contraluz a vista de hormiga
Fotografía cortesía de Natalie Grainger, Aravind V, Jan Bittger, Jordan Wozniak, Kris Bentham, Jake Givens, Caro Musso bajo licencia Creative Commons.

Luz Parásita en Fotografía. ¿Qué es y Cómo Puedes Controlarla?

En el artículo de hoy te explico qué es la luz parásita y cómo puedes dominarla. Nos centraremos en cómo evitarla porque aunque no siempre querrás hacerlo, es importante que aprendas cómo lograrlo. Para que puedas ser tú quien decida qué sale en tu foto y cuándo.

¿Te quedas? Genial, aunque antes de seguir tengo que recomendarte esta mega guía para que puedas profundizar en el tema iluminación en fotografía siempre que lo necesites.

¿Qué es la luz parásita?

La luz parásita es toda luz que entra en el objetivo de forma no controlada. Aquella que no hemos buscado en principio. Se manifiesta en forma de flares, halos, destellos o cortinas blanquecinas tipo neblina que se producen cuando la luz incide directamente sobre el objetivo.

Veamos un ejemplo.

Chica en bosque a contraluz

Ahora puede que estés pensando: «Pero, los flares y destellos también son muy creativos, ¿no?»

Efectivamente, por eso te decía al principio que no siempre querrás evitarlos. Pero habrá veces en los que no quieras que aparezcan en el encuadre y es importante que sepas cómo lograrlo, para que seas tú quien tome la decisión final, quien controle la foto. Seguro que quieres ser tú quien domine la luz y no que sea la luz quien te domine a ti, ¿cierto? 😉

¿Cómo evitar la luz parásita?

Una vez que sabes qué es la luz parásita, voy a contarte cómo puedes evitarla.

Mantener las ópticas limpias

Uno de los motivos por los que los flares o destellos se hacen más evidentes es que la lente tenga restos de polvo, grasa, rayones, etc. Mantener tus objetivos bien limpios y en perfecto estado te ayudará a evitar que la luz parásita estropee tu foto.

Limpieza objetivo

Evitar angulares y teleobjetivos

Este tipo de ópticas son más propensas a recibir luz parásita. Si te da igual utilizar un objetivo u otro y tienes la posibilidad, evítalo para mantener a raya la luz parásita.

Evitar filtros

Sabemos que los filtros tienen sus ventajas y ofrecen aspectos muy interesantes. Sin embargo, añadir un filtro a tu óptica y dejar ese espacio entre el filtro y la lente es como ponerle la alfombra roja a la luz parásita para que se pasee reluciente por ella hasta tu foto.

Y si te da por poner más de un filtro como he visto alguna vez, ya ni te cuento. Salvo que quieras proteger la lente de salpicaduras o similar, o lo necesites para algún efecto específico, no uses ningún filtro y tendrás más controlada la luz parásita.

Por otro lado, si tienes que poner un filtro sí o sí, por la razón que sea, y tienes opción de ponerlo en distintas ranuras, ponlo siempre en la más pegada al objetivo, cuanto más espacio hay entre ambos cristales, mayor es la probabilidad de que la luz parásita campe a sus anchas.

filtro con bokeh en fondo

Utiliza objetivos de calidad

Otro recurso para eliminar los flares y otros efectos provocados por la luz parásita que te molesten, es utilizar el objetivo de mayor calidad que tengas. Cuanto peor sea la calidad de la óptica más posibilidades tienes de que los efectos de la luz parásita se evidencien.

Utiliza un parasol

Si lo de poner un filtro es por proteger la lente de rayones y golpes, tengo que decirte que hay algo más efectivo y que, además, te ayudará a frenar la luz parásita. Se trata de un parasol.

Es un accesorio bastante económico en comparación con las utilidades que tiene (puede salvar tu óptica de una caída, por ejemplo 😉 ).

También te conviene saber que los parasoles con forma de pétalo ofrecen protección adicional.

Cámara con el parasol puesto en el objetivo

Cuidado con el flash y los fondos

Al estar en estudio con fondos blancos y un flash, también es posible que la luz parásita aparezca estropeando el retrato o lo que quieras fotografiar.

Si este es tu caso, aleja a tu motivo del fondo y procura que el flash no le incida muy de cerca. También es conveniente que elimines las luces que no estén iluminando al motivo o que no te sean necesarias. Y que en los fondos claros solo ilumines la zona que saldrá en el encuadre.

Evitar que la luz llegue directamente al objetivo

Si puedes colocarte en algún lugar en sombra, aprovechar una rama, alargar tu brazo cual Inspector Gadget para proteger el objetivo, utilizar una cartulina para bloquear la luz, etc., disminuirás los efectos de la luz parásita.

Sacar el sol del encuadre

Cuando incluyes el sol dentro del encuadre de tu fotografía, estás invitando a todos los efectos a la vez. Es como decirles, «¡Eh! Vosotros, ¡venid que hay fiesta!»

Si no quieres que la fiesta se monte dentro de tu foto, y nada de lo anterior te funciona, tendrás que prescindir del sol.

Cambiar de ángulo o de perspectiva soluciona muchos problemas en la vida, este fotográfico también.

Tapar el visor en largas exposiciones nocturnas

Aunque no lo creas, la luz parásita también se cuela por el visor y puede estropear una de tus fotografías de larga exposición en las que tanto mimo has puesto.

Para evitarlo, utiliza la tapa del visor que puede que viniera con tu cámara y que no supieras ni qué era o para qué servía 😉 . Por si no sabes lo que es, te dejo una imagen. Es algo como esto o muy parecido.

tapa ocular para evitar luz parásita

Elementos creativos

Los mismos consejos que te he dado para evitar los flares, destellos y demás, puedes invertirlos y utilizarlos a tu favor cuando precisamente busques potenciar estos efectos de forma creativa.

Pues si bien se ganaron una pésima reputación hace unos años, por suerte, esta tendencia se invirtió y ahora nos encantan, de hecho podría decirse incluso que están de moda. Y es que aportan calidez a la imagen, dinamismo, chispa e incluso un punto de naturalidad o espontaneidad. Producen imágenes bellas y oníricas.

Son muchos los ejemplos que puedes encontrar en los que estos efectos llegan a ser coprotagonistas en la escena. Aquí uno entre tantos:

Foto de caballo con flares y halos

Por eso te recomiendo que practiques y que aprendas a dominarlos y así puedas decidir cuándo sí y cuándo no aparecerán en tu foto. Y, sobre todo, déjate de excusas, sal a hacer fotos, con o sin luz parásita ;).

Antes de decirte adiós, déjame pedirte un favor, si te ha gustado este artículo, no dejes de compartirlo en tu red social favorita. ¡Gracias y hasta pronto!