Un objetivo sucio es una foto sucia. Es por eso que una limpieza cuidadosa de tus lentes debería ser parte imprescindible de tus hábitos fotográficos.
Si te preocupa la limpieza de tus objetivos, en el artículo de hoy te voy a dar las claves para una adecuada y fácil limpieza.
¿Cuándo conviene limpiar un objetivo?
No te compliques la vida. No limpies un objetivo a menos que veas que lo necesita. Es así de fácil. Limpiar un objetivo repetidas veces de manera innecesaria podría dañarlo más que protegerlo. Mi recomendación es que lo limpies según lo vayas viendo necesario.
Más vale prevenir que curar
Existen en el mercado filtros UV que puedes utilizar con el fin de proteger el objetivo de polvos e impurezas. Estos filtros vienen en distintos tamaños, te recomiendo que tengas uno para cada uno de tus objetivos.
Lo bueno de estos filtros es que siempre que tengas que limpiar lo harás con el filtro puesto, garantizando así que el cristal del objetivo se quede intacto. A veces tenemos miedo de que el propio trapo o gamuza nos raye el objetivo. Llevando un filtro puesto lo peor que puede pasar es que rayes el filtro, lo cual siempre podrás cambiar por un coste mucho más inferior que el del objetivo.
Soluciones de limpieza de objetivos
Aquí he visto y oído opiniones para todos los gustos. Existen líquidos que puedes comprar y aplicar al lente en pocas cantidades mediante una gamuza suave, y con movimientos circulares limpias todo el cristal.
Muchos fotógrafos y dueños de tiendas afirman, sin embargo, que estas soluciones líquidas pueden ser corrosivas y por lo tanto estropearnos el objetivo a largo plazo.
Existe también una manera menos «agresiva» de limpiar el objetivo y es echándole un poco de aire por la boca al cristal y limpiándolo suavemente con una gamuza. Personalmente siempre limpié mis objetivos de esta manera y nunca tuve quejas 🙂
Gamuzas para limpiar objetivos
Existe un sinfín de gamuzas y tejidos de todos los tipos para limpiar objetivos. Las que mejor resultado dan son las gamuzas de microfibra, por su increíble facilidad de absorber el polvo y lo fácil que resulta limpiarlas.
Importante: Antes de limpiar el objetivo con una gamuza de éstas, asegúrate de que no tenga ninguna mota grande o arenilla que lo pueda dañar a la hora de limpiarlo. Si observas algo de esto primero quítalo con un cepillo o un soplador de aire antes de pasar la gamuza.
Cepillos y Sopladores
Ambos accesorios conviene tenerlos a mano. No los llevarás encima siempre, lo que más necesitas realmente es la gamuza, pero como comentaba en el párrafo anterior viene bien tener un cepillo y un soplador (a veces incluídos en un mismo elemento) por si se nos resiste algo de polvo.
Recuerda que un cepillo o soplador normalmente se utilizan ANTES de pasar la gamuza, y es para garantizar que no queden grandes impurezas en la superficie del cristal del objetivo, evitando así que lo podamos rayar mientras pasemos la gamuza.
Cuidado con la humedad
Por último, recuerda que el polvo no es el único enemigo que acecha objetivos. Hay otro, más silencioso y mucho más peligroso: la humedad.
¿Has visto alguna vez un objetivo con hongos? Aquí tienes algunos ejemplos (no apto para personas sensibles). Esto es producto de la humedad. Para evitarlo recomiendo coleccionar las bolsitas anti-humedad éstas que salen en la ropa y en las cajas de zapatos y ponerlas en tu mochila donde guardas tu equipo fotográfico. Estas bolsitas absorberán toda la humedad alrededor de tu equipo dejando que tus objetivos estén muy secos.
Conclusión
Recuerda que las cámaras envejecen, se quedan obsoletas en cuestión de pocos años, pero un buen objetivo te puede durar toda una vida. El valor económico de un objetivo rara vez se desprecia. Si le das el cuidado y el mimo necesario él te lo agradecerá.