Cuando un fotógrafo empieza a explorar la exposición en fotografía, uno de los primeros términos que se topa es la «medición de luz». Esta palabra puede sonar técnica al principio, pero en realidad, es fundamental para capturar imágenes bien balanceadas.
¿Alguna vez te has encontrado con fotos en las que las sombras son tan profundas que pierdes detalles importantes o, al contrario, esas áreas claras donde los reflejos son tan intensos que deslumbran? Es probable que esto haya sucedido porque la medición de la luz no se ajustó correctamente.
En la fotografía, la luz es uno de los factores más importantes a tener en cuenta. No solo debes saber cuánto ilumina una escena, sino cómo influye sobre los elementos de la misma. Aquí es donde entra el concepto de medición de luz reflejada y incidente, dos aspectos esenciales para garantizar que tus exposiciones sean siempre perfectas.
Aunque la mayoría de las cámaras modernas tienen modos de medición automáticos, entender cómo funciona este proceso te permitirá tener un control total sobre el resultado final, dándote libertad creativa para manipular la luz a tu favor.
En este artículo, desglosaremos todo lo que necesitas saber sobre la medición de luz en fotografía, explicando las diferencias entre la luz reflejada y la incidente, y cómo puedes usar ambas para tomar decisiones más informadas. Al final de este artículo, te sentirás mucho más cómodo y seguro al medir la luz, algo que puede marcar la diferencia entre una foto regular y una extraordinaria.
Si sientes que esto te identifica, desarrollemos más este tema ¡Vamos allá!
¿Qué es la medición de luz en fotografía?
La medición de luz en fotografía es el proceso mediante el cual se evalúa la cantidad de luz que llega a un sensor o película, para determinar la configuración adecuada de exposición. La cámara, a través de su medidor de luz interno, se asegura de que la cantidad de luz capturada sea la correcta, y que tanto las luces como las sombras se mantengan dentro de un rango visualmente atractivo.
En términos sencillos, la medición de luz te ayuda a obtener imágenes bien expuestas, evitando la sobre exposición (cuando la foto sale demasiado brillante) o la subexposición (cuando la foto se ve demasiado oscura).
Sin embargo, no todo es tan simple como parece. Existen dos formas principales de medir la luz en fotografía: la luz reflejada y la luz incidente. Comprender ambas y cómo utilizarlas correctamente puede ser la clave para conseguir una exposición perfecta, independientemente del tipo de fotografía que realices.
Luz reflejada vs. luz incidente ¿Cuál es la diferencia?
Antes de entrar en los detalles de cómo medirlas, es importante aclarar la diferencia entre estos dos tipos de luz. La luz reflejada es la que rebota en los objetos o superficies y llega al sensor de la cámara. En cambio, la luz incidente es la que llega directamente desde la fuente de luz, como el sol o una lámpara, hacia el sujeto o escena que estás fotografiando.
Cada tipo de luz tiene sus particularidades y afecta la exposición de manera diferente, por lo que aprender a medirlas correctamente te ayudará a tener un mejor control sobre tus imágenes.
Ahora que tenemos claro de qué estamos hablando, pasemos a los puntos clave que necesitas saber para dominar la medición de luz en fotografía.
1. Medición de luz reflejada
La medición de luz reflejada es la más comúnmente utilizada por los fotógrafos. Este sistema evalúa la luz que rebota en los objetos de la escena y se dirige hacia el medidor de la cámara. En pocas palabras, mide cuánto de la luz que ilumina la escena regresa a la cámara, lo cual influye directamente en la exposición de la foto.
En este modo, el medidor de luz interno de la cámara generalmente calcula la luz promedio que llega al sensor, lo que significa que en escenas de alto contraste, como un paisaje soleado con sombras profundas, el medidor puede «promediar» la luz y hacer que las áreas iluminadas se sobreexpongan o que las sombras se pierdan.
