Igual que nadie le cuenta a unos padres primerizos con lo que se van a encontrar desde el mismo instante del nacimiento de su retoño y sólo muestran la cara bonita del asunto, nadie le cuenta la verdad verdadera a un fotógrafo que quiere adquirir una réflex o similar para hacer sus primeros pinitos en fotografía.
Y no te lo digo para desanimarte, este es un blog de fotografía. Amamos la fotografía, nos encanta que te sumerjas en este mundo, pero queremos que lo hagas con consciencia y que tengas claro que también se pueden hacer fotos sin réflex, que hay otras cámaras. Quédate y te lo cuento todo.
Lo que te puede ocurrir cuando te compres una réflex
Lo normal es que en los inicios (o antes) te sientas alentado por los comentarios de tu gente más allegada: «Qué fotos tan bonitas», «A ti esto se te da muy bien», «Tú podrías dedicarte a esto», «Si tuvieras una de esas cámaras buenas te saldrían unas fotazas», etcétera, etcétera. Y es que te lo crees. Comparado con tus amigos, tus fotos son maravillosas, los que hacen buenas fotos tienen réflex, así que dos más dos, cuatro.
Y con esta lógica aparentemente tan aplastante te lanzas a comprarte tu primera réflex y después de unos días te pueden pasar dos cosas, o que te frustres y la cámara acabe en automático de por vida, o que te guste tanto y te empeñes de verdad en dar pasitos pequeños hasta que logres resultados, aunque habrás perdido un poco la ilusión. Esta segunda opción sería la ideal, pero para ello te tiene que gustar de verdad. La primera sería una pena pues para eso mejor te ahorras el dinero y te compras una cámara más económica.
Para que no te ocurra lo primero y seas del segundo grupo pero con ilusión, te voy a contar lo que nadie te cuenta, lo que debes saber antes de entrar en este mundo.
1. El mundo no se acaba en una réflex
No, no toda la fotografía es réflex. Existen cámaras estupendas en el mercado que no son réflex pero que hacen muy buenas fotografías. Las puedes encontrar incluso más ligeras y económicas, serían un paso intermedio entre una compacta y una réflex. Pero creéme, no todo el mundo necesita una réflex. Echa un vistazo a las cámaras evil y bridge y cuando termines de leer este artículo igual estas opciones te parecen más interesantes 😉
2. Una réflex no te ayudará a lograr mejores fotos
Y es que, al hilo de lo que te decía en el punto anterior, tengo que confesarte que una cámara réflex no te va a ayudar a ser mejor fotógrafo. Sólo cuando sabes manejar bien de verdad una réflex puedes lograr fotos decentes, lo cual tampoco implica que sean fotos atractivas, hay mucho más detras de un enfoque, muchos píxeles o un disparo muy rápido, se llama composición, ojo fotográfico, sensibilidad, capacidad de emocionar, etcétera. Nada de esto te lo puede dar la mejor cámara del mercado. He visto fotografías realizadas con teléfonos móviles que me han impactado mucho más que otras muchas hechas con equipos muy potentes.
3. Aprender fotografía no es fácil, lleva tiempo y esfuerzo
Lo que te acabo de mencionar se puede aprender. Hay quien nace con el don, pero son unos pocos (muy pocos) privilegiados. Yo soy una prueba de que el ojo fotográfico se puede desarrollar. También fui una incauta que pensaba que podría lograr buenas fotos con una réflex sin tener mi papa y me lancé. Me ha costado lo mío evolucionar 😉 Y es que aprender a manejar una cámara réflex no es nada fácil. No hay unas recetas exactas, cada momento requiere de unos ajustes, y no solo eso, es que dependiendo del resultado esperado y de la persona que dispara, los ajustes también pueden ser algo distintos.
La luz es otro factor que se suele resistir. Cuando eres capaz de manejar la luz, sabes componer y conoces tu cámara como la palma de tu mano, entonces es el momento de hacer buenas fotografías. Hasta ese momento, el camino es muy largo. También es satisfactorio y divertido, si te gusta, claro. Pero la clave es que te guste lo suficiente como para invertir tu tiempo libre en practicar mucho.
