La fotografía es una afición que requiere muchos sacrificios. A parte de ser un hobby caro, la fotografía requiere mucha dedicación, aprendizaje, observación y esfuerzo. Pero no te preocupes, la buena noticia es que si como la mayoría de los lectores de este blog tú también eres un apasionado de la fotografía entonces nada de esto se resultará engorroso o inalcanzable, todo lo contrario, lo vas a disfrutar como se disfrutan pocas cosas en la vida.
Ya hemos aclarado varias veces que la foto no la hace la cámara sino que la hace el fotógrafo. Evidentemente una buena cámara ayuda mucho, pero además de una buena cámara existe una serie de elementos que son decisivos para que una foto sea atractiva y satisfactoria. Son aspectos que muchas veces descuidamos o que ignoramos por completo. A continuación te los voy a desmenuzar.. Sigue leyendo.
La Pócima del Fotógrafo Exitoso
1 – Necesitas viajar mucho: Es fácil impresionarse ante una foto exótica, pero sólo conseguiremos fotos exóticas si viajamos a lugares exóticos. Si viajas al Tibet, a Shangai, a Tenochtitlán o a Marrakech aprovecha la oportunidad. Dedica un rato a tomar buenas capturas, fotos que tal vez no puedas volver a tener la oportunidad de disparar en el futuro.
2 – Necesitas un buen objetivo/lente: La mayoría de las fotos impresionantes tienen su secreto en el objetivo con el que fueron tomadas. Los objetivos Macro agrandan los detalles minúsculos, los de Gran-angular captan ámplios panoramas, los objetivos de grandes aperturas (f/1.4 ó f/1.8) difuminan el fondo y le dan más nitidez al objeto o sujeto que estamos fotografiando. Si ha pasado un tiempo razonable desde que compraste tu primera cámara réflex digital tal vez vaya siendo hora ya de que te compres un objetivo extra. Te prometo que una misma escena puede resultar aburrida o impresionante en función del objetivo con el que fue tomada.
3 – Necesitas ser disciplinado y paciente: Conseguir una foto de la que sentirnos orgullosos requiere una gran cantidad de paciencia. Tanta es la paciencia que se requiere que muchos se cansan, se quedan a medio camino, caen, abandonan.
Ser paciente y tener disciplina en la fotografía significa levantarse a intempestivas horas de la mañana y acercarse al río, preparar la cámara y el trípode con suficiente antelación, y esperar el momento del nacimiento del día. Significa tumbarse en el campo de noche y disparar una foto de larga exposición de unos 15 ó 20 minutos. Significa tirarse horas pateando las calles de una ciudad desconocida, cámara en mano, fotografiando cada detalle, objeto o persona interesante. Significa estar al acecho para poder capturar e inmortalizar cualquier momento fugaz.
¿Todo esto para qué..?
Si mientras leías los párrafos anteriores te has sentido agobiado, apresurado, incordiado, apesadumbrado, te aconsejo que lo dejes aquí colega. No pasa nada, en el mundo hay muchas otras aficiones, acabarás encontrando la tuya 😉 En cambio si eres alguien que disfruta con los detalles, alguien que busca retos, alguien que «siente» el mundo de una manera distinta y que siente la necesidad de decirlo, de comunicarlo, si eres alguien que quiere documentar su propia versión de cada uno de los detalles que le rodean, entonces bienvenido.
La pasión es el cuarto ingrediente que no he citado arriba, ya que es un elemento difícil de describir o manosear con facilidad. La pasión es algo que si no lo tienes poco puedes hacer. La pasión del fotógrafo (profesional, o aficionado ambos por igual) es lo que lo guía, lo educa, lo instruye, hace de él alguien paciente y le indica qué ha de hacer y qué no. Lo demás son detalles accesorios.
Si tienes el cuarto ingrediente, los demás los conseguirás con facilidad, te lo aseguro.
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Lo dicho, nos leemos por aquí. A portarse bien 😉