Con los ejercicios fotográficos que te traigo hoy (tienes muchos más en el enlace) y que puedes hacer a ratitos en casa vas a mejorar tus destrezas y cuando llegue el momento de hacer la foto de verdad, no se te resistirá.
Porque te habrás preparado, porque cualquier inconveniente que surja o cualquier peculiaridad del momento sabrás solventarla.
Y es que aprender fotografía también es practicar, mucho, en cualquier momento y circunstancia.
A veces se escapan oportunidades únicas que podrían haber sido una de nuestras mejores fotos porque nos ha faltado rapidez y agilidad. Y eso es lo que pretendo evitarte en el futuro.
Y no te asustes si te parecen más ejercicios NO fotográficos para casa que fotográficos. Aunque no lo parezcan, sí que lo son 😉
1. Aprende a montar el trípode
Sí, sí, ríete. Pero montar un trípode no es tan sencillo. Y aunque lo parezca, hay que hacerlo bien porque de lo contrario puede provocar fallos de trepidación, una caída, una pata asomando en la imagen, etc.
Mi propuesta de ejercicio es que te familiarices con las tuercas, con la rótula, con la zapata. Que lo abras y lo cierres varias veces, que pruebes todas las posiciones que ofrezca tu trípode, que pongas la cámara en horizontal y vertical, que pruebes a subir la columna o a invertirla si cuenta con esa opción.
Marea el trípode hasta que puedas manejarlo con los ojos cerrados. Si alguna vez tienes que montarlo en la oscuridad de la noche, o con mucha prisa, te acordarás de estas palabras.
Además, deberías tener en cuenta otras cuestiones a la hora de montar tu trípode, que te las contamos en artículo del enlace.
¡Ah! Que no tienes… Pues si estás pensando en comprarte un trípode, aquí descubrirás por donde empezar, qué tener en cuenta para acertar y nuestras recomendaciones.
2. Descifra el menú de tu cámara
Es probable que si te pregunto dónde está una función de tu cámara te entre la risa nerviosa. Somos así, trasteamos botones hasta dar con lo que buscamos.
Ahora piensa un momento. Vas por la calle, ves una escena alucinante, en la plena oscuridad cae un haz de luz y ves que está a punto de pasar una silueta super interesante para captar su sombra y quieres cambiar la medición de la luz a puntual.
Pero no te acuerdas dónde era. Te pones a recorrer el menú y aquel sujeto tan interesante mientras tanto se te escapa.
¿Ves la importancia? Pues como este ejemplo pueden ocurrir mil situaciones más. En uno de esos momentos que estés por casa haciendo tiempo para lo que sea o zapeando por cualquier plataforma televisiva en plena parálisis por elección, apaga la tele y coge la cámara.
Aprenderte el menú de la cámara o las funciones más importantes es esencial. Puede parecerte que nada tiene que ver con hacer buenas fotos pero tiene todo lo contrario.
Si estás pensando dónde están los ajustes no puedes concentrarte en otros aspectos como la composición, la narrativa… y peor aún, ¡perder la foto!
3. Experimenta con la medición y exposición de la luz
¿Sabes qué tipo de medición de la luz usar en cada momento y cómo exponer? Este ejercicio fotográfico lo puedes hacer en casa, a cualquier hora, con las luces de la ventana o con las lámparas de tu casa.
No necesitas un paisaje espectacular ni una escena interesante para aprender cómo se comporta la luz y cómo capturarla con tu cámara exactamente como a ti te interesa.
Aprender a exponer en las luces, o en las sombras, o en situaciones de iluminación más o menos homogéneas es clave.
Si tienes dudas sobre el tema o no tienes ni idea de qué te estoy hablando, en este artículo te enseñamos a medir y exponer correctamente con tu cámara.
4. Practica el enfoque manual
¿Cuántas veces has enfocado en manual? Hace unos cuantos años era la única opción. Ahora tenemos la suerte de que existe el enfoque automático y nos hemos vuelto unos comodones.
¿Me equivoco? Usar el autoenfoque no es ningún pecado, usarlo por defecto y en todas las ocasiones porque no sabes enfocar en manual es un error que tiene fácil solución.
Ve a por tu cámara, elige cualquier objeto que tengas en casa (no tiene por qué ser bonito) y practica el enfoque. Sobre todo con aperturas grandes que es donde más se complica el asunto, pero no te limites a ellas.
Esta práctica te servirá para que cuando llegue el día que necesites enfocar en manual, por el motivo que sea (hay muchas razones), puedas hacerlo sin miedo y sin fallar.
