Fotografías cortesía de Eric Leslie, gfpeck, Peter McConnochie, Kyrre Gjerstad, blmiers2, Thomas Leuthard, mackee_lee, SanforaQ8, Patrick Goossens, Vinoth Chandar, Kainita y Alexa De Blois, bajo licencia Creative Commons.

Modos de Disparo: ¡Hay Vida Más Allá del Modo Automático! [Actualizado]

Cuando compré mi primera réflex digital estaba segura de que no quería trabajar con el modo automático (para eso me habría valido una cámara digital compacta). Sabía que quería utilizar los modos de disparo manual y semimanual, también tenía muy claro el tipo de fotos que quería producir. Lo único que no sabía era qué modo utilizar en cada momento.

Si te identificas con esta situación me gustaría ahorrarte un poco de trabajo. En el artículo de hoy te explico los distintos modos de disparo de tu cámara y te traigo una serie de situaciones y contextos fotográficos para los que son más adecuados. Esto te ahorra la pregunta de “¿Qué modo tengo que seleccionar para este tipo de situación?”  y te permite saber de antemano el modo que hay que escoger. Además te voy a ir enseñando ejemplos de fotografías en las cuales se ve claramente el efecto que dicho Modo produce.

¿Qué debes saber antes de adentrarte en los distintos modos de disparo?

A pesar de que cuando te adentras en el mundo de la fotografía puede parecerte que hay muchos conceptos abstractos y de extraña terminología, e incluso llegar a abrumarte, pronto verás que en realidad con unas pocas nociones claras dominarás lo esencial de la fotografía. Hagamos un pequeño repaso básico antes de adentrarnos en los distintos modos de disparo, para que estos queden más claros:

Diafragma

El diafragma es como el Iris humano; es el que controla la entrada de luz a través del objetivo. Cuanto más abierto está el diafragma de más luz disponemos en la toma, y cuanto más cerrado, de menos. Es por ello que en situaciones con menos luz, solemos abrir el diafragma (diafragmas pequeños f/1.4, f/1.8…), y por el contrario, cuanta más luz tenemos, podemos cerrarlo lo que nos permita la cantidad de luz de la que disponemos (f/16, f/32…).

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Diferentes aperturas de diafragma

Profundidad de campo

Jugar con el diafragma no solo repercute en la luz que recibimos, sino también en lo que denominamos profundidad de campo. Esta no es más que la zona de la imagen que va a quedar enfocada o nítida en tu fotografía. Cuanta más luz le ‘exijas’ al diafragma, menos profundidad de campo tendrás, es decir, cuanto más abras el diafragma (f/1.4, f/1.8…) de menos zona enfocada podrás disponer. Y, por supuesto, al contrario, cuanto más cierres el diafragma, más profundidad de campo tendrás.

Tiempo de obturación

El tiempo es la otra variable que necesitas para entender cómo funciona la toma de fotografías. El tiempo de obturación (o velocidad de obturación) es el  tiempo expresado en segundos o en fracciones de segundo, en el que el obturador de tu cámara está abierto (desde que aprietas el obturador hasta que éste se cierra). Si disponemos de mucha luz, el tiempo de exposición que necesita tu imagen es menor que si disponemos de poca luz.

ISO

Tienes todo lo que necesitas saber sobre ISO aquí. A modo de resumen, la ISO es la sensibilidad de nuestra cámara para captar la luz. Una ISO más baja significa menos capacidad de captar luz pero mayor calidad de imagen; menos ruido. Por el contrario,  una ISO más alta (fotografía nocturna, interior..) permite captar mejor la luz, pero perdemos calidad de imagen (más ruido).

Una vez hecho el pequeño resumen, vamos a ver los modos de disparo, relacionados con todo lo explicado hasta ahora.

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Dial de modos en una cámara Réflex

¿Qué son los modos de disparo?

