La posición de las manos influye muchísimo, más de lo que te puedes imaginas, en la calidad de los retratos. Sorprende pero cuando trabajamos con una modelo poco experimentada se suele producir la confusión de «¿Qué hago con las manos? ¿Dónde las pongo?..» Algo tan simple y evidente como unas manos puede estropearnos todo el retrato, por muy guapa o guapo que sea nuestro sujeto.
Y es que muchas veces no nos damos cuenta hasta el final de la sesión, o cuando ya estamos revisando las fotos en el ordenador y ya es tarde ¡Ajjjjj, qué frustración!
Pero espérate, todavía puede ser peor: a veces no estamos satisfechos con el retrato y ni siquiera sabemos por qué. Sabemos que algo falla pero no somos conscientes de que son las manos.
En el artículo de hoy te traigo unos consejos breves pero muy efectivos para que no caigas en este error común, el de subestimar el poder de las dos manos de tu sujeto.
Consejos para fotografiar retratos con manos correctamente
La mejor forma de obtener un postura de manos adecuada y correcta es asignarles, a las manos, alguna misión u objetivo dentro de la foto. No pueden aparecer en la foto así porque sí, tienen que cumplir algún fin, transmitir un mensaje, llamar la atención a algo, etc. Pueden sostener un vaso, apoyarse en la cara del sujeto, dirigir la atención del espectador hacia algún elemento de la composición, o extenderse en paralelo al cuerpo para reflejar tranquilidad y paz. El tema es que tienen que aportar algo. Ya sabes, lo que no suma resta. Así que apáñatelas para que las manos del sujeto refuercen alguna idea.
Antes de cada disparo fíjate en la posición de las manos. Pídele al sujeto que mantenga las manos sueltas, relajadas y con los dedos ligeramente separados. A una mala si el sujeto está un poco nervioso y no es capaz de relajar sus manos (lo cual es normal) intenta componer fotos en las que no salgan sus manos en absoluto. Este truco puede ser útil al principio de la sesión, luego tu sujeto se irá relajando poco a poco y ya sí podrás incluir las manos dentro del encuadre tranquilamente.
Hay veces en que lo mejor es mantener las manos de nuestro/a modelo ocupadas. Haz que sujete algún objeto, una naranja por ejemplo, una carpeta o libro, un vaso con alguna bebida… Ah, y muy importante, haz que parezca natural por favor.
Procura que los dedos no apunten directamente al objetivo de la cámara, salvo que lo quieras así a propósito (como en la foto). Si vas a fotografiar las manos de un hombre pídele que cierre el puño ligeramente, esto le dará a la mano mayor redondez y tridimensionalidad. En el caso de los retratos femeninos sí conviene que el puño esté menos cerrado.
Cuando una persona se cruza de brazos para una pose fotográfica, es importante que no apriete demasiado los brazos contra el pecho, ya que así va a parecer como si tuviese frío y buscase calor. Por otro lado, conviene que separe muy muy ligeramente los brazos cruzados del pecho (sin que se note demasiado) porque de lo contrario los brazos muy apretados pueden parecer más gordos de lo normal.
Regla importante: Si vas a incluir la mano en un retrato haz que aparezca entera. No dejes que salga sólo una parte de la mano. O la incluimos entera o mejor dejarla escondida.
Prestarle atención a estos detalles es esencial para una fotografía de retrato correcta. Al principio te costará fijarte pero con el tiempo irás cogiendo práctica y aprenderás a detectar, casi instintivamente, aquellas posturas incorrectas para las manos.
Espero que hayas disfrutado de esta lectura.