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Fotógrafo Aficionado: 3 Cámaras de Fotos Que Debes Evitar A Toda Costa

Lo normal es que recomiende cámaras, no que las desaconseje 😉 De entrada suena algo desconcertante, explicaré esto en un momento. Si eres un entendido en la fotografía verás cómo estás de acuerdo conmigo, pero si por el contrario estás empezando aún en este campo, con más razón tienes que leer este artículo. Uno de los errores más comunes para el fotógrafo principiante es adquirir la cámara equivocada.

Vamos al lío.

Tú, el fotógrafo

Antes de mostrarte las 3 cámaras de fotos que no debes comprar, jamás, bajo ningún concepto, necesito que estemos de acuerdo primero en un punto clave: tú, el fotógrafo.

Para simplificar la explicación, distinguiremos entre 3 tipos de fotógrafos:

  • Fotógrafo profesional.
  • Fotógrafo aficionado.
  • Fotógrafo «trendy» (ahora lo explicamos).

El fotógrafo profesional es alguien que busca ganarse la vida como fotógrafo, dedicarse a la fotografía profesionalmente, que la gente le contrate para cubrir sus eventos, o que le compren fotografías previamente tomadas por él. Es alguien que está dispuesto a invertir dinero en un equipo de fotografía profesional ya que tiene pensado un plan para rentabilizar esa compra y recuperar esa inversión a medio plazo en forma de ingresos procedentes de su profesión.

El fotógrafo aficionado es alguien que, sin tener pretensiones de dedicarse a la fotografía de forma profesional, y sin que su objetivo principal sea ganar dinero haciendo fotos, le gusta la fotografía, le apasiona, le vuelve loco. Disfruta echando horas y horas tomando fotos, observando fotografías de otros e intentando progresar y mejorar su técnica como fotógrafo, siempre desde un ángulo de aficionado apasionado.

El fotógrafo que yo llamo «trendy» tampoco se dedica a la fotografía de manera profesional. Quizás entraría en la categoría de fotógrafo aficionado, pero a diferencia de éste, el «trendy» sigue un poco la moda en cuanto a máquinas y cámaras «trendies» y «chulas» se refiere. Aquí hablamos de un tipo de persona que puede disfrutar tomando fotos más o menos, pero en el fondo, en su interior más profundo, lo que realmente le apasiona es la parte material de las cámaras: su cuerpo, su textura, su diseño, su marquita quizás. Se trata de alguien que encuentra placer adquiriendo y utilizando el aparato en sí. Alguien que siente una obligación de estar a la última en cuanto a cámaras de refieres. Tiene que poseer el último grito en cámaras, la utilice o no.

Por hacer una analogía entre el uno y el otro, el fotógrafo aficionado después de tomar la foto se reincorpora, levanta la cámara y mientras la mira piensa «¡qué foto más bonita he tomado!». El fotógrafo trendy, en cambio, después de tomar la foto se reincorpora, levanta la cámara y mientras la mira piensa «¡Dios mío! ¡Madre del amor hermoso! ¡Qué cámara más guay tengo!».

Está claro que entre estos 3 tipos principales de fotógrafos existen zonas grises y graduales, hay fotógrafos que se definen a caballo entre el aficionado serio y el profesional, hay otros que si bien les apasiona tomar fotos (y por lo tanto son aficionados), también les chiflan las cámaras en sí (y por consiguiente también entrarían en la tercera categoría), pero para simplificar quedémonos con estos 3 tipos de fotógrafos. Creo que esta clasificación me ayudará a explicarte lo que viene a continuación: las 3 cámaras de fotos que jamás deberías comprar.

Aclarado este concepto de «tipos de fotógrafos», ¿qué 3 cámaras de fotos crees que te voy a desaconsejar?

3 cámaras de fotos que desaconsejo con todas mis energías

1) Evita la cámara profesional: Muchas veces confundimos el término «profesional» con «calidad fotográfica«. Hay gente que dice «oh, esta foto es muy profesional, se nota«, queriendo decir «oh, esta foto es de muy buena calidad, se nota«.

Profesional no es sinónimo de calidad. Es cierto que de un fotógrafo profesional esperamos fotos de calidad, pero habrá fotógrafos profesionales que hagan fotos buenas y los habrá que las hagan malas. En esta vida he visto de todo 🙂 Del mismo modo, hay fotos que quitan el aliento tomadas por gente aficionada. Por lo tanto, «profesional» y «calidad» son dos términos que pueden coincidir pero que no significan necesariamente lo mismo.

Aplicado al tema que nos ocupa, un fotógrafo aficionado no necesita una cámara «profesional» necesariamente para producir fotografías de gran calidad. Las buenas fotografías las hacen los buenos fotógrafos. La cámara, sea profesional o no, no tiene nada que ver. Las cámaras profesionales aportan prestaciones profesionales y responden a necesidades de uso de un «profesional», que muchas veces son muy diferentes de las de un aficionado.

A parte de esto, otro motivo por el cual desaconsejo las cámaras profesionales al fotógrafo aficionado es por el peso enorme que suponen físicamente, las desproporcionadas dimensiones, y la complejidad técnica que suponen. Lo último que necesita un fotógrafo aficionado o principiante que busca aprender es una cámara con un menú y una cantidad de elementos que espantan.