Los modos de disparo en las cámaras nos permiten decidir qué nivel de control queremos y sobre qué lo queremos, es decir, podemos controlarlo todo (Manual), dar prioridad a un aspecto concreto (Velocidad o Apertura), o no controlar nada más que el encuadre (Automático). Los principales modos de disparo en cámara réflex son los siguientes:

Modo Automático, ¿Qué es y cuándo lo utilizo?

El Modo Automático (‘Auto’ en el dial de modos) es aquel en el que la cámara tiene total control sobre todos los aspectos relacionados con una toma; controla la velocidad, el diafragma, el balance de blancos, la ISO e incluso el flash de tu cámara. Este modo es un poco triste pues piensa por ti, hará todo lo posible para que tu toma sea correcta según sus variables, pero poco más.

A mi modo de ver, hay pocas situaciones en las que quede justificado su uso, sobretodo si tienes una cámara réflex, puesto que sus prestaciones no son mejores que las de cualquier cámara compacta (y estas además pesan menos, son más baratas y, seguramente, por el mismo precio podrías haber adquirido una compacta bastante mejor que la réflex que te has podido comprar). Es más, si estás leyendo este artículo, probablemente es porque el modo automático no te interesa demasiado y lo que realmente quieres es profundizar en los modos de disparo en los que tienes algo que decir, ¿verdad?

No obstante, el modo automático puede ser útil en algunas situaciones:

  • Cuando necesitas rapidez, es decir, quieres esa imagen que sucede rápidamente ante tus ojos y no tienes tiempo para ponerte a pensar qué ajustes necesitas.
  • Cuando quieres centrarte en la composición y en lo que está ocurriendo delante de ti sin perderte un instante.
  • Cuando estás empezando y te haces un lío con diafragmas, velocidades, ISO, Balance de blancos, RAW y mil millones de conceptos desconocidos que crees que nunca podrás entender (aunque lo harás 😉 ) puedes disparar en automático para abrir el apetito a las maravillas que te depara tu nueva cámara réflex y fijarte en los valores que la máquina decide en cada situación y así entender cómo funciona.
  • Cuando llevas todo el día haciendo fotos de tus vacaciones y ya no puedes más, pero sigues sin querer perderte esos instantes, con el modo automático… ¡Puedes desconectar!
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Modo automático para captar imágenes que suceden rápidamente

Modos de escena, ¿Qué es y cúando lo utilizo?

Los modos de escena son configuraciones predeterminadas que contienen un conjunto de ajustes específicos optimizados para las situaciones más habituales (sobre todo de apertura de diafragma, la velocidad de obturación o el balance de blancos, pero a veces incluso de ISO, saturación, etc).

Hemos dedicado este artículo completo a los modos de escena para que sepas cuándo y cómo usarlos.

Modo Programable, ¿Qué es y cuándo lo utilizo?

El Modo Programable (P en el dial de modos) permite ajustar y personalizar algunas variables que el Modo Automático no permite. Si estás empezando a conocer tu cámara réflex, el Modo Programable, puede ser una gran opción, puesto que permite controlar el flash, el balance de blancos, el tipo de medición (Puntual, ponderada central, matricial), la ISO, y el punto de enfoque.

En el Modo Programable, la cámara ofrece combinaciones de apertura de diafragma y velocidad, e incluso en algunos modos de disparo programables, deja cambiar una de las dos variables, por lo que acaba siendo un modo bastante personalizable que puede serte de gran ayuda si estás adentrándote en el mundo de las cámaras réflex.

Este modo te puede ser útil en las siguientes situaciones:

  • Si estás empezando puede ayudarte a entender poco a poco el tiempo de obturación relacionado con el diafragma, ya que la cámara automáticamente va ofreciéndote combinaciones de ambas.
  • ‘Fotografías rápidas’: igual que en el modo automático, puede serte muy útil en este tipo de tomas, por ejemplo, fotografía de calle, donde por lo general necesitas rapidez.
  • Fotografía en entornos de luz muy cambiante.
  • Cuando la composición de tu imagen es lo esencial.
  • Celebraciones: si tienes poca experiencia aún en el mundo fotográfico, y te otorgan el ‘honor’ 😉 de tener que capturar algún momento importante, es una forma de asegurarte que las fotografías serán correctas.
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Modo Programable para centrarte en la rapidez y la composición

Modo de prioridad a la apertura, ¿Qué es y cuándo lo utilizo?

