A medida que maduramos en este mundillo de la fotografía réflex, la manera en que concebimos y pensamos en los objetivos y lentes va cambiando. A lo largo de nuestro recorrido muchas veces adoptamos ideas incorrectas, infundadas y erróneas relacionadas con los objetivos. He aquí algunas… Por favor, asegúrate de no creer en ninguna de estas supersticiones. Y si quieres saber más sobre objetivos, tipos, terminología, siglas, distancias focales y demás, no te pierdas la mega guía que te hemos preparado.
¿El tamaño importa?
Al principio de nuestra vida fotográfica, cuando acabamos de aterrizar en el mundo «réflex», creemos que el mejor objetivo es el más grande y el más largo, el que tiene mayor alcance, mayor zoom. Todos hemos pasado por ese típico momento en que hemos visto a algún fotógrafo profesional pasear con una réflex dotada de un teleobjetivo de 200 ó 600mm y nos hemos quedado boquiabiertos, pensando: «¡Qué afortunado! Si yo tuviera uno igual de grande…».
Luego con el tiempo empezamos a madurar, y ya nos damos cuenta de que el tamaño no lo es todo, y de que el hecho de que un objetivo tenga una enorme distancia focal no significa necesariamente que sea el mejor objetivo, pues cada situación y cada foto tendrá un objetivo adecuado.
¿Un todo terreno..?
Pasado un tiempo, nos damos cuenta de que nuestros objetivos (2 por ejemplo) son un engorro, y que ojalá tuviéramos un sólo objetivo capaz de abarcar todas las distancias focales que normalmente usamos, por ejemplo de 14 hasta 300mm para así no tener que andar cambiando cada vez de objetivo. Ahí va otra gran equivocación. No es bueno tener un sólo objetivo con un amplio rango de distancia focal. Bueno, al menos no siempre es bueno. Hay veces en que nos puede interesar, pero tenemos que saber que un sólo objetivo con amplia distancia focal significa un objetivo menos especializado y muy disperso, sus lentes y cristales no ofrecerán un resultado espectacular en ninguna distancia focal concreta.
¿Peso ligero..?
También hay gente que suele confundirse pensando que le interesa acarrear en su mochila objetivos de menor peso. Es cierto que eso le interesa pero sólo desde un punto de vista de salud, pues su espalda u hombro le agradecerán la decisión de llevar menos peso. Ahora bien, un buen objetivo o lente va siempre ligado a mayor peso. Los objetivos de calidad conllevan muchas más piezas, ofrecen más solidez, son más robustos, y presumen de materiales y cristales de calidad, lo que repercute en mayor peso. De hecho conozco a gente que utiliza el peso del objetivo como uno de los baremos de calidad que siempre comprueban antes de comprar uno.
Si tuviera que sacrificar todos mis lentes y pudiera conservar uno, sólo uno.. tengo muy claro cuál sería. Es mi objetivo estrella, el amo de los objetivos, el objetivo que hizo que me enamorara definitivamente de la fotografía.. Es el objetivo que tú también deberías tener, porque tu cámara te lo está pidiendo a gritos..
¿Quieres saber qué objetivo es..? Te lo cuento la semana que viene… 😛