Si te acabas de subir al apasionante carro del fotógrafo aficionado poseedor de una flamante cámara réflex, enhorabuena, seguro que ya te has lanzado a trastear con todos los botoncitos, tuercas y rueditas de tu cámara con fervor. Seguramente también que te has centrado en la rueda principal, has probado los modos (aunque no has visto a priori demasiada diferencia entre unos y otros, bueno sí, has visto que en automático las imágenes quedan geniales y en manual no sale nada de nada 😉 ). También has probado algunos efectos chulísimos con los que cuenta tu cámara: Blanco y negro, efecto miniatura y no sé cuántas virguerías más.
Todo eso con el manual de instrucciones abierto de par en par delante de ti. La verdad es que no has pasado de la página 1, pero no importa, porque te has propuesto leértelo de cabo a rabo tal y como siempre recomendamos en este blog 😉 . En unos minutos el manual sigue abierto en la misma página y ya estás bostezando. Lo dejas para luego, sí, sí, seguro. Ahora prefieres aprender experimentando. Cuando acabas con la rueda principal te das cuenta de que hay unos cuantos botones aquí o allá. Algunos no parecen hacer nada por sí solos. Los toqueteas un poco pero no sacas nada en claro. Ya lo consultarás en tu manual, que sigue allí mirándote abierto en la misma página donde lo dejaste al comenzar esta historia… Pero ese momento de encuentro mágico entre manual de instrucciones-usuario nunca se da. Y como bastante tienes ya con el resto de funciones (de hecho te bastas y te sobras) pasan los años y sigues sin saber el por qué de algunos de esos botones… ¿Te suena este símbolo +/- ? ¿No sientes la más mínima curiosidad? Prometo intentar guiarte a la respuesta algo más alegremente que tu manual de instrucciones… Follow me! 🙂
Desde el principio…
Ya sé que la curiosidad te está matando, así que para no hacerte sufrir más, voy a adelantarte qué es el misterioso botón: Botón de compensación de la exposición. ¿Cómo te quedas? Con este título no he mejorado mucho el manual de instrucciones, lo sé. Prometo mejorarlo de ahora en adelante 🙂 . Pero para ello, empezaremos por el principio.
¿Cómo funciona el sistema de exposición?
Fotómetro o exposímetro
Todas las cámaras digitales llevan integrado algo que conocemos con el nombre de fotómetro o exposímetro. Éste no es más que un sensor que recibe la luz de la escena y nos da unos valores “correctos” de exposición para que nuestra imagen no quede ni sub (oscura) ni sobre expuesta (quemada). Hasta aquí fácil, no hay mucho que debamos hacer. Sólo que estos medidores de luz, suelen encontrarse con situaciones en las que las condiciones tonales del entorno pueden engañarlos. Quizá te suene aquello de compensar en paisajes nevados, ¿Verdad? Esto se debe a que el fotómetro está programado para medir escenas de tono gris medio. Si en el entorno domina otro tono, el fotómetro se basa en él igualmente como si de un gris medio se tratara. Esto nos lleva a que en escenas donde domina el blanco, el fotómetro nos dé valores para una escena de tono gris medio, dejándonos una escena grisácea (subexpuesta) ya que interpreta que en la escena hay demasiada luz (aunque en realidad es el color blanco), o en escenas donde domina el negro, tienda a sobreexponer pensándose que está demasiado oscuro, cuando lo que pasa es que simplemente el color dominante es negro. Es entonces cuando, si lo que queremos es una exposición correcta, debemos tomar las riendas de la exposición para que nos muestre el mundo tal y cómo lo percibimos nosotros; con sus blancos y negros puros, con textura, etcétera. Igualmente, si lo que quieres es transmitir diferentes sensaciones jugando con la luz (oscureciendo o aclarando intencionadamente la escena), hay que controlar la exposición.
¿Qué es el botón de control de exposición?
El botón de control de exposición te permite modificar los parámetros de exposición que te da tu cámara después de haber hecho la medición oportuna. Y dirás, “Bueno, pero eso es lo que hacemos siempre en el modo manual, ¿Qué diferencia hay?” Pues bien, aquí está la gracia de este sistema: Te permite trabajar en cualquier modo de prioridad de tu cámara pero controlando la exposición siempre que lo necesites.
Es decir, no necesitas necesariamente trabajar en manual para tener total control de la exposición si no que puedes configurar tu cámara en alguno de los modos de prioridad a la apertura o a la velocidad (semiautomáticos) y controlar la exposición con tanta efectividad y control como lo harías en el modo manual.
Siempre alabamos las ventajas del modo manual cuando queremos controlar cada aspecto de la escena, pero lo cierto es que las diferentes situaciones y el día a día hacen que éste no sea siempre el modo ideal con el que trabajar. Muchos fotógrafos deciden trabajar con los modos semiautomáticos para tener más rapidez, sólo que entonces se pierde el control de la escena. El botón de control de exposición nos permite aunar la agilidad de los modos automáticos con el control de la exposición que nos daría un modo manual.
¿Cómo funciona?
Como ya hemos anunciado anteriormente, el botón de control de exposición es efectivo cuando trabajamos en modos semiautomáticos. En manual no tiene sentido porque ya controlamos todos los aspectos de la escena, y en automático no controlamos nada de nada, así que tampoco nos sirve 😉 Pero veamos cómo funciona exactamente para cada uno de los modos semiautomáticos
Modo de prioridad a la velocidad
Como bien sabes, en este modo damos prioridad a la velocidad y, por ello, es el valor que nosotros decidimos y fijamos de forma manual, dejando que sea la cámara la que escoja el otro valor; la apertura. En este caso, el botón de control de la exposición nos permite cambiar este valor automático (apertura) sin necesidad de cambiar de modo de disparo. Así que si en una escena consideras que el valor de apertura que te está dando la cámara no es adecuado, puedes modificarla de forma ágil a través del botón de control de exposición.
Modo de prioridad a la apertura
En este modo, en cambio, nuestro valor prioritario es la apertura, sea para controlar la cantidad de luz que entra a través de nuestro objetivo o la profundidad de campo. Una vez fijamos la apertura, es la cámara la que escoge la velocidad de obturación. A través del botón de control de exposición podemos controlar también este valor siempre que nos interese.
¿Dónde lo encuentro?
En algunos modelos de cámaras, el botón de control de la exposición se sitúa en la zona superior derecha de la cámara, cerca del botón de obturador y corresponde al símbolo +/-. En otros modelos, se sitúa en la parte trasera de la cámara también con el símbolo +/- o bien tiene su propio dial de exposición . Es cuestión de localizarlo a simple vista, o bien echándole mano al manual de usuario 😉
Dominar la exposición en fotografía es todo. Lo hemos dicho cientos de veces y probablemente lo seguiremos haciendo unas cuantas veces más y, si bien el botón de control de exposición puede que no sea la primera parada que hagas en este mundillo fotográfico, sí es una de las paradas que te recomiendo que hagas una vez estés algo familiarizado con aperturas, velocidades, exposiciones y los diferentes modos de disparo. Cuando todo ello forme parte de tu vida (será antes de lo que imaginas, ya verás 🙂 ) o si ya lo es, dale una oportunidad a este pequeño pero matón sistema para controlar de forma efectiva y rápida tu exposición 😉
Espero que te haya sido útil este artículo, si es así te agradecería que lo compartieras con alguien que pueda beneficiarse de él. Muchísimas gracias y hasta la próxima 🙂