El Modo de Prioridad a la Apertura ( A o Av, dependiendo de la marca) es el favorito de Mario y de muchísimos fotógrafos. Es aquel en el que tú decides la apertura de diafragma que te interesa y la cámara compensa la velocidad necesaria para que obtengas una imagen correcta. Es decir, tú decides básicamente qué profundidad de campo quieres. Conocer y saber jugar con la profundidad de campo a través de la apertura del diafragma te proporcionará la capacidad de crear imágenes asombrosas.

Diafragmas abiertos

Como ya te he comentado en el resumen previo, el diafragma controla la cantidad de luz que entra por el objetivo así como la profundidad de campo. Un diafragma abierto (f/1.4, f/1.8, f/2.5, f/3.5, etc.) lo podrás utilizar en las siguientes situaciones:

  • Interiores o situaciones con poca luz para que no salgan movidas (siempre dentro de unos mínimos en los que tu cámara no exija igualmente velocidades demasiado bajas).
  • Retratos: en retratos en los que quieras aislar a tu sujeto del entorno convirtiéndolo en el sujeto indiscutible de la imagen, tienes que, sin duda, disparar con el diafragma más abierto que te permita tu objetivo (f/1.4 por ejemplo). Así difuminarás el fondo y resaltarás a tu sujeto principal.
  • Bokeh: seguramente te habrás topado en más de una ocasión con un tipo de fotos en las que el sujeto u objeto principal está enfocado mientras que por detrás unas luces difuminadas decoran el segundo plano. Es lo que se conoce como Bokeh y para conseguirlo no hay más remedio que acudir al Modo de Prioridad de Apertura (más sobre el tema aquí).
Bokeh
Bokeh
  • Objetos: también con la idea anterior de aislar el objeto para centrar la atención del espectador hacia él. Este modo se usa con frecuencia en el mundo de la publicidad estática, fotografía de producto, fotografía gastronómica, marketing, etc., o para capturar detalles.
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    Diafragma abierto para aislar al protagonista

    Diafragmas cerrados

    Cuando cerramos el diafragma, jugamos con poca entrada de luz pero con mucha profundidad de campo.

    • Paisajes: el Modo de Prioridad de Apertura es maravilloso cuando se trata de capturar un paraje natural en todo su esplendor. ¿Por qué? Ya he comentado que este modo permite controlar la Profundidad de Campo, esto es, lo amplia o reducida que tiene que ser la parte enfocada de la foto. Así como en el retrato podemos bajar el número f/ lo máximo que queramos para que así la zona enfocada sea únicamente la cara de nuestro sujeto protagonista, resulta que en los paisajes lo que interesa es todo lo contrario, es decir, tener más zona enfocada. De hecho, lo ideal en un paisaje normalmente es que la totalidad de la foto tenga enfoque y nitidez (primer plano, segundo plano, árboles, rocas, montañas, ríos, elementos cercanos, elementos lejanos, nubes, TODO..) por lo cual empleamos la misma técnica que en el retrato, pero esta vez al revés: seleccionamos el Modo de Prioridad de Apertura y ajustamos un valor f/ más bien elevado, generalmente a partir de f/11 ó más (yo la mayoría de las veces disparo entre f/11 y f/16 si es un día soleado).
      Disparar con valores f/ elevados permite dotarle al paisaje de toda la nitidez y el enfoque que requiere.
    Paisaje completamente nítido
    Paisaje completamente nítido
  • En general cuando necesites tener todos los planos enfocados en la imagen, por ejemplo para realizar este tipo de imágenes con lo que llamamos ‘perspectiva forzada’, aquí te dejo un ejemplo:
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    Ejemplo de composición en Perspectiva forzada
    • Cuando quieras captar movimiento en situaciones en las que hay luz, por ejemplo en las fantásticas imágenes de ‘efecto seda’ del agua. La gran mayoría suceden en espacios con luz, pero para poder captar el movimiento del agua, necesitarás velocidades muy bajas. Para ello, lo que hacemos es cerrar el diafragma lo más posible (eso sí, trípode o punto de apoyo cerca) para disparar a velocidades bajas y captar todo el movimiento del agua.
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    Diafragma cerrado para conseguir velocidades bajas: El efecto seda del agua

