La narrativa visual en fotografía y cine se enriquece con diversas técnicas que impactan directamente en la percepción del espectador. Entre estas, el plano holandés emerge como una herramienta intrigante y extremadamente potente.
Con este artículo te inicio en esta potente técnica cinematográfica y fotográfica, explorando sus orígenes, características distintivas y la manera en que puedes aplicarlo para hacer historia con tus planos.
Qué es un plano fotográfico
Es la porción específica de la escena que está enmarcada y registrada por el fotógrafo. La elección del plano fotográfico tiene un impacto significativo en la composición y la narrativa visual de la imagen.
Plano holandés: definición
El plano holandés consiste en una inclinación deliberada de la cámara, creando un horizonte oblicuo en la imagen (entre 15-45 grados con respecto a la línea del horizonte). Conocido también como plano aberrante, plano vórtice, ángulo inclinado o ángulo alemán, este peculiar ángulo añade una sensación de tensión y desequilibrio a la composición, generando un impacto visual único y evocador.
Origen del plano holandés
El plano holandés tiene sus raíces en el cine alemán de la década de 1920, destacando en el expresionismo. Atribuido a directores como F.W. Murnau, su uso inicialmente expresaba inestabilidad emocional.
Este estilo visual se consolidó en Hollywood y ha persistido como una herramienta narrativa, aportando tensión y significado a escenas clave en la historia cinematográfica y fotográfica.
Características del plano holandés
Son tres las principales características de un plano holandés o aberrante.
- Inclinación de la cámara: La clave de esta técnica radica en inclinar la cámara en un ángulo diagonal, rompiendo con la horizontalidad convencional.
- Perspectivas y líneas: El plano holandés a menudo destaca líneas diagonales en la composición, contribuyendo a un efecto visual más dinámico y llamativo.
- Impacto visual y emocional: El impacto del plano holandés va más allá de lo visual, generando emociones intensas y creando atmósferas únicas. Esta técnica no solo es estilística, sino una herramienta expresiva que influye en la experiencia del espectador.
Importancia y relevancia en la fotografía y cine
Como decía, el plano holandés no es simplemente una técnica estilística, sino una herramienta narrativa valiosa. Su utilización estratégica puede transformar por completo la atmósfera de una escena, transmitir estados emocionales intensos y subrayar la importancia de ciertos elementos visuales.
Todo esto es lo que puedes conseguir con un plano holandés:
- Creación de tensión: La inclinación de la cámara a menudo se asocia con momentos de conflicto o suspense, intensificando la experiencia del espectador y generando un mayor dramatismo.
- Enfoque en elementos clave: Al destacar elementos específicos en la composición, el plano holandés puede dirigir la atención del espectador hacia detalles cruciales para la trama.
- Representación de la subjetividad: Este tipo de encuadre puede ser utilizado para simbolizar estados mentales o perspectivas subjetivas de los personajes, añadiendo profundidad psicológica a la narrativa.
Funciones y objetivos del plano holandés
Veamos cuáles son las funciones y objetivos del plano aberrante.
Creación de tensión y desequilibrio
El plano holandés se utiliza estratégicamente para crear tensión en escenas de conflicto, añadiendo un elemento de desequilibrio visual que intensifica la narrativa.
Observa esta imagen, ten por seguro que si el horizonte hubiera quedado recto, no habría transmitido esa sensación de caída y caos. Probablemente se entendería como un simple salto.
Destaque de elementos clave en la composición
En situaciones específicas, el plano holandés resalta elementos clave, guiando la atención del espectador hacia lo esencial para la trama o el mensaje visual.
Representación de estados mentales o emocionales
Sirviendo como un medio para representar estados internos, el plano holandés se convierte en una ventana hacia la psicología de los personajes y la intensidad emocional de la narrativa.
Es inevitable compartir el miedo y la angustia que siente la protagonista de El Resplandor en esta toma, ¿verdad?
¿Cómo se logra el plano holandés?
El principal paso para lograr un plano aberrante u holandés es la inclinación. Esta inclinación de la cámara se logra ajustando el ángulo de la cámara diagonal para romper con la horizontalidad convencional. Esta técnica requiere precisión y propósito para transmitir la sensación de desequilibrio.
