Muchos de los que se dedican a la fotografía como afición terminan convirtiéndola en profesión. Tiene sentido ganarte la vida haciendo algo que te gusta, sobre todo si, además, se te da bien.
Si te estás planteando dar el salto del mundo aficionado al profesional, hay unos cuantos puntos que me gustaría que tuvieras en cuenta. Te ayudarán a dirigir tu proyección profesional de manera acertada.
¿Fotógrafo Profesional..?
La expresión «Esto es un trabajo de aficionados» nos hace creer que el fotógrafo aficionado o amateur produce peores resultados que el profesional. ¿Calidad «profesional» significa siempre calidad «mejor»? No necesariamente.
Ya expliqué en más de una ocasión que la diferencia entre fotógrafo aficionado y otro profesional es que el primero lo hace por amor al arte, por afición; el segundo lo hace por ganarse la vida. Es la única diferencia real. A partir de ahí, te puedes encontrar con calidades mejores y peores en ambos grupos. Todos hemos visto excelentes trabajos fotográficos de fotógrafos aficionados, de algún amigo o colega, que los ves y te quedas impresionadísimo; y otros de fotógrafos profesionales que no alcanzan una calidad decente mínima. Te encuentras con un poco de todo. Así que recuerda: hacerte profesional significa que te empieces a ganar la vida así. La calidad de tus trabajos eso ya es otro tema.
Aclarado este punto, ¿qué tienes que tener en cuenta si tu objetivo es convertirte en fotógrafo profesional?
Cosas a considerar a la hora de querer hacerse Fotógrafo Profesional
Esto es como todo. Te puedes lanzar a la piscina y pensar «soy fotógrafo profesional», y dejarlo todo en manos de la suerte. Siempre habrá algún cliente despistado que te contratará independientemente de cómo lo estés haciendo. O tienes la otra opción, la de planteártelo como un proyecto, trazar una estrategia, fijártelo como objetivo y empezar a trabajar cada uno de los siguientes elementos o «útiles» para estar cada vez más cerca del objetivo.
Cámara de Fotos
Indudablemente necesitas hacerte con una buena cámara de fotos réflex, a poder ser, una de rango profesional. Estas cámaras suelen costar un precio relativamente elevado, pero se supone que al dedicarte a la fotografía de manera profesional las acabas amortizando en poco tiempo.
El motivo por el que necesitas una cámara profesional no tiene nada que ver con la calidad de la foto. O muy poco. Muchos fotógrafos hacen virguerías con cámaras réflex de iniciación. La diferencia está en el funcionamiento de estas cámaras: con una réflex profesional trabajas cómodo, alcanzas la mayoría de las funciones a un botón de distancia gracias a sus botones dedicados (en vez de tener que meterte dentro del engorroso menú cada que vez que quieras cambiar algo en los ajustes). Además, las réflex profesionales suelen ser mucho más duraderas y resistentes, pues se entiende que no le vas a dar un uso ocasional sino más bien intensivo y continuo.
Objetivos
Olvídate de tu objetivo 18-55mm básico. Como profesional de la fotografía necesitas objetivos especializados. Los hay especiales para retrato, para fotografía de deporte, para Macro, paisajes, etc. Piensa en el tipo de fotografía en que te quieres especializar. A partir de ahí encontrarás la respuesta a qué objetivos has de comprar.
Aunque tengas que invertir algo de dinero en unos objetivos, tranquilo, es una inversión más de largo de plazo. Generalmente un objetivo te va a durar toda la vida. El cuerpo de la cámara pierde valor con el tiempo, rápidamente salen nuevos modelos con más megapíxeles, mejor comportamiento del ISO, etc., pero el objetivo ahí lo tienes, pasa el tiempo y su valor no baja prácticamente.
Accesorios y material de iluminación
Fondo blanco, fondo negro, kit de iluminación interior, cajas de luz, uno o dos flashes externos, reflectores. Con el tiempo, como profesional irás acumulando un buen patrimonio de material que irás adquiriendo según tus necesidades. No necesitas tenerlo todo desde el primer día. Y al igual que los objetivos, el tipo de material que necesites dependerá del tipo de fotografía en que te quieras especializar. Los retratos requieren un poco más de inversión habitualmente. Lo que sí es cierto es que un flash potente y un reflector bueno te harán falta casi desde el día uno.
