silueta con dirección de luz trasera
Fotografías cortesía de: Timur Khan , Marc Clinton Labiano , Zach Heiberg, Engin Akyurt, Dewang Gupta bajo Licencia de Creative Commons.

¿Sabes por qué es tan importante la dirección de la luz en fotografía?

Es impresionante cómo la dirección de la luz es capaz de cambiar una fotografía. ¿Lo has comprobado alguna vez? ¿Te has fijado, por ejemplo, cómo cambian las texturas de un objeto o de un retrato simplemente variando el ángulo en el que la iluminación incide sobre él?

Seguro que si eres un apasionado o apasionada de la fotografía de retrato, te habrás dado cuenta de que a determinadas horas los retratos te salen espectaculares (seguro que eres fan de los amaneceres y atardeceres 😉 ) y a otras horas, que los retratos muestran unas sombras muy poco favorecedoras (por ejemplo a mediodía).

Esto proviene no solo de la intensidad de la luz, que también, sino de la orientación de la luz. Y como es algo esencial en iluminación, vamos a dedicarle este artículo al completo. Vale la pena que te quedes y le eches un vistazo, verás cómo al acabar has llegado a alguna conclusión interesante :).

Antes de empezar, te recomendaría que te guardaras nuestra guía completa sobre iluminación en fotografía, donde podrás completar este artículo con muchísima más información sobre iluminación.

Dicho esto, vamos al tema que nos ocupa.

Tipos de dirección de la luz

Más allá del tamaño de la fuente de luz o la intensidad de la misma, que son igualmente importantes en cuanto a capacidad de modelar la luz, en este artículo vamos a tratar los diferentes tipos de dirección de la luz:

  • Frontal
  • Lateral
  • Semilateral o 3/4
  • Cenital (o picada)
  • Contra cenital (nadir o contrapicada)
  • Trasera o contraluz

La dirección de la luz determina qué parte del objeto o sujeto quedará en sombras y qué parte quedará iluminada. También determina aspectos como el volumen o las texturas, por lo que es muy importante saber trabajar con ella para obtener los resultados que queramos en nuestras fotografías.

La orientación de la luz podemos clasificarla según si movemos la fuente de luz desde un eje horizontal (la luz se mueve a los lados) o uno vertical (la luz se mueve hacia arriba o hacia abajo). Dentro de esta clasificación se pueden dar varias orientaciones combinadas: Por ejemplo, una iluminación frontal (movimiento correspondiente al eje horizontal) ligeramente cenital (movimiento correspondiente al eje vertical) sería una combinación de ambas.

Tipos de dirección de la luz sobre el eje horizontal

En este caso, la luz se movería desde el eje horizontal, es decir a los lados del eje y no hacia arriba o hacia abajo. Dentro de las luces de orientación horizontal tenemos:

Dirección frontal de la luz

En una iluminación frontal, la luz incide en la parte frontal del objeto o sujeto (por ejemplo, cuando trabajas con el flash integrado de la cámara). En este tipo de iluminación el resultado obtenido son imágenes planas, ya que el objeto se ilumina de forma homogénea y no se producen sombras que nos hagan percibir el volumen del objeto.

Las texturas quedan por lo tanto minimizadas, lo que puede ser útil, por ejemplo, para retratos donde busquemos eliminar las imperfecciones. El color en una iluminación frontal es saturado y se percibe más detalle, por eso es la iluminación que se utiliza en las fotos para el carné de identidad.

orientación luz frontal
Dirección de la luz frontal

Dirección de la luz lateral

En este caso, la fuente de luz, sea esta natural o artificial, se coloca a un lado del sujeto. Este tipo de orientación de la luz produce sombras muy marcadas en la mitad del rostro o parte del objeto que no queda iluminado.

Dado que con esta orientación de la luz se genera mucho contraste entre luces y sombras, tenemos mucha sensación de volumen y profundidad. Este tipo de iluminación es ideal para resaltar las texturas y aumentar el dramatismo.

orientación luz lateral
Dirección de la luz lateral

Dirección de la luz semilateral o 3/4

Este tipo de iluminación se sitúa entre la frontal y la lateral. Con esta orientación de la luz se consiguen contraste y texturas, pero sin llegar a un efecto tan dramático como en la iluminación lateral.

La iluminación semilateral o 3/4 es una de las más utilizadas por los fotógrafos de retrato y bodegón, ya que consigue texturas y volumen, a la vez que cierto dramatismo, pero siendo una opción más equilibrada e igualmente interesante y fotogénica.

orientación luz 3/4
Dirección de la luz semilateral o 45º

Dentro de este tipo de esquema de luz, está el famoso estilo Rembrandt, que recibe el nombre del propio pintor, y que es muy utilizado tanto en retrato como en fotografía culinaria o de bodegón. Se basa en una iluminación de 45º desde un ángulo algo picado y consigue unos retratos muy característicos.

