No Fotografíes La Boda de Tu Mejor Amigo Sin Leer Esto Primero ;)

Temblor de piernas, eso es lo que te ha entrado cuando tu mejor amigo o amiga te ha pedido que seas el fotógrafo de su boda. Ya le has dicho que tú no eres profesional y que no estás a la altura de esa responsabilidad, pero con carita de pena te ha dicho que quién mejor que tú, que sólo quiere unas emotivas fotos para el recuerdo, que el fotógrafo profesional de boda (en el enlace una mega guía si te quieres iniciar tú como profesional) se sale de su presupuesto o cualquier otra frase encuadrada dentro de un auténtico chantaje emocional… Y claro, la amistad es la amistad… ¿Cómo le dices que no? Pues si ya te has curado en salud y le has insistido en que no eres profesional y que el resultado no será el mismo, no te queda más remedio que estar a la altura, si no de un fotógrafo de bodas, sí de un gran amigo o amiga. Acomódate en tu silla y sigue leyendo porque tendrás que prepararte bien, en este artículo te doy las claves y consejos más importantes para que tu amistad no acabe en el fondo de un pozo 😉 .

Para comenzar, te recomiendo que te leas el post que Mario escribió hace algún tiempo donde da seis consejos imprescindibles. Intentaré no repetirme, pero dada su importancia, seguro que insistimos en algún punto.

El reportaje de una boda tiene tres partes: el antes, el día de la boda y después de la boda. Vamos a verlas una a una.

Antes de la boda

Preparación y planificación. Esas son las claves principales. El día de la boda es el más importante, claro está, pero una buena preparación te ayudará a tener más o menos éxito el gran día.

  • Equipo: prepara tu equipo con batería y tarjetas de recambio. Hazte con un objetivo luminoso como te comentaba Mario, y en la medida de lo posible con un gran angular y un objetivo normal (tipo 50-80 mm) que te sirva para controlar cualquier situación. El flash externo, sobre todo para interiores o si la boda es de noche, es imprescindible. Y si hablamos de lo ideal… prepara una segunda cámara. Dos motivos, uno es que ¿imaginas que ese día precisamente tu cámara te falla? Querrás desaparecer del planeta ¡¡o incluso de la galaxia!! Otro motivo es porque es mucho más cómodo para tener que hacer menos cambios de objetivos y ser más ágil a la hora de capturar cualquier momento especial.
  • Localización: visita el lugar de la ceremonia y de la celebración para conocer el decorado con el que cuentas y si puedes hacer fotos, mejor que mejor. Si es en una iglesia, procura ir algún día de misa para practicar con las mismas condiciones de luz. Y habla con el sacerdote, no esperes a que llegue el día y comience a ponerte impedimentos de dónde te puedes poner o no. Buscad también un lugar que les guste para la sesión de fotos entre la ceremonia y la celebración. Pueden ser las calles de la ciudad, un parque, un edificio modernista o fachadas divertidas; la elección será en función de sus gustos. Visita antes el lugar elegido para comprobar las condiciones de iluminación con las que te vas a encontrar.
  • Empápate del trabajo de otros: conocer el trabajo de otros fotógrafos te ayudará a tener las ideas más claras y saber qué tipo de fotos son imprescindibles. Con lo que te hayan dicho los novios y con lo que veas en los otros reportajes, podrás inspirarteconfeccionar tu lista con todas las imágenes que quieres lograr ese día.
  • No te olvides de la luz: comprueba a qué hora se pondrá el sol. Esto es muy importante para saber de cuánto tiempo dispones entre la ceremonia y el convite para hacer la sesión de fotos en el exterior. Si puedes hacer fotos sin flash, sólo con la luz natural, conseguirás fantásticos resultados.

    Aprovecha la luz natural.
    Aprovecha la luz natural.
  • Busca un ayudante y un «cómplice»:  aunque aparentemente puedan confundirse, tendrán papeles muy distintos. El ayudante, como su nombre indica, te ayudará con el equipo, el flash e incluso, si también es alguien a quien le apasiona la fotografía, te podrá cubrir algunos momentos para obtener distintos ángulos o perspectivas, o incluso podrá tener otra visión de la ceremonia y seguro que enriquece el resultado final. El cómplice lo necesitarás para reunir a los invitados. Los novios querrán retratarse con toda la familia y amigos, por lo que si no quieres estar tú corriendo detrás de todos además de ir arrastrando la cámara de fotos, reajustándola y todo lo que conlleva y acabar con un estrés de infarto… 😉 pide a alguien de la familia o de los amigos para que te ayude con esta tarea. Mientras tú haces las fotos a un grupo, el cómplice tendrá que ir avisando al siguiente. Mejor si organizáis todo esto antes del día de la boda.

El gran día

Llegó el gran día.
Llegó el gran día.

Llegó el momento de la verdad, aquí es donde te la juegas, el momento importante y cuando tienes que tener todos los sentidos alerta para no perderte detalle y hacerlo lo mejor posible. Para tranquilizarte te diré algo muy importante que debes tener en cuenta. No serás un profesional, pero cuentas con algo en lo que ningún profesional, por toda la experiencia que tenga, podría ganarte: conoces a los novios, y muy probablemente al resto de invitados o a una gran parte. ¿En qué te ayuda esto? Pues en lo más importante de un día como este: las emociones. Tal vez no consigas fotos perfectas en cuanto a técnica, pero el hecho de conocer a los novios, que ellos te conozcan, te servirá para que ellos estén más cómodos y relajados y para saber qué has de contar. Porque estás ahí para contar una historia, para captar los momentos más emotivos, las miradas, los instantes de complicidad, los detalles… en definitiva, el alma del evento. Y para ello, tu amistad con ellos será tu mejor aliada, tu punto fuerte, en el que te debes centrar, para lo demás, te doy algunos consejos que también te ayudarán:

1. Revisa que tu equipo esté preparado y con los parámetros de balance de blancos, tipo de enfoque, ISO, medición, etc… ajustados.