    Modo de Prioridad a la Velocidad, ¿Qué es y cuándo lo utilizo?

    El Modo Prioridad a la Velocidad (S o Tv en el dial de modos), es aquel en el que tú vas a controlar la velocidad a la que quieres disparar, y la cámara va a compensar abriendo o cerrando el diafragma para que obtengas fotografías de exposición correcta. Es adecuado para todas aquellas imágenes en las que el movimiento o la falta de él sea esencial, por ejemplo:

    Fotografías de alta velocidad

    Se recomiendan velocidades por encima de 1/250s o 1/500s, siempre dependiendo del tipo de objetivo y de la velocidad del protagonista de tu imagen, puesto que no es lo mismo la velocidad de un coche de carreras que la de un hombre corriendo, por ejemplo. Este tipo de imágenes, puedes encontrarlas en:

    • Deportes: en principio, en deportes lo que te interesa es detener la acción. La velocidad está presente en la mayoría de ellos. Capturar una buena jugada requiere del fotógrafo una velocidad similar o superior a la del propio jugador o deportista a quien se intenta fotografiar, de lo contrario lo más probable es que obtengamos una foto en la que el sujeto está movido y posiblemente falto de nitidez. La solución pasa entonces por escoger el Modo de Velocidad de Disparo e ir seleccionando una velocidad rápida, muy rápida, o muy muy rápida en función de lo veloz que sea la acción que queramos fotografiar. Pues aquí no suele ser interesante (o sí, pero no es lo habitual) ver los sujetos movidos, sino congelados, por ejemplo, en carreras de coches, partidos, atletismo, etc.
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    Velocidades altas para congelar el movimiento: Deportes
    • Animales: cuando fotografiamos aves, mamíferos o cualquier tipo de animal, nos interesa, en principio, que éste salga nítido, por lo que si está en movimiento (lo que suele ser habitual), es recomendable tener preparada una velocidad alta para congelarlo de forma correcta en la escena.
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    Velocidades rápidas para fotografiar animales
    • Niños/as: casi con los mismos motivos que los anteriores, una vez empiezan a caminar, perseguirlos con la cámara es una odisea, si ya has tenido esta experiencia lo sabrás. Si cuando miras lo que piensas que serán magníficas fotografías solo ves una especie de aparición borrosa porque justo se movió, aquí tienes una buena opción para evitar el error.

    Fotografías con velocidad baja

    Cuando trabajas con velocidades bajas, el objetivo cambia, ya no es congelar la imagen, sino dejar plasmado el movimiento en la fotografía. Los juegos que nos proporciona el movimiento son muchos, aquí te dejo algunos ejemplos:

    • Lightpainting o pintar con luz; puedes verlo paso a paso aquí.
    • Fotografías de larga exposición: la fotografía de larga exposición es una manera gráfica y muy artística de representar el paso del tiempo. ¿Te gustaría producir una de esas fotos nocturnas que retratan el paso de los coches con la típica estela de luz roja o blanca que dejan a su paso? Nada más fácil: simplemente planta tu cámara encima de un trípode bien robusto, selecciona el Modo de Velocidad de Disparo, ajusta tu cámara a una velocidad relativamente lenta y dispara. Tendrás que ir experimentando al principio hasta dar con la velocidad que mejor resultado te dé, pero el resultado merece mucho la pena (aquí explico la técnica completa de la fotografía de larga exposición, detallada paso a paso).
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    Fotografía de larga exposición
    • Dinamismo en la escena: las imágenes en las que vemos movimiento, si éste tiene razón de ser, aportan mucho dinamismo y vitalidad a tus fotografías.
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    Movimiento para dar dinamismo a la imagen

    Modo Manual, ¿Qué es y cuándo utilizarlo?

