En el artículo de hoy aprenderás a transgredir las reglas de composición y por qué, pero antes te recomiendo profundizar en la composición fotográfica y conocer todos los trucos y consejos de esta mega guía que te hemos preparado.
Cada vez que publicamos un artículo relacionado con las reglas de composición básicas para lograr una fotografía correcta hay movimiento en las Redes Sociales, pues surgen debates alrededor de si hay que respetar las reglas fotográficas o si por el contrario estas estan hechas para ser saltadas. Me encanta ver las distintas opiniones de unos, defensores de respetar las reglas, y de otros, detractores de cualquier regla fotográfica preestablecida.
Yo también quiero compartir mi punto de vista. Primero, vaya por delante que éste es un tema totalmente subjetivo. No hay una única visión cierta. Todas las opiniones aquí son válidas. Lo que voy a exponer aquí es solamente la manera en que un servidor ve las cosas. Tanto si opinas lo mismo como si eres de parecer contrario, estaré encantado de leer tu punto de vista abajo en los comentarios.
EL ORIGEN DE LAS REGLAS FOTOGRÁFICAS
Todas las reglas tienen un origen. Las reglas de la fotografía no son invenciones caprichosas de fotógrafos con exceso de creatividad. Muchas de estas reglas encuentran su origen en el cerebro del ser humano, en cómo estamos hechos, en cómo percibimos las cosas y en cómo las sentimos.
Las reglas de composición, por ejemplo, buscan principalmente ensalzar la estética del sujeto y darle protagonismo mediante la activación de ciertos mecanismos en nuestro cerebro. Cuando miras una fotografía, lo primero en que se fijan tus ojos es en las zonas más iluminadas. Es un hecho. Estamos hechos así. Las reglas de composición, por lo tanto, no hacen más que traducir este comportamiento cerebral del ser humano en una regla de composición.
Otras reglas, muy básicas, como el flash de relleno, o el disparo en RAW, tienen su lógica en hacerle la vida más fácil al fotógrafo. No son modas estéticas, sino más bien medios para lograr una fotografía más lograda. En la constante lucha del fotógrafo por captar la luz cualquier elemento de provecho resulta bienvenido.
Las reglas de composición fotográfica son las mismas que se aplican a la pintura puesto que son actividades similares. Su observancia genera imágenes más fáciles de comprender por nuestra mente. Sin embargo, rompiéndolas exprofeso también podemos crear imágenes atractivas. Veamos algunas reglas y principios de composición con ejemplos de su cumplimiento y de su no cumplimiento.
Principios: Centro de interés, direccionalidad, ley de la mirada, contraste, simetría, ley del horizonte.
Reglas: Regla de los tercios, regla de los impares, simplificación, limitación de enfoque.
Es evidente que cumplir estas reglas no garantiza una foto perfecta, pero sí que conseguiremos que cumpla ciertos cánones reconocidos como de valor estético. En este artículo veremos algunos ejemplos que sí cumplen alguna regla y otros de cómo saltársela creativamente.
¿SALTARSE LAS REGLAS FOTOGRÁFICAS? SÍ, PERO…
Mi opinión: me encanta que la gente se salte las reglas. No hay nada malo en ello. Ahora bien, con una, una sola condición: comprenderlas y dominarlas primero. Si no comprendes bien la lógica que hay detrás de una determinada regla fotográfica y rápidamente te precipitas a saltártela, corres el riesgo de descuidar algún elemento importante en tu foto.
Claro que puedes saltarte las reglas que quieras. Eres el fotógrafo, eres el creador, el artista, el dueño de tu pequeño mundo. Puedes hacer lo que te venga en gana. Si tu foto triunfa, nadie te va a cuestionar el haber transgredido una regla. Pero por favor, no dejes que el motivo sea el desconocimiento y la ignorancia.
Infórmate. Conoce todas las reglas posibles. Apréndetelas. Practícalas. Domínalas. Cuando alcances ese nivel, aplícalas o sáltatelas según te vaya sugiriendo tu inspiración de artista.
Manual para transgredir 10+1 reglas de fotografía (con arte)
Y ahora, algunas ideas para transgredir las normas.
1) Centro de interés
Toda imagen debe de tener un punto fuerte, un centro de interés, un lugar o área dominante que acabe por centrar nuestra mirada. Por contra las fotos de texturas repetitivas o caóticas pueden ser muy sugerentes sin necesidad de tener un centro de interés definido.
2) Direccionalidad
Es la cualidad de la imagen de dirigir la mirada del espectador por toda la imagen siguiendo las líneas que están en ella. Hay imágenes que no necesitan tener direccionalidad para ser atractivas al observador.