Local/Estudio
Como te imaginarás, necesitas un local o estudio de trabajo. Esto al principio no suele estar muy definido ya que si cubres bodas y reportajes sociales tal vez no te haga falta un estudio de trabajo como tal, o al menos no obligatoriamente. En cambio si te especializas en fotografía de moda, modelos, etc., te hará falta preparar un espacio (que puede ser en tu propia casa) para atender y trabajar con los clientes.
Cursos y Estudios
Aunque puedes dominar la técnica fotográfica de modo autodidacta y aprender a producir grandes fotografías por tu cuenta, no te voy a esconder que un estudio académico de un Grado o Máster de Fotografía Profesional te aportará muchos conocimientos que te irán bien para tu carrera como fotógrafo. En un curso oficial de fotografía (en uno bueno) no sólo te enseñan conocimientos técnicos, cosas de composición, exposición, edición y retoque digital, sino que coges también la dinámica del mundillo profesional, conoces a profesores que son al mismo tiempo fotógrafos profesionales, tienes contacto más cercano y directo con agencias de modelos, agencias de publicidad, etc. En un curso de fotografía profesional recibes orientación sobre el tipo de fotografía en que te conviene especializar, por cuánto deberías facturar tus reportajes, y un sinfín de trucos y astucias que sólo adquieres estando en contacto íntimo con la gente de este mundo.
Sin duda puedes hacerte fotógrafo profesional sin tener que acudir a una escuela o academia de Fotografía, pero si puedes permitirte estudiar un grado o máster de fotografía, hazlo. Te vendrá muy bien.
Página web/Portafolio
No puedes pretender establecerte como fotógrafo profesional y no tener una web o portafolio online. Una galería online es tu escaparate de cara a posible clientes a quienes tu trabajo podría interesar. Necesitas tener algún tipo de presencia online que vaya más allá del típico perfil en redes sociales como Flickr, Instagram o Pinterest.
Existe una multitud de servicios online que te permiten montar tu propia Web o Galería online como fotógrafo, recomiendo especialmente una que es la que describo, paso a paso, en el siguiente tutorial.
¿Cobrar como Autónomo, o no?
Una de las primeras decisiones que vas a tener que tomar en tus primeras semanas como fotógrafo profesional es el modo de facturación y cobro. Lo más legal sería darte de alta como autónomo y empezar a emitir factura a todos tus clientes y en todos tus trabajos. Esto significa que te tienes que dar de alta como autónomo, pagar una cuota mensual (al menos en España) de más de 200 Euros si no me equivoco, y de todos tus ingresos apartar un poco de dinero en concepto de impuestos de IVA e IRPF.
Satisfacer todos estos requerimientos es un pelín complicado al principio puesto que se cubren muy pocos trabajos y se ingresa muy muy poquito. Es muy común, por tanto, empezar trabajando los primeros 2-3 trabajos sin declarar. Cuando ves que ya empiezas a tener un ritmo de ingresos más o menos estable, empiezas a plantearte facturar como autónomo.
De todas formas y hasta donde tengo entendido, la ley en España contempla que la necesidad de darte de alta como autónomo surge en el momento en que empiezas a percibir unos ingresos «regulares». En otros países no me aventuro a opinar. No sé.
Actualización: Matizo, dado el revuelo causado en las redes sociales por este párrafo: no invito ni jamás invitaré a nadie a que haga trabajos en negro. Me parece mal. Creo que si haces trabajos en negro estás participando en que se construyan menos hospitales, se contrate a menos médicos, se arreglen menos carreteras y se le dé de comer a menos gente necesitada. Sólo digo que, según la legislación de cada país, puede que en tus primeros trabajos estés exento de declarar hasta alcanzar un mínimo de ingresos anuales, serios, significativos y regulares, a partir de los cuales ya empiezas a estar obligado a declarar. Como no tengo el detalle y como esto será diferente entre países e incluso en el mismo país entre un año y otro, no tomes este artículo como referencia. Asesórate por un profesional de impuestos antes de tomar la decisión.
¿Cuánto facturo por trabajo?
