Habitualmente huimos de caer en lo típico. En fotografía esto sucede con mucha frecuencia. Producir una fotografía «típica» está casi malvisto. Nos esforzamos en producir una fotografía original y única, algo que a nadie antes se le haya ocurrido fotografiar, perspectivas que nadie aun ha explorado.
El artículo de hoy es un homenaje a esa «foto típica» que todos admiramos pero de la que casi todos rehuimos, la típica foto que nos encanta a todos pero que nadie quiere hacer, ésa de la que todos renegamos en nuestro afán de no querer ser acusados de falta de originalidad.
La imitación es un magnífico ejercicio de aprendizaje. ¿Quién no ha admirado alguna vez las hojas de un libro formando un corazón? ¿Por qué no intentas producir una igual?
Las hojas del otoño es un tema fotográfico INAGOTABLE. Es la típica foto con la que podrás transmitir con mucha facilidad sentimientos de nostalgia.
¿Qué insensible persona podría mirar una foto de niña haciendo pucheritos y no sentir ternura? Otra foto muy típica pero que siempre triunfa.
Aunque supone todo un reto en cuanto a ajustes manuales de la cámara, la típica foto de la gota de agua es un clasicazo que te aportará mucha satisfacción a nivel personal
Me da la sensación de que el atardecer es uno de los momento más repetidos en fotografía jamás. Aun así siempre es una apuesta ganadora.
Disfruta de la belleza de las fotos típicas y aprende a imitarlas tú también. La creatividad no nace de la nada sino que se ejercita y se cultiva aprendiendo de las pequeñas cosas básicas.. ¡las de toda la vida!