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¿Quieres más motivos por los cuales deberías evitar las cámaras profesionales como fotógrafo aficionado? Su precio, es prohibitivo. Si me apuras, es mala idea incluso si eres rico y te sobra el dinero. ¿Por qué? Creo que es mejor idea invertir en una cámara réflex «no profesional», hecha y pensada para el fotógrafo aficionado, te costará mucho menos, y el dinero que te va a sobrar te permitirá hacerte con excelentes objetivos y complementos que te ayudarán a obtener resultados fotográficos mucho mejores. Muchas veces caemos en el error de pensar que una cámara de 2.000 euros dará mejores resultados que una de 500 euros. La realidad es que una cámara de 500 ó 600 euros emparejada con una buena lente (como el Rey de los Objetivos por ejemplo) puede darle mil vueltas al resultado que puedas obtener con la cámara de 2.000 euros.

2) Evita la cámara trendy, fashion, chula, concebida principalmente para ser adorada y amada como si fuera una joya: Cuidado, no estoy diciendo que no sea un buen producto. Quizás lo sea para otros efectos, como la decoración, o el coleccionismo, pero en mi humilde opinión, la mejor cámara para tomar buenas fotos no suele ser la más bonita y sexy físicamente hablando. Creo que las marcas se han ido dando cuenta con el tiempo de que hay un nicho de mercado que podrían satisfacer y ganar dinero, mucho dinero. En lugar de competir con las demás marcas en prestaciones, en facilidad de uso, en calidad fotográfica y óptica, o incluso en precio, algunas marcas han visto un filón en producir y comercializar cámaras que en materia de prestaciones y de calidad fotográfica son más bien normales, pero que en cambio aportan al comprador una «satisfacción estética» que las hace valer mucho dinero.

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A menos que seas ese «fotógrafo trendy» del que hablábamos al principio, amiga o amigo, no te recomiendo adquirir cámaras de estas que traen una estética «vintage» o retro, con partes quizás recubiertas en piel auténtica o de materiales sintéticos parecidos, que infunden una cierta sensación de lujo y de delicadeza de materiales. Si necesitas la cámar para exhibirla y adorarla bien, quizás sea buena idea considerar estas cámaras, pero si en lugar de disfrutar de la propia cámara, del objeto, lo que realmente te apasiona es el resultado final, la fotografía, olvídalas. Hay algo mejor.

3) Evita la cámara de última generación: Y tú te preguntarás ¿Mario, qué clase de setas has probado esta vez? ¿qué problema hay ahora con las cámaras de última generación? Evidentemente problema no hay. Ninguno. Lo que ocurre es que hay opciones mejores, mucho mejores.

Espera… ¿hay algo mejor que una cámara de última generación?

Sí. Claro. La generación anterior 🙂

Como ya sabrás, y si no lo sabes te lo cuento yo, las marcas diseñan un determinado modelo de cámara de fotos, lo lanzan al mercado, y a partir de ahí cada poco tiempo se dedican a «relanzar» casi el mismo modelo pero con ciertas mejoras aquí y allá. Salvo excepciones, la mayoría de las veces esas mejoras son pequeñas y tocan áreas que por lo general no influyen en la calidad de la foto. A lo mejor añaden un receptor GPS para que la cámara grabe sobre la propia foto la localización donde se tomó. O a lo mejor añaden una resolución nueva para grabar vídeo para que la cámara pase a grabar en 4 resoluciones diferentes en lugar de en 3 por ejemplo. A veces hacen que la cámara tenga unos pocos megapíxeles más, tipo 24 megapíxeles en lugar de 20.

Sé lo que estás pensando: Que estas mejoras sean mínimas no tiene por qué suponer que tengamos que evitar esas cámaras. Aunque no vayan a mejorar nuestra calidad fotográfica, ¿qué más da? Se entiende que la cámara no retrocede. Mejora. Poco, pero mejora.

Entonces ¿qué problema hay en adquirir ese último modelo?

El problema es principalmente su precio. Por el simple hecho de ser un modelo mejorado, recién lanzado al mercado, tradicionalmente la última generación siempre cuesta mucho, mucho dinero, mucho más que la generación anterior a la que «mejora».

Personalmente podría entender esto si la diferencia en prestaciones lo justificara. El problema es que cuando esa diferencia es mínima, como veníamos diciendo, ¿es razonable pagar 300 y a veces 600 euros de diferencia sólo para poder presumir de llevar la última generación de cámaras?

Si eres fotógrafo aficionado y tu interés es dar con una buena cámara réflex, de una marca sólida en el mercado, con un buen equilibrio entre prestaciones actuales, precio asequible, compatibilidad máxima con objetivos y accesorios, y facilidad, mucha facilidad de uso para el fotógrafo principiante, mi artículo con las mejores cámaras de fotos réflex para principiantes es uno de los más vistos y comentados aquí en el blog. Te recomiendo que le eches un vistazo. Pondría la mano en el fuego por cualquiera de las cámaras que recomiendo en ese artículo.

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Espero que el artículo te haya servido para distinguir el tipo de cámara que realmente necesitas como fotógrafo aficionado. No todas las cámaras valen. Y recuerda, no es todo lo que reluce.

Esto es todo por hoy. Si has disfrutado de esta lectura exprésalo con los botones de Facebook, Twitter o Google+ 🙂 – Gracias de antemano.