3) Ley de la mirada
Aunque se recomienda dejar espacio libre delante de la mirada o dirección de la escena, en algunas ocasiones dirigir al espectador en dirección contraria puede dar más fuerza a la escena. Dejar la mirada sin espacio puede ayudarte a potenciar una sensación de angustia, agobio o falta de libertad.
4) El contraste
Las diferencias de colores, de tonos o de sombras y luces, crean masas que se atraen y repelen y que fuerzan al espectador a recorrer la imagen. En otras ocasiones la ausencia total de tonos o contrastes puede ser igualmente interesante. Te dejo con una foto de contrastes y otra sin contraste
5) Simetría
La ausencia de simetría exacta, por lo general, es más sugerente, puesto que es algo que no suele encontrarse de modo habitual en la naturaleza. Forzar la simetría puede ser cautivador si se hace con tino.
6) Ley del horizonte
Según las reglas, como norma general, el horizonte nunca se ha de poner justo en el centro del encuadre. Eso no quiere decir que en algunas ocasiones el centro no sea un buen sitio para el horizonte. Es una forma de transmitir calma y estabilidad.
7) Regla de los tercios
Si hacemos dos líneas verticales y dos horizontales creando 9 cuadros de idéntico tamaño, se generan unas intersecciones llamadas puntos de interés. Si colocamos sobre estas líneas e intersecciones nuestros elementos compositivos, la imagen cobrará más fuerza; como puedes ver en la primera foto, donde la protagonista es la barca. Sin embargo, a veces también funciona lo de colocar al protagonista justo en el centro, mira la segunda imagen.
8) Regla de los impares
Según esta regla es más atractivo un paisaje con 3 o 5 árboles que con 4, por ejemplo. En nuestra mente las estructuras impares, visualmente parece tener más fuerza. Pero hay casos en los que esto no se cumple necesariamente, por ejemplo, cuando logramos una imagen simétrica con impacto. La simetría, por lógica sólo puede ser par: a cada elemento le corresponde un reflejo por lo que siempre se verán parejas de elementos.
9) Simplificación
Se dice que «menos es más». En la composición de imágenes también sucede lo mismo. Una imagen simple, sencilla, con pocos elementos bien colocados, suele ser muy cautivadora. Sin embargo, en otros casos, la complejidad extrema de una imagen de tipo fractal puede hipnotizarnos todavía más si cabe, como ocurre con la foto del apartado 1. O una escena con mucha información como esta que analiza Jota Barros en su blog.
10) Limitación de enfoque
O enfoque selectivo, que consiste en enfocar sólo a una pequeña porción de la imagen, coincidiendo con el centro de interés y dejando el resto muy (o totalmente) desenfocado. De este modo se separa el motivo principal del resto de la imagen dándole más importancia y concentrando la mirada sobre él. En otras ocasiones no es necesario hacer esto o incluso es interesante dejar totalmente enfocada toda la imagen.
En la fotografía de paisaje es frecuente encontrarse con imágenes que incumplen varios de los principios enumerados hasta ahora como esta foto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
11) Otras reglas no escritas
Además de lo visto, hay algunas otras reglas de composición no escritas que también resulta interesante transgredir.
Por regla general las fotos no deben estar movidas, pero el movimiento realizado adrede, experimentando con él, en ciertas circunstancias, puede producir imágenes muy sugerentes y atractivas, como la siguiente:
El horizonte ha de ser, eso, horizontal, pero al mismo tiempo que hacemos encuadres no habituales como picados o contrapicados, deberíamos experimentar inclinando la cámara, buscando direccionalidad, intención, movimiento, desequilibrio. El resultado de esta práctica seguro que da buenos resultados.
Otro elemento que se supone que debe estar presente en las imágenes es una porción enfocada pero, ¿qué pasaría si toda la imagen estuviera desenfocada? Se puede jugar a desenfocar toda la imagen para evocar recuerdos pasados o un futuro por llegar, una persona que se aleja o una que se acerca.
Si unimos el desenfoque con el movimiento y el encuadre inclinado podemos crear imágenes con mucha fuerza… o castañas inservibles 😉 . Pero, ¿acaso eso no es lo divertido de hacer fotos, probar cada día algo nuevo y aprender nuevos modos de crear?
Como puedes ver a cada regla hay una imagen que la contradice ¿para qué sirven entonces? Pues como las reglas de la métrica en poesía sirven para tener un patrón de creación. Pero como sucede en un viaje, la carretera para llegar al destino puede ser una aburrida autopista, llena de monotonía. Todos sabemos que los paisajes más bonitos están fuera de las carreteras, campo a través.
Gracias por leer el Blog del Fotógrafo. Si disfrutas lo que lees, compártelo por favor.