4. Un equipo réflex no es cómodo de llevar ni de transportar
Mucha gente acaba comprándose una cámara réflex porque piensa que en sus viajes sus fotos quedarán más bonitas, o cuando nacen sus hijos, para tener las mejores fotos en el parque o en la playa, etcétera. Lo que no saben es que un equipo réflex es muchas cosas menos cómodo de transportar. Sobre todo para los viajes.
Si sólo buscas un recuerdo, mejor adquiere otro tipo de cámara menos pesada, que te de menos miedo perder y que sea menos delicada. Igual te digo si tienes que correr detrás de un renacuajo, bien sea en tu casa o en el parque para sacarle fotos de recuerdo. Es algo así como una misión imposible mezclada con deporte de alto riesgo 😉
5. Los comentarios alentadores en las redes sociales y de familiares hay que cogerlos con pinzas
Vale, tu gente te quiere mucho. Y sólo van a ver lo mejor de ti. Además, no son profesionales. Igual pasa con aquellas personas con las que te relacionas en las redes sociales. La mayoría de estas personas que comentan tus fotografías no tienen muchos conocimientos en la materia por lo que sus alabanzas debes tomarlas con cuidado. Más que nada porque no te van a permitir aprender.
Si piensas de entrada que haces unas fotos geniales no te vas a molestar en mejorar, ni en hacer un curso, ni en leer tutoriales y mucho menos en hacer ejercicios para practicar. Y eso al final acaba traduciéndose en frustración, porque te compararás con gente que lleva mucho tiempo y que es muy buena porque se lo ha currado un montón. Y puede que te preguntes… ¿por qué yo no consigo fotos así? ¿Necesitaré mejorar mi equipo? Y caerás en una rueda algo viciosa y poco productiva 😉
6. La fotografía no es un hobby barato
Puede que reciba más de una colleja por escribir esto, pero es la pura verdad. El equipo no hace al fotógrafo, te lo acabo de decir, pero seguir dando pasos dentro de la fotografía implica adquirir objetivos y otros accesorios y eso cuesta dinero. Una réflex, de entrada cuesta bastante dinero, pero cuando comienzas a adquirir objetivos, o un flash, que si un trípode, etcétera, tienes que seguir rascándote el bolsillo. O si no, quedarte simplemente con el cuerpo y el objetivo del kit, pero para eso, te digo lo mismo que al inicio, igual hay otras cámaras más adecuadas para ti que pueden cubrir de sobra tus necesidades.
7. El peligro de ser autodidacta
Ser autodidacta está bien, pero se tarda muchísimo más tiempo en aprender y se quedan muchas cosas en el camino. Te lo digo por experiencia. Si volviera atrás no dudaría en hacer un curso, en leer un montón de libros y sobre todo, sobre todo, leerme el manual de instrucciones de la cámara «de-pe-a-pa» para no perder tanto tiempo con el ensayo error y venga a trastear botones. La de fotos que perdí en su momento por este gravísimo error.
Lo gracioso es que sigo escuchando mucho (a principiantes, claro) lo de que no hace falta leerse el manual, si total, ya bicheando se aprende… y yo digo, que no, que te equivocas… Pregúntale a cualquiera que ya lleva tiempo a ver qué te dice 😉
Insisto, mi intención está muy lejos de desanimarte, sino de contarte de corazón dónde te vas a meter (a riesgo de que me lluevan collejas, como ya he comentado). Igual que la maternidad que es maravillosa pero a veces dura, la fotografía no es un camino de rosas, por mucho que la amemos. Si entras en este mundo, hazlo con pasión. ¡Nosotros te acompañaremos!
Mientras tanto, si te ha paredido interesante te agradezco que lo compartas en tu red social favorita. Seguro que a alguien le viene bien leer esto 😉 ¡Gracias mil y suerte en esos inicios!