2. La iluminación es muy importante, si no dominas la iluminación y exposición correcta, dispara en modo prioridad de apertura, si tampoco lo dominas muy bien, no te arriesgues a perder los mejores momentos y dispara en automático.

3. Pide al novio que se arregle antes para poder ir a las dos casas (siempre que las distancias lo permitan) e inmortalizar los preparativos de ambos. Si no es posible, céntrate en la novia. En las casas procura eliminar todo lo que distraiga en los fondos, que no haya enredos que estropeen tu foto.

4. Durante la ceremonia procura no molestar, ni al sacerdote ni a los novios, recuerda que ellos son los protagonistas. Aunque no sea fácil, muévete con sigilo y prudencia.

5. No te despistes, ningún momento se va a repetir para darte una segunda oportunidad.

Todos los momentos son irrepetibles.
Todos los momentos son irrepetibles.

6. Fotografía los detalles, a la hora de montar el álbum serán de gran ayuda, además de ser también un bonito recuerdo: el peinado de la novia, las flores, los anillos, los detalles de la mesa…

No te olvides de los detalles.
No te olvides de los detalles.

7. No fuerces, busca momentos espontáneos y huye de poses forzadas.

Huye de las poses forzadas.
Huye de las poses forzadas.

8. Da rienda suelta a tu creatividad, toma instantáneas diferentes.

Sé creativo.
Sé creativo.

9. Busca distintos ángulos y perspectivas.

Fotografía desde distintos ángulos y perspectivas.
Fotografía desde distintos ángulos y perspectivas.

10. Aprovecha los elementos que tienes a tu alcance: mobiliario, espejos o incluso utiliza los elementos arquitectónicos para enmarcar.

Utiliza la arquitectura como marco natural.
Utiliza la arquitectura como marco natural.

11. Usa algún atrezo para aportar originalidad. Por ejemplo, como en esta imagen, con una pizarra incluso los invitados podrán enviarles mensaje a los novios. Será una sorpresa que les encantará.

Utiliza atrezo para conseguir fotos más originales y divertidas.
Lleva atrezo para conseguir fotos más originales y divertidas.

12. Busca los momentos emotivos, cuenta una historia, su historia. Tú mejor que cualquier otro fotógrafo puede captar esos momentos de complicidad entre los novios o entre los invitados. Trata de fotografiar el alma de la boda.

Busca los momentos emotivos y de complicidad.
Busca los momentos emotivos y de complicidad.

13. Si quieres hacer una foto del beso, las caras se verán a medias, prueba a fotografiarlos tocándose la nariz.

Mejor una foto tocándose la nariz que besándose.
Mejor una foto tocándose la nariz que besándose.

14. Cuidado con sobreexponer el vestido de novia, si subexpones te será más fácil iluminar el rostro desde tu archivo RAW que recuperar los detalles del vestido.

15. Enfoca siempre a los ojos. Si está de perfil, enfoca el ojo más cercano.

16. Dispara en ráfaga.

17. Consigue una imagen completa del lugar de la ceremonia desde la parte de atrás.

Perspectiva completa del lugar de la ceremonia.
Perspectiva completa del lugar de la ceremonia.

18. Procura conseguir una imagen de todos los invitados, será una ardua tarea, pero si lo logras, además de muy divertido, será un increíble recuerdo para tus amigos.

Imagen con todos los invitados.
Imagen con todos los invitados.

19. Durante el convite también tendrás que estar pendiente de fotografiar los momentos importantes: cortar el pastel, el baile de los novios… además de recorrer las mesas para inmortalizar a los invitados. Si utilizas el flash externo rebotado en el techo obtendrás mejores resultados.

Después de la boda

Una vez celebrada la boda y cuando hayan regresado del viaje de novios, relajaditos, descansados y sin prisas, podéis hacer una sesión de fotos en el lugar que más os guste, sin límite de tiempo, ni de distancias y aprovechando la luz natural y eligiendo los fondos adecuados. Algunos llaman a esta sesión la de destrozar el vestido, puesto que hay quien literalmente lo destroza, metiéndose en el agua del mar, tirándose en medio de un campo de trigo o bailando sobre el barro. La imaginación aquí no tiene límites, se trata de pasar un buen rato, divertirse sin ninguna presión. Aquí te dejo algunas imágenes de muestra que pueden servirte como idea.

Hasta aquí el artículo de hoy, espero de verdad que te haya servido y que hagas un precioso reportaje de la boda de tu mejor amigo. Recuerda, muy importante la planificación, y cuando ya estés en el ajo, intenta disfrutar y ponerle mucho cariño, seguro que el resultado merece la pena.

P.D.: Si compartes, ¡le harás el favor a alguien a quien aún le estén temblando las piernas!

P.D.: Prepárate para el duro trabajo de un fotógrafo de bodas 😉