El plano holandés destaca líneas diagonales en la composición, añadiendo dinamismo y dirigiendo la mirada del espectador hacia elementos clave. Estas líneas y perspectivas contribuyen a la estética única de la técnica.
El impacto del plano holandés va más allá de lo visual, generando emociones intensas y creando atmósferas únicas. Lo dicho, se trata de una herramienta expresiva que influye en la experiencia del espectador, por lo que debes ir más allá de las líneas diagonales o inclinación de la cámara: sujeto, contexto, iluminación, etc., todo suma.
¿Cuándo utilizar el plano holandés?
Es importante matizar que el uso del plano holandés debe ser intencional y no excesivo, ya que puede resultar abrumador si se abusa de él.
Aunque es útil experimentar con este tipo de encuadre para comprender cómo afecta a la percepción de la imagen y descubrir cuándo es más apropiado según la narrativa visual que se intente crear.
Estos son algunos ejemplos de cuándo puedes utilizar el plano aberrante:
- Escenas de suspenso o tensión: Este plano se ha utilizado tradicionalmente en películas de suspense y géneros similares para crear una atmósfera inquietante o de amenaza. En fotografía, este efecto puede aplicarse en situaciones donde se quiera transmitir un sentimiento de intriga o inquietud.
- Escenarios caóticos o desordenados: Cuando se quiere resaltar la confusión o el desorden en una escena, el plano aberrante puede ser útil. Esto puede ser especialmente efectivo en fotografías de espacios urbanos o lugares con una apariencia caótica como conciertos de rock, manifestaciones, etc.
- Escenas de acción o movimiento: En situaciones donde hay acción o movimiento, como deportes extremos o eventos dinámicos, el plano holandés puede agregar energía y tensión visual, transmitiendo la sensación de que algo emocionante o impredecible va a ocurrir.
- Escenas de pesadilla o sueño: Este plano puede usarse para crear una atmósfera onírica o surrealista, como en escenas de pesadillas o en situaciones que se perciben como surrealistas.
- Momentos de conflicto o tensión emocional: En retratos o situaciones en los que se desea resaltar la tensión emocional entre los sujetos, el plano holandés puede acentuar esa sensación de conflicto o inestabilidad.
- Elementos naturales inusuales: Al fotografiar paisajes o elementos naturales de una manera que rompa con la percepción convencional, el plano aberrante puede agregar un toque de originalidad y sorpresa.
Casos donde el plano aberrante puede resultar contraproducente
Veamos ahora el caso contrario, en qué ocasiones está desaconsejado el uso del plano holandés:
- Desconexión emocional: En escenas que requieren una conexión emocional directa con los personajes, un uso indebido de este plano puede crear una sensación de desconexión, ya que el ángulo inclinado puede distraer en lugar de enriquecer la experiencia.
- Confusión narrativa: En películas con tramas complejas, el uso excesivo del plano holandés puede generar confusión narrativa. El espectador puede perder la orientación espacial, dificultando la comprensión de la secuencia de eventos.
- Estilo inconsistente: En proyectos que buscan mantener un estilo visual consistente, el uso ocasional del plano holandés puede parecer discordante. La falta de coherencia estilística puede distraer del mensaje general de la obra.
- Fatiga visual: La inclinación constante de la cámara puede causar fatiga visual, especialmente en producciones extensas. Esto puede disminuir el impacto emocional deseado, ya que los espectadores pueden volverse insensibles a la técnica.
Si te apetece sumergirte más en este plano, te recomiendo el siguiente vídeo en el que encontrarás un montón de ejemplos comentados, tanto de cine como de fotografía.
Antes de despedirme, déjame recordarte algo, no abuses de este plano. Es muy efectivo si se utiliza bien y cuando toca. Nada de tenerlo como recurso reiterativo. Guárdatelo para las ocasiones que verdaderamente lo merezcan o requieran.
Tienes una herramienta más en tu haber, ¿qué vas a hacer con ella? Espero que no se quede criando telarañas en un rincón de tu masa gris. Dale uso, moderado pero dale uso.
Y no olvides compartir si te ha parecido útil.
Gracias. Siempre.