ¡Acomódate! Vienen con ejemplos muy ilustrativos 😉
1. No llenar el encuadre
Atrévete con esos primerísimos planos sin miedo a las tijeras, es decir, no temas cortar. Rellena completamente el encuadre, no dejes aire alrededor si no es necesario y comprobarás cómo tu retrato tiene un impacto mucho mayor, lograrás quitar el aliento a más de un espectador. ¡Asegurado! Es la magia del Fill the frame 😉
2. Olvidar la importancia de la luz
La luz no es solo necesaria para lograr una fotografía, ni tampoco solo un elemento que tendrás que controlar para que quede bien expuesta. La luz es también un recurso compositivo. Ignorar esto es algo que cometemos al principio la mayoría de los que nos aficionamos a la fotografía, bien por desconocimiento o bien por falta de práctica. Ayúdate de la luz para que tu composición sea mucho más interesante. Puedes jugar con ella para que sea coprotagonista de la escena.
3. Fondos distractores
No hay nada peor y más frecuente que un fondo distractor en un retrato. Bueno sí, hay otro error que anda a la par y es centrar los ojos (ahora después te lo cuento). Un fondo distractor se va a cargar tu retrato por muy nítido, por muy expresivo, por muy personal o por muy diferente que sea. No fotografíes nunca a tu modelo delante de un fondo que distraiga la atención. Nunca. Esto no admite excepciones (a mi modo de ver, claro). Mira la siguiente imagen, la de la izquierda, me encanta la expresión del niño, me encanta el momento de llevar puré hasta en el último pelo, sin embargo, es una pena que los muñequitos del babero y las mariposas de la trona distraigan tanto la atención. La diferencia con la de la derecha se nota, ¿verdad? ¿Cómo solucionarlo? Si no puedes mover al sujeto de sitio o poner algo detrás (tipo tela lisa), desenfoca completamente el fondo, o cambia la perspectiva. Aquí tienes algunos consejos para unos fondos impresionantes.
4. No desenfocar (nunca) el fondo
En ocasiones no es necesario desenfocar el fondo porque no distrae. Está bien no hacerlo si tiene algún interés, lo que es un error es no desenfocarlo nunca. Jugar con el desenfoque en un retrato, disparar con aperturas muy grandes es un recurso muy fácil que permite conseguir resultados rápidos y muy impactantes. Aquí tienes un ejemplo de fondo distractor y otro de fondo desenfocado. La diferencia es importante, ¿a que sí?
5. No dar protagonismo a la mirada
El alma de un retrato está en la mirada. Tanto como si ésta se dirige a la cámara como si no. Por eso es un error que no se le de la importancia que tiene, que no trate como un verdadero centro de interés. Es muy, pero que muy típico, colocar los ojos en el centro del encuadre porque así pensamos que le damos mayor importancia (importante=centro), pero es que esto en fotografía no funciona así. Si conoces la regla de los tres tercios lo sabrás. Es necesario colocar los ojos en un punto de interés, lejos del centro. Importante que estén en una posición adecuada en cuanto a interés y bien enfocados.
6. Olvidar la ley de la mirada
Y hablando de miradas… a la hora de retratar es imprescindible que conozcas esta regla, para aplicarla o para saltártela (pero con conocimiento de causa, siempre). Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre la ley de la mirada en el retrato.
7. Centrar al sujeto (o los ojos)
Igual que no debemos centrar los ojos, tampoco es muy conveniente centrar demasiado al sujeto, mejor colócalo en un lado. Cuidado que otro error también es colocarlo demasiado al extremo. En este caso lo que consigues es asfixiar. Observa la diferencia entre los tres casos, ¿cuál te parece más interesante?
8. Cortar determinadas partes del cuerpo
Cortar es bueno, lo hacemos en algunos planos, al rellenar el encuadre, etcétera. Lo que debes evitar es cortar por ejemplo una oreja (foto arriba izquierda), dedos de la mano o el pie, justo por el tobillo, los codos o justo por debajo de la rodilla. Esas son las líneas que no debes cruzar, digo… cortar 😉
9. No integrar al sujeto en el entorno
En algunas ocasiones, por prisa, por no calentarnos la cabeza, vamos a lo rápido o fácil y aislamos el sujeto del entorno. Está bien que hagas esto cuando éste no tiene nada que contar, no tiene atractivo o nada tiene que ver con el sujeto retratado. En caso contrario, si el entorno cuenta algo, si no distrae, si existe algo interesante, si tiene atractivo compositivo, mejor incluirlo dentro del encuadre e integrar a nuestro sujeto en él. Desenfocar el fondo está genial en muchos casos, pero en otros como en el caso de este guardia, mejor que dejes que se vea o al menos que se intuya.
10. Olvidarse de los distintos planos
Cuando hablamos de retratos, lo primero que suele venir a la mente es un primer plano. Un retrato del rostro solo o como mucho con parte del tronco. Quedarse sólo en este primer plano y plano medio es un error, pues resulta que hay vida más allá, recuérdalo a la hora de componer tu retrato porque te ayudará en más de una ocasión, tanto para salvar un encuadre como para mejorar el atractivo de la imagen.
11. El desequilibrio
Sobre todo en retratos de cuerpo entero es fácil que, estando tan pendientes del sujeto, te olvides de lo que le rodea y el resultado sea una fotografía desequilibrada. Hay elementos que, según su posición o ciertas características «pesan» más que otros y es importante que la composición quede equilibrada o si hay un cierto desequilibrio, que al menos la balanza caiga sobre el sujeto retratado, que es quien ha de ser el centro de interés, no como en la siguiente fotografía en la que la moto le roba todo el protagonismo al modelo. Aquí tienes un artículo sobre cómo conseguir el equilibrio en tu composición.
¿Reconoces alguno? Ahora te propongo que eches un vistazo a tus últimos retratos y que analices si has cometido alguno de estos once. Si es así, para que de verdad te sirva esta lectura, toma tu cámara y lánzate a fotografiar retratos con esta chuleta. Después compara unas y otras. ¡Y ya nos contarás!
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