    El Modo Manual (M en el dial de modos) es el que nos permite el control total de todas las variables que nos proporciona una cámara réflex (EVIL o cualquiera que disponga de controles manuales). Aquí lo tienes que decidir tú todo, qué velocidad vas a usar, qué diafragma, qué balance de blancos… todo. Pero no te asustes, es más fácil de lo que parece, ya que la cámara siempre te avisará de si estás exponiendo correctamente a través de su exposímetro. En esta mega guía te enseñamos a utilizar el Modo Manual.

    Además, si estás empezando a adentrarte en el mundo fotográfico, aunque a priori te pueda parecer muy complicado, es de todos los modos de disparo, el que, según mi opinión, más te va a enseñar a entender qué son todas las variables y cómo funcionan. Solo es cuestión de paciencia y de prueba-error. Por suerte ahora el error te saldrá gratis, así que no dudes en empezar a utilizarlo 🙂 .

    Por supuesto, es un método algo más lento que los anteriores, aunque con el tiempo serás capaz de utilizarlo de forma más ágil, pocas veces será tan rápido como un Automático o un Programable, por lo que es más recomendable en situaciones en las que no necesites demasiada rapidez.

    Respecto a cuál es el mejor momento para utilizarlo, te diré que cualquiera, porque absolutamente todas las situaciones anteriores puedes conseguirlas en Modo Manual.

    Eso sí, quizá en las recomendadas para usos Automáticos o Programables, la opción Manual sea un poco más arriesgada, sobretodo en situaciones de luz cambiante, por ejemplo, entras en un mercado al aire libre, hay toldos pero entra el sol y a la vez quieres fotografiar al tendero, y rápidamente a ese niño que corre bajo el sol, y no quieres perderte nada… Entonces mejor opta por un modo automático o semiautomático.

    Pero si no es en este tipo de situaciones, no dudes en usarlo y convertirlo en uno de tus favoritos, cuando lo descubras te encantará ser el auténtico director de tus imágenes.

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    El modo manual te permite tomar todas las decisiones relacionadas con la imagen

    El momento en el que como gran aficionado/a a la fotografía adquieres tu primera cámara réflex, es uno de los más emocionantes que tendrás. Este instante te abre un mundo infinito de posibilidades, te proporciona la posibilidad de crear todo aquello que se te pasa por la cabeza, o de hacer realidad esas imágenes que un día viste y pensaste ‘Esto lo voy a hacer yo’. Te da la oportunidad de ser el director de tus fotografías, porque dentro de poco o quizá ya lo estás haciendo, cuando veas una imagen pensarás, ‘Esto era exactamente lo que quería conseguir’, querías esto así y esto asá, y en ese momento te darás o te has dado cuenta de que estás creando algo único, tuyo, de que has participado en cada una de las decisiones que han dado como resultado esa imagen.

    Y ese es uno de los muchos momentos magníficos que te va a deparar el mundo de la fotografía, así que nunca dejes de practicar, ni de aprender, y sobretodo, ¡no te rindas! porque seguro que estás más cerca de lo que crees, solo necesitas algo que ya tienes, una cámara, muchas dosis de entusiasmo, perseverancia y ganas de disfrutar de este maravilloso arte 🙂 .

    Ah, se me olvidaba, si te ha gustado este artículo sobre los distintos modos de disparo, por favor, compártelo. Me harás feliz 🙂 .
    ¡Muchas gracias!