Para todas las dudas y preguntas que tengas respecto al enfoque, tienes las respuestas en esta mega guía.
5. Profundiza en la profundidad de campo
Hablando de enfoque y aperturas, otro ejercicio muy fácil que puedes hacer es estudiar la profundidad de campo. Habrás leído sobre ella, seguro. Que si con aperturas grandes tienes más desenfoque del fondo, que para paisajes mejor una apertura pequeña, etc.
Ahora bien, ¿hasta qué punto la controlas? ¿Sabes cuándo usar f/2.8, f/8 o f/22? ¿Sabes cuáles son los efectos de utilizar una u otra? ¿Sabes cómo desenfocar más un fondo con la misma apertura?
Léete este artículo sobre la profundidad de campo y practica en tu casa todas las posibilidades. La teoría es solo el primer paso, la única forma de afianzar es ponerla en práctica.
6. Valora el ruido a distintos ISO
¿Conoces con qué valores ISO de tu cámara el ruido es evidente? Si no has hecho la prueba, te recomiendo que hagas este ejercicio cuanto antes.
Hay situaciones en las que es mejor una foto con ruido que una foto movida. Pero es importante saber dónde está tu límite, en qué valor ISO no toleras el ruido generado, o en qué situaciones puedes subirlo y hasta dónde.
Para ello, pon tu cámara en un modo semimanual (prioridad a la apertura o a la velocidad) y haz fotos distintas fotos del mismo motivo subiendo el valor ISO cada vez. Es importante que hagas este mismo ejercicio con distinta luz, porque la diferencia con ISO alto cuando hay luz abundante es importante respecto a cuando escasea o solo te alumbra una pequeña lámpara.
Y si quieres saber cuál es la diferencia entre ruido y grano, no te pierdas este vídeo:
7. Pon a prueba tu pulso
Igual que cada cámara provoca un nivel de ruido distinto con los mismos valores ISO, cada pulso es diferente. Hay quien sabe que no puede bajar de una determinada velocidad de obturación, que la regla de 1/distancia focal no le sirve porque le tiemblan las manos y las fotos aparecen trepidadas.
Por eso te recomiendo que realices varias pruebas con un objeto estático. Empieza por 1/500s, por ejemplo, y ve bajando en tercios de paso (o medios, dependiendo de la cámara). Después, analiza estas imágenes en el ordenador ampliándolas para ver a partir de qué valor tus fotos están movidas. Hazlo con los distintos objetivos que tengas, pues la distancia focal afecta.
Por cierto, no todas las fotografías tienen que tener una nitidez de infarto. Habrá momentos en los que preferirás una fotografía un pelín trepidada que no tener foto. Como con el ruido 😉
8. Domina la hiperfocal
¿Qué que es este nombre tan feo? Pues una cosa muy sencilla que te explicamos en este artículo sobre la distancia hiperfocal, donde también te enseñamos a calcularla.
El nombre se las trae, pero no es tan complicado y te salvará de muchas situaciones, pues con una misma apertura, si enfocas a la distancia hiperfocal, puedes conseguir muchos más planos en foco.
Y sí, la puedes practicar desde casa, aunque te ayudará poder asomarte a la ventana 😜.
9. Aprende a sujetar bien la cámara
No sujetar bien la cámara o adoptar una posición incorrecta también puede marcar la diferencia entre una foto válida o no válida.
¿Sabes el truco de inspirar y después apretar el botón de disparo? ¿O el de pegar los codos al cuerpo para ganar estabilidad?
Hazte un repaso al Fotosutra que te muestra Mario en este infográfico, con imágenes de cómo sujetar tu cámara y cómo no hacerlo.
Y practícalas en casa 😉 .
10. Descubre cuál es tu ojo dominante
En este artículo te explicaba cómo tu ojo dominante puede influir en tu forma de hacer fotos. Descubrir cuál era mi ojo dominante me ayudó a entender algunas dificultades que tenía con la cámara y a ponerles solución.
Échale un vistazo al artículo y averigua cuál es el tuyo. Si te pasa como a mí, practica el truco que te cuento en él, verás cómo en más de una ocasión agradecerás haber hecho este descubrimiento.
Sé que si practicas estos ejercicios fotográficos en casa, en un futuro cercano, cuando salgas a hacer fotos o se te presente una gran oportunidad, no la vas a desaprovechar y tus resultados serán mucho mejores de lo que te imaginas.
Si este artículo te ha resultado útil, por favor, no dudes en compartirlo con tus colegas de fotografía. Gracias y hasta la próxima.