Cuando entras en el mundo de la fotografía, al principio piensas que no haces tan malas fotos, tu gente te anima, te dice que tu imágenes son muy buenas y tú realmente lo piensas. Pero comienzas a adentrarte un poco más, a conocer el trabajo de otros, a ver todos los accesorios que se utilizan… te vienes abajo y piensas que nunca lograrás fotografías tan espectaculares como las que les ves hacer a los demás. Que si no tienes aún un buen equipo, que no viajas lo suficiente para lograr fotos exóticas, que si lo que tienes alrededor no te insipira ni merece ser fotografiado…
¿Te sientes identificado con lo que te estoy contando?
Si es así, sigue leyendo, porque te voy a mostrar que no hace falta tener el mejor equipo del mercado, ni un estudio, ni un ayudante, ni dar la vuelta al mundo para lograr tu mejor imagen, tal vez no te hayas dado cuenta, pero tu mejor foto está muy próxima y más cerca de lo que te crees.
Muchas veces nos obsesionamos pensando que para lograr una fotografía espectacular necesitamos por ejemplo ir a un lugar idílico, con una maravillosa puesta de sol, con el trípode, dos o tres objetivos y un montón de accesorios. Pues nada más lejos de la realidad, observa estas dos fotografías, ¿no te parecen maravillosas? Pues no hay ni que salir de casa para transmitir la ternura y la belleza que estas dos imagenes transmiten.
Ambas fotografías brillan por su sencillez, por la belleza de los detalles, por la luz, la composición, el desenfoque. Nada más. Estoy segura que esas herramientas las puedes controlar tú de sobra. Y si aún no las controlas, aquí tienes consejos y trucos para hacer fotografía de bebés. ¿a qué esperas para practicar? Ah… ya, ¿que no tienes un bebé en casa? ¡Esa excusa no me vale!
¿Tienes una mascota? Pues observa estas dos imágenes, ¿a que son impresionantes?
A mí sí que me lo parecen. Si te fijas, el impacto de la primera imagen es debido a que el autor no sólo ha captado la expresión del animal, sino que se ha acercado lo suficiente para eliminar todo lo que sobra y molesta. La mirada de este felino y su pelaje sobran, no hace falta nada más, parece que puedes tocarlo, acariciarlo… Y lo único que ha hecho ha sido acercarse, ponerse a la altura de sus ojos y hacer un buen encuadre. En la segunda fotografía, ha eliminado también el fondo, pero utilizando el desenfoque. No olvides que menos es más. Eliminando todas las distracciones tu imagen gana de forma espectacular. (Aquí tienes algunos consejos para triunfar fotografiando animales y mascotas).
¿Que tampoco tienes mascota? Pero seguro que tienes un amigo o un familiar, o incluso un vecino con manos. Esto es más fácil, ¿verdad? Pues ahora dime ¿qué te impide lograr fotografías tan bonitas como éstas…?
Si te fijas bien, en ambas hay una armonía clara en los colores. Es un detalle muy importante a cuidar. A veces estropeamos una imagen por el contraste de colores, o estampados que tenemos delante. La solución puede ser muy simple, movernos nosotros o hacer que el sujeto se desplace hacia un fondo más armonioso. Si lo que te molesta es la ropa, tampoco hace falta que le pidas que se cambie… 😉 Cambia el objeto que tiene entre sus manos, ¡te será más fácil! Si te interesa el tema de la fotografía de manos échale in vistazo a este post.
Suponiendo que tengas a alguien que se preste a ser tu modelo (también sirve tu mascota), te voy a dar un truco para conseguir unos retratos maravillosos sin necesidad de tener que montar un estudio. Hay una forma de conseguir un impacto emocional en el espectador: trabajar en clave alta y clave baja. Te dejo dos claros ejemplos:
Si no sabes cómo conseguir este efecto, no te preocupes, lee este post de Mario que te lo explica paso a paso y de forma muy sencilla.
Bueno, vale, estás solo o sola y tampoco tienes mascota… pero te mueres por sacar la cámara y practicar. Eso sí, sin salir a la calle, que hace frío o simplemente no te apetece. No eres el primero, a mí también me ha pasado 😛 Date un paseo por casa y busca un objeto que te guste, una cartulina blanca o un fondo liso y ponte cerca de la ventana. Conseguirás imágenes como éstas con un objetivo estándar (18-55 mm en los dos casos).
Todas estas imágenes las puedes hacer en casa, en un día normal, en un gesto cotidiano, sin embargo, los momentos cotidianos no sólo ocurren al calor del hogar, cada día salimos a la calle y tomamos el metro, o el tren, o simplemente paseamos por la calle. Observa a tu alrededor y busca los detalles que te llamen la atención, las escenas que te sorprendan o simplemente deja volar tu imaginación. La siguiente imagen está tomada en una cinta del metro. Una idea tan sencilla y un momento tan cotidiano pero con un resultado espectacular.
Esta imagen también está tomada en el metro. Simplemente un buen encuadre y el blanco y negro hace el resto. ¿Cuántas veces te has encontrado con una estampa similiar? Tal vez en tu ciudad no haya metro, pero escaleras mecánicas ¡las hay en más sitios! Piensa en un centro comercial, por ejemplo.
Y si vives en una ciudad pequeñita, en la que no hay escaleras mecánicas… seguro que hay de las de toda la vida… ¿Has probado a mirar hacia arriba alguna vez (o hacia abajo)? O tal vez la pereza te puede y siempre tomas el ascensor… ¡Entonces se te habrán escapado decenas de imágenes como ésta!
Espero que estas fotos te hayan convencido de que no es tan difícil encontrar el momento ni el lugar para lograr una maravillosa instantánea y que estés preparando ya tu cámara, si es así… ¡me alegro!
Ahora te pido dos favores, el primero, comparte 😉 y el segundo… ¡enséñanos esas fotos!