Para solucionar esto, la mayoría de las cámaras permiten elegir diferentes patrones de medición, como la medición matricial o ponderada al centro. En la medición matricial, la cámara mide la luz en varias áreas de la imagen para hacer una estimación más precisa, mientras que en la ponderada al centro, se da más importancia a la luz en el centro del encuadre.
Consejos para medir la luz reflejada
- Utiliza el modo de medición matricial si trabajas en un entorno con luz uniforme, como un paisaje abierto. Este modo funcionará bien en la mayoría de los casos.
- Ajusta la compensación de exposición para corregir si la foto resulta demasiado oscura o brillante. Si notas que las sombras son demasiado profundas, una compensación positiva puede iluminar esas áreas.
- En escenas de alto contraste, prueba con la medición puntual, que mide la luz en un área muy pequeña, generalmente en el centro del encuadre. Esto puede ayudarte a evitar la sobreexposición o subexposición en áreas críticas.
2. Medición de luz incidente
A diferencia de la luz reflejada, la luz incidente se mide directamente en la fuente de luz. Esto te permite conocer cuánta luz real está llegando a la escena y cómo afecta a los sujetos. La medición de luz incidente requiere un medidor de luz externo, un dispositivo que mide la luz que incide directamente sobre la escena.
Este tipo de medición es especialmente útil cuando se fotografían retratos o en situaciones donde necesitas tener un control más preciso sobre la iluminación, como en fotografía de producto o en estudios fotográficos. Al medir la luz incidente, puedes obtener una lectura precisa de la exposición sin preocuparte por las variaciones de la luz reflejada en los objetos.
Consejos para medir la luz incidente:
- Usa un fotómetro externo para obtener lecturas más precisas de la luz incidente. Coloca el fotómetro cerca del sujeto y apunta hacia la fuente de luz para obtener una medición correcta.
- Verifica la distancia de la luz incidente: si trabajas con luces artificiales, como flashes o luces continuas, asegúrate de medir la luz en el mismo ángulo y distancia del sujeto.
- Para retratos: mide la luz en el área donde se encuentra la cara del sujeto, ya que esta será la más crítica para conseguir una exposición natural.
Herramientas y equipos para medir la luz
Para tener un control más preciso sobre la medición de luz en tus fotos, es recomendable utilizar algunos equipos adicionales, como un fotómetro externo o un medidor de luz con función de medición incidente. Estos dispositivos te proporcionan lecturas más exactas, lo que te permite ajustar la exposición de manera precisa y obtener resultados profesionales.

Además, no olvides la importancia de las luces auxiliares, como reflectores o difusores, que te ayudarán a suavizar la luz reflejada y mejorar la calidad general de la iluminación en tu fotografía.
Ajustes en cámara: cómo dominar los modos de medición
Si bien un fotómetro externo es útil, no todos los fotógrafos tienen uno. Afortunadamente, las cámaras modernas tienen sistemas de medición avanzados que, cuando se usan correctamente, pueden proporcionar una exposición adecuada.
Por ejemplo, puedes utilizar el modo de medición puntual para capturar la luz en un área específica, o el modo de medición ponderada para obtener una exposición más equilibrada.
Experimentar con los diferentes modos de medición y ajustar la compensación de exposición según sea necesario te permitirá tener un control total sobre cómo se mide la luz en tus fotos.
La medición de luz en fotografía es una habilidad que cualquier fotógrafo debe dominar, ya que es la clave para capturar imágenes bien expuestas. Ya sea que uses la medición de luz reflejada o incidente, cada una tiene sus ventajas y desventajas, y lo ideal es conocer cómo emplearlas en diferentes situaciones.
Recuerda que el control de la luz es un proceso continuo de experimentación. Al medir correctamente la luz, podrás crear fotografías impactantes, con la exposición perfecta que resalte todos los detalles y colores de tu escena. Así que no dudes en salir y practicar: ¡la luz está a tu alcance!
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