Este es un artículo de nuestro autor invitado Antonio Fernández, que te va a ayudar con el naming, es decir, a encontrar el nombre con el que darte a conocer como fotógrafo (o a tu estudio).
Antes de nada, a modo introductorio, te diré que para hacer marca en el mundo de la fotografía, como en cualquier negocio, hay infinidad de factores a tener en cuenta: el lenguaje que usas; tu producto y sus cualidades; los valores y principios que te definen; tu personalidad y la de tu trabajo; el nombre del negocio y sus asociaciones; el merchandising, el significado del símbolo, la papelería, la publicidad, etc.
Pues bien, estas últimas: nombre, símbolo y la publicidad/papelería, son a lo que los diseñadores gráficos llamamos identidad corporativa y es la que va a ser tu primera y más duradera herramienta de marketing del estudio o negocio, ya que será) o debe ser) lo primero que se encuentre el cliente potencial cuando intente contactar contigo o saber de ti; tarjeta de visita, el logotipo dentro de la tarjeta, los dossiers o videoportfolios, tus colores corporativos en publicidad, tu nombre, etc. Bien ideada y trabajada, ayudará también a llegar a los clientes que de verdad quieres e, incluso, si estás especializado y esta identidad corporativa así lo transmite con calidad y elegancia, a cerrar más ventas a mejores precios.
¿Qué es el naming?
A la búsqueda del nombre se le conoce como Naming y es de los primeros aspectos en los que sueles pensar cuando emprendes, y no sin razón, pues el nombre determinará tu personalidad y muy posiblemente el símbolo del logotipo. Posterior a esto vendrán los colores corporativos y una cadena de decisiones muy larga…
En este artículo vengo a contarte algunas ideas y consejos que me han ayudado a mí a la hora de aprender a hacer naming y creo que abren mucho tu mente cuando se atasca a la hora de pensar en cómo llamarte artísticamente (o a tu estudio). Si te paras en las palabras clave de los consejos que doy a continuación, hay un universo enorme de nombres esperándote. Si le das un poco al coco, claro.
1. Elegir tema
Puedes empezar eligiendo un tema que te guste, del que seas especialista, con el que quieres que te identifiquen o, mucho mejor, de donde son tus clientes potenciales.
Tener esto definido es más eficiente a la hora de enfocar el marketing de tu estudio o como autónomo.
Ejemplo: Elijo el tema “Naturaleza” porque me gustan los pájaros y los fotografío, por eso llamo al estudio Colibrí.
Un ejemplo de logo para esta decisión podría ser este:
Ideas de temas
- Estilos o filosofía de vida: vida saludable, relajada y meditativa o deportiva.
- Fotografía en general: objetivos o cámaras retro que te gusten (a Mario le podríamos llamar D3X00 jaja), algo de la historia de la fotografía que os llame la atención, etc.
- Estilo de trabajo: si eres minimalista, conceptual a lo Chema Madoz, muy purista con cero photoshop, que retoca mucho, etc.
- Técnicas de fotografía: larga exposición, blanco y negro, profundidad de campo o tu técnica favorita.
- Aficiones: deportes urbanos (patinaje, skate), deportes en general, mascotas, tatuajes, naturaleza o el hobby que prefieras.
- Público objetivo o producto este es muy eficiente (ya sabes, para el marketing): retratos, tercera edad, infantil, albums, books, periodismo, bodas, etc.
2. Busca (o como lo llama Xavier Grau) haz una caza de nombres
Una vez decidido el tema, lo ideal es que, a través de un mapa mental y después en un brainstorming (lluvia de ideas), escribas todo lo que tienes en la cabeza sin censuras, no te cortes y apunta todo lo que se te ocurra de ese tema aunque parezca absurdo, ya que lo suyo es que escojas algunos de estos y al final acabes, no solo con el brainstorming, sino con alrededor de 100 posibles nombres.
Busca blogs, revistas, libros, artículos, publicaciones… del tema elegido y haz una caza de nombres, cualquier cosa que te llame la atención: un tecnicismo que te guste, adjetivos que se repitan o sean llamativos, términos del gremio, etc.
3. Técnica: Une palabras
Una técnica muy resultona es unir dos palabras sin usar la letra “Y” en medio. Pueden ser de las que has encontrado en el punto anterior (o posterior, o las que se te ocurran). Incluso puedes incluir faltas de ortografía para crear una nueva palabra, usar sufijos y prefijos, otros idiomas, etc.
Ejemplos
- Imagínate que haces books con forma de comics: “FotoBeo”. Une fotografía, el verbo ver y la palabra Tebeo.
- O si eres un fotógrafo con un estudio enfocado en el mundo del fútbol con fotos muy actuales: “FooToday”. Foot de football, se puede intuir la palabra foto y termina con today… no sé, esto es infinito y la realidad supera la ficción 😉 .
4. Cualidades
A la hora de elegir entre los 100, intenta que al menos tenga alguna/s de estas cualidades, como nos enseñan los de DameNáme: descriptivo, preferiblemente corto, que se impregne, pronunciable, que evoque emociones, creativo (no te quedes con el primero, huye de lo evidente) y original (que no siga modas ni tendencias), elocuente, que veas el logo solo con nombrarlo.
5. Arquetipos
Otro tema muy diferente a los que he propuesto en el punto 1 puede ser buscar el arquetipo con el que te sientas identificado: inocencia, persona corriente, exploración, sabiduría, heroicidad, travesuras, creatividad, amante, fidelidad, bromas, cuidados, liderazgo… A partir de aquí busca nombres que evoquen esta idea, o si ya tienes uno piensa si lo transmite, valídalo o corrígelo uniendo palabras o añadiendo prefijos o sufijos en su caso.
6. Validación
Cuando tengas la lista de 100, escoge los 10 que más te gustan y estudia su viabilidad, es decir, que no exista ya, tampoco los dominios de internet, que no haya malinterpretaciones en otros países e idiomas, usabilidad, sonoridad, problemas de registro y jurídicos…
Seguro que se te caerán muchos nombres por el camino y algunos de los mejores, es duro, pero hay que descartarlos, a la larga te alegrarás, puede que tengas que darle otra vuelta a esos 100 para que, al final, te puedas quedar con los 3 mejores y, ahora sí, determinar el ganador.
Con esos 3: haz encuestas, pregúntale a tus amigos y familiares, piensa en como serían los logotipos, escríbelos con tipografías diferentes, ponlos con algún fondo de los temas a los que pertenecen…
Es una actividad tan bonita y divertida como importante, tanto que yo he dejado de ser diseñador generalista y he centrado mi estudio en especializarme en ayudarte como fotógrafo a conseguir un nombre, “EL NOMBRE”, con el que posicionarte en el mercado y armes la que, me reitero, debe ser tu primera y más duradera herramienta de marketing: la identidad corporativa (Nombre, símbolo y papelería/publicidad).
Espero haberte ayudado con este artículo a elegir tu nombre. Compártelo a quien le pueda servir y si te has quedado con dudas escríbelas en los comentarios.
Este es un artículo de Antonio Fernández, diseñador gráfico especializado en ayudar a profesionales de la fotografía. Puedes seguir su trabajo en su web, en Instagram, Facebook o Linkedin.
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