Cada fotógrafo tiene una política de facturación propia. Hay quien intenta ofrecer precios competitivos y extremadamente baratos, hay quien busca situarse como una opción «Premium» y cobrar un precio elevado. Sólo tú sabrás cuánto debes facturar por tus trabajos, ya que entran en juego varios factores que sólo tú podrás valorar. Por nombrar algunos:
- ¿Te has especializado en un género raro, o por el contrario, estás en un mercado saturado de fotógrafos que hacen el mismo tipo de fotografía que tú?
- ¿Acabas de empezar y por lo tanto te interesa cobrar muy poco o incluso regalar trabajos para captar clientela y construir un portafolio, o por el contrario, recibes demasiados trabajos y te interesa subir el precio para filtrar un poco y dedicarte a los clientes más solventes?
- ¿Ofreces algo distinto que los demás fotógrafos no ofrezcan? ¿Algún complemento que le haga al cliente sentirse exclusivo y mimado?
Especialización
La fotografía profesional abarca multitud de géneros. Elegir una especialización dependerá de varios factores. El de la competencia es claramente un factor importante, no es lo mismo tener que abrirse camino en un mercado saturado que en uno emergente o con menos oferta que demanda. Por fotógrafo profesional lo primero que se nos ocurre a la mente es el típico fotógrafo de bodas, pero el que cubre encuentros deportivos es fotógrafo profesional también. El que fotografía para el National Geographic o para la Lonely Planet es fotógrafo profesional. Y el que hace los carteles del McDonalds o el Burguer King es, igualmente, fotógrafo profesional.
Algunos criterios a tener en cuenta a la hora de escoger una especialización:
- Pretensiones económicas: Las marcas y empresas pagan mejor que los particulares. Si lo que quieres es forrarte, tendrás que hacer un minucioso estudio de las franjas de remuneración que se pagan en tu zona geográfica para los distintos tipos de fotografía.
- Ganas de viajar: Algunos fotógrafos cobran lo justo, pero están todo el tiempo viajando de un lado a otro, cubriendo eventos o retratando paisajes naturales. Para ellos el poder viajar constantemente con gastos pagados es mucho más valioso que cualquier dinero. Les compensa.
- Proyección futura: El tipo de fotografía en que te especialices condicionará lo que puedas llegar a ser en un futuro. Por ejemplo, ser fotógrafo de productos te acerca al mundo de la publicidad y del marketing. Muchos Directores de agencias de publicidad empezaron como fotógrafos de productos. Si prefieres especializarte en el mundo del deporte, ¿quién sabe si el día de mañana llegas a fundar tu propia revista o web de deportes online?
El momento «ideal» para empezar como Fotógrafo Profesional…
… es hoy. Ahora mismo. Si te gusta la fotografía y quieres empezar a ganarte la vida con ella, empieza ahora mismo por favor. No necesitas invertir dinero en costos equipos fotográficos ahora mismo, no tienes que disponer de un estudio propio desde ya mismo. Esto es un proceso gradual en el que poco a poco te vas introduciendo en el mundo profesional. Todo el material que necesites lo irás consiguiendo sobre la marcha, no necesitas empezar con todo desde el primer día. Tan sólo basta con tener una cámara de fotos réflex, aunque no sea profesional del todo, y muchas, muchas ganas de dedicarte a esto. Si no tienes una cámara chula no hay problema, hay sitios donde puedes alquilar una cámara de fotos o un objetivo por unas horas, y así ir tirando. ¿Que no tienes estudio tampoco? No pasa nada, podrás realizar tus primeras sesiones al aire libre, en un parque, o incluso alquilando un estudio por horas (te lo dejan con kits de iluminación incluidos y todo).
No te haces fotógrafo profesional de la noche a la mañana. Te haces profesional teniendo ganas y enfocando todos tus esfuerzos y todo tu aprendizaje hacia esa meta única.
Ah, por último: si lo quieres hacer por dinero, fenomenal, adelante por favor, no hay nada de malo en querer cobrar por un trabajo sobre todo si está bien hecho, pero cuidado, ni se te ocurra (pero nunca, jamás) hacerte fotógrafo profesional si no sientes pasión por la fotográfica. Si la fotografía no te hechiza, si no te vuelve loco el click del disparador, si no disfrutas buscando el ajuste adecuando en el modo manual, si la fotografía no mueve nada dentro de ti, no cobres por hacer fotos. Por favor.
Gracias por leerme.