Aquí puedes ver en vídeo cómo se trabaja este esquema de iluminación:

Dirección de la luz trasera o contraluz

En este caso, la luz se sitúa justo detrás del sujeto principal. Es la luz de las siluetas, y la forma, ya que gran parte de la información de los tonos medios se pierde.

Cuanto más dura sea la luz, más se potenciará la silueta, ya que el rango dinámico de la cámara no permite obtener correctamente las luces y las sombras de forma simultánea, por lo que hay que escoger entre un fondo o un sujeto correctamente expuesto.

Variando el ángulo del contraluz (135º aproximadamente) podemos utilizarlo para perfilar a nuestro sujeto.

orientación luz trasera
Contraluz

Tipos de dirección de la luz sobre el eje vertical

En este caso, nuestra fuente de luz se mueve sobre el eje vertical. Es decir, de arriba abajo.

Dirección de la luz Cenital (o picada)

La fuente de luz se sitúa por encima del sujeto u objeto principal. Es la luz del sol cuando se encuentra alto (mediodía) o de todas aquellas luces que se encuentren por encima del sujeto principal o en el techo de las habitaciones de cualquier vivienda.

Cuando utilizamos este tipo de luz, obtenemos sombras muy marcadas. En retratos obtenemos sombras bajo los ojos, la nariz y la barbilla y, si bien estamos acostumbrados a ella, no suele ser buena opción para fotografiar retratos.

orientación luz cenital

En estos casos suele ser buena idea ayudarse de un reflector para suavizar esas molestas sombras en el rostro, o intentar buscar ángulos no tan cenitales moviendo a nuestro sujeto o la lámpara ligeramente.

Dirección de la luz contra cenital (nadir o contra picada)

Este tipo de luz es el más irreal, ya que no lo encontramos de forma natural. Se trata de una iluminación desde un punto de vista bajo hacia arriba.

Con esta dirección de la luz se crean sombras muy irreales, totalmente opuestas a la cenital. En retratos, se forman sombras encima de la barbilla, en las cuencas de los ojos, encima del labio, etc. No son sombras para nada favorecedoras si lo que buscas es un retrato estándar, pero puede darte mucho juego si quieres una imagen siniestra. Por eso este tipo de iluminación es muy utilizada en las películas de miedo.

Si nos movemos del plano vertical ligeramente a los lados, este efecto tan acentuado se reduce, y hace este tipo de iluminación menos «radical».

orientación luz nadir
Dirección contra cenital de la luz (o nadir)

Más allá de la definición estricta, que nos sirve simplemente para poder definir los esquemas de dirección de la luz, ten en cuenta que se pueden mezclar las diferentes orientaciones para obtener resultados más equilibrados. Puedes hacer un esquema de luz frontal y ligeramente contrapicado, uno lateral cenital, etc.

Combinar varias luces

La iluminación se basa en unos esquemas básicos, pero no siempre nos basamos solo en una fuente de luz, sino que es posible combinar varias de ellos. De este modo, podemos obtener las ventajas de un esquema de luz y corregir sus «desventajas» con otro.

En iluminación hay que ser creativos, no tener miedo a experimentar, y tener una buena dosis de tolerancia a la frustración al empezar 😉 . Todo es cuestión de echarle horas y pasarlo bien.

Te recomiendo que realices en casa una sesión de retratos con las diferentes direcciones básicas de la luz. No te llevará demasiado tiempo, y te enseñará cómo se comporta la luz, cómo se ven las sombras, aprenderás a controlar los ajustes y ver cómo puedes obtener los mejores resultados. Y si no tienes a quién retratar y no te animas con el autorretrato, coge cualquier objeto, un jarrón, una naranja, un muñeco, etc., no hay excusas.

Porque la fotografía sin práctica no tiene sentido y no hay otra forma de aprenderla que haciendo ejercicios. Así que búscate un modelo (u objeto) que pueda dedicarte un rato, una luz que puedas orientar que tengas por casa (por ejemplo un flexo) y ponte a practicar. Verás cómo consigues más de una foto interesante.

Espero que este artículo te haya sido útil y te anime a practicar con la iluminación. Porque ya sabes, fotografía es escribir con luz, y la forma que tenemos los fotógrafos/as de hacerlo, es aprendiendo el lenguaje de la luz. Así que, al lío 😉 Y no olvides compartir este artículo si crees que puede serle útil a algún compañero de afición. Seguro que te lo agradece y se anima a practicar.

Nos leemos en el próximo artículo.