Supongo que por el título ya debes de saber más o menos por dónde van los tiros. El de hoy no es un artículo típico. Es, más bien, una reflexión en voz alta: ¿Nikonista, canonista o simlemente fotógrafo? Una especie de monólogo el cual espero que enriquezcáis con vuestros comentarios abajo.
Muchos sabéis lo mucho que me gusta Nikon. Hoy me gustaría compartir una pequeña reflexión sobre lo que normalmente damos por sentado.
Lo equivocados que estamos..
Cuando se trata de marcas, todos tenemos preferencias. Lo que muchas veces no somos conscientes es de que esas preferencias a veces resultan irracionales, injustificadas por completo. Creemos conocer los motivos de por qué nos gusta una marca u otra, de hecho si alguien nos lo preguntara le daríamos una larga lista de motivos y argumentos. Sin embargo en muchas ocasiones nos equivocamos. Detrás de nuestras preferencias, en ocasiones, hay motivos absurdos y disparatados, nada que ver con los razonamientos que creemos. Los motivos reales a veces van desde la preferencia predominante en nuestro círculo de amigos más cercano (querer asemejarnos a nuestros amigos y personas cercanas es un comportamiento social totalmente normal, si la mayoría usan Nikon, querrás tener una Nikon) hasta una cierta fijación inconsciente con la letra con la que empieza el nombre de la marca, el color predominante del logotipo, o la nacionalidad del fabricante.
Las emociones nos pueden. Reconozcámoslo.
Los fanatismos
El que basemos ciertas decisiones en la vida en simples impulsos, emociones o criterios infundados no es nada grave. Así ha funcionado toda la vida y oye, nunca ha pasado nada, no es el fín del mundo. Sin embargo cuando una creencia personal, correctamente razonada o no, empieza a convertirse en fanatismo y obsesión, ahí el asunto se complica algo.
La superioridad absoluta e indiscutible no existe. Pasa con los clubes de fútbol, con los iPhones y los móviles Android, con los pueblos y hasta con las religiones. Es ridículo, esto me recuerda a mis tiempos de chavalote, cuando al salir del cole me dedicaba a discutir con mis colegas sobre quién ganaría una lucha entre Bruce Lee y Jackie Chan, o entre los Power Rangers y algún superhéroe.
Con las cámaras no iba a ser diferente. Nikon no es la mejor cámara del mundo. Canon no lo es. Sony tampoco.
Ninguna.
Aportando algo de razón..
Si bien no existe la mejor cámara de fotos del mundo, tranquilos, tengo buenas noticias: «sí existe la mejor cámara de fotos para ti.» 🙂
Es de lo que en realidad se trata. En cámaras de fotos no existe nada preestablecido.
Cada usuario es un mundo, con sus propias necesidad, hábitos, preferencias, poder adquisitivo, intenciones de continuidad, grado de interés, herencia de objetivos, etc. No es sensato afirmar de manera arrogante: «¿Que qué cámara te recomiendo? Píllate una Nikon, obviamente, son las mejores. ¿Cómo puedes dudarlo? ¡Qué cosas dices!».
Este tipo de expresiones que oigo frecuentemente, y antes las que me muerdo la lengua por no incordiar, son una muestra más de fanatismo y de falta de criterio.
Si te planteas comprar una cámara de fotos investiga, pregunta, colecta opiniones de distintas personas, de usuarios, de vendedores, infórmate, investiga en Internet, en blogs, busca razones reales. Si te dicen que una cámara X tiene mejores colores, no lo aceptes sin más, averígualo, pide que te enseñen una foto en la que puedas apreciar esa diferencia de colores.
Una vez hayas tomado una decisión meditada y bien documentada, adelante. Hazte Nikonista, Canonista o Pentaxero, pero no des por hecho que será de por vida. Ante todo, eres Fotógrafo.
Mi Pequeña Confesión..
Confieso ser un Nikonista perdido. Ahora bien, soy consciente de mi amor irracional hacia Nikon, sé que tendrá ventajas e inconvenientes, como todas las demás marcas.
Jamás desprestigiaré una cámara Canon, las Sony no son mi devoción pero es una simple elección personal, soy capaz de recomendarle una cámara Sony a un amigo si hace falta. Respeto todas las marcas y cuando recomiendo una cámara o marca lo intento hacer en función de las necesidades del usuario que la va a usar, no en función de mis propias preferencias.
Me encantan las Nikon pero el día en que empiecen a fallar o surja una alternativa mejor (de la mano de Canon o de Pentax por ejemplo) no tendré el menor reparo en hacerme con ella.
Espero que el post de hoy te haya aportado algo útil. En el próximo artículo te traeré un tutorial buenísimo. Algo que podrás hacer tengas la cámara que tengas.
Nos leemos 😉