La gente tiene tendencia a creer que lo bueno tiene que ser caro por definición. Soy detractor de esa idea. Pienso que hay mucho marketing en el asunto, pero que la mayoría de los elementos que conforman un buen equipo fotográfico se pueden conseguir a muy buenos precios, si se sabe elegir obviamente. Y lo digo por experiencia propia.
Después de muchos años en fotografía y de ingentes cantidades de dinero que me terminé gastando (más de lo que me gustaría admitir), actualmente si tuviera que repetir desde cero y empezar con un equipo de fotografía y no tuviera más de 1.000 Euros, éste sería el equipo fotográfico que compraría sin dudar.
Es más, con este equipo fotográfico me bastaría para muchos años.
Presupuesto inicial 1.000 Euros: lo primero una cámara de fotos decente
Es un clásico ya entre mis recomendaciones. La gente me pregunta por mi opinión respecto a la mejor cámara réflex para aficionados casi sabiendo ya, de antemano, lo que voy a decir 😉 Y es que si la he estado recomendando durante tantos años (a través de sus versiones antecesoras) es porque objetivamente creo que es la cámara réflex ideal para quien quiere disponer de una cámara con prestaciones muy avanzadas, que dure unos cuantos años, y todo ello dentro de un precio asequible y al alcance de todos los bolsillos.
Si eres nuevo en el blog y no me conoces, estoy hablando de la Nikon D3400. Hace poco publiqué un artículo detallado sobre ella, te invito a que le eches un vistazo.
Dependiendo de cuándo leas este artículo el precio de la Nikon D4300 puede fluctuar un poco, pero vamos a poner 400 Euros que es un precio muy bueno para esta joya. Adquirida la cámara, me sobran 600 Euros, que me dan para comprar el mejor objetivo del mundo y seguir llenando el carro de accesorios fotográficos 😉 Sigamos.
Sobran 600 Euros: necesito un buen objetivo
El objetivo que viene de serie con las cámaras de fotos réflex es muy básico. Vale para un uso básico, para explorar las prestaciones de la cámara y probarla, pero llegado un momento me sentiré un poco limitado en materia «óptica» y necesitaré darle un soplo de creatividad a mis fotos. Necesito un buen objetivo, y como no podía ser de otra manera, optaré por el «Rey» 😉
Lo llamo el «Rey de los Objetivos«, y me refiero al objetivo de distancia focal 50mm y apertura de diafragma de f/1.4, toda una delicia óptica con la que podré captar impresionantes retratos con sujetos extremadamente enfocados y fondos muy suavemente difuminados (te hablo de las maravillas de este objetivo aquí.)
En Amazon lo tienen por 420 Euros, así que una vez comprado, me quedarían 180 Euros todavía para gastar.
Sobran 180 Euros: vamos a por la mochila
En mi caso pasé por 3 ó 4 mochilas fotográficas antes de terminar en la que utilizo actualmente y con la que estoy encantado. Una Lowepro Hatchback 22L en la que cabe de todo, perfectamente compartimentada, no llama mucho la atención ya que su forma hace que pase muy desapercibida, además, tiene un cierre de acceso a la cámara muy oculto, lo cual dificulta que la alcancen manos amigas de los ajeno.
Precio 90 Euros, restados de los 180 que había, me sobran 90 Euros todavía.
Sobran 90 Euros: escojamos un buen flash
La recomendación de un «buen» flash variará en función del tipo de uso que uno quiera darle, de la potencia que de él necesitemos, y de las prestaciones extra que estemos dispuestos a pagar. Hay flashes con o sin zoom, con cabezal giratorio en horizontal, en vertical o fijo, con mayor o menor potencia, y con tiempos de reciclaje (el tiempo que tienes que esperar entre un disparo y otro) muy variables. Todo eso determina su precio. Neewer TT560 Flash Speedlite es uno de esos flashes que lo reúnen todo: potencia correcta, configuración, cabezal giratorio horizontal y vertical, vamos, todo lo que un usuario aficionado puede pedirle a un flash, y además conserva un precio sorprendentemente asequible: 30 Euros.
A estas alturas quedan 60 Euros en mi hucha para material fotográfico. También me apetece un trípode, veamos uno.
Sobran 60 Euros: que no falte trípode
Cuando se trata de recomendar un trípode me vienen a la mente varias opciones, cada flash especializado en un tipo de fotografía o con unas determinadas características, pero si me preguntas por un trípode que valga «para todo», uno que puedas llevar de viaje sin que suponga demasiado peso, y que a la vez ofrezca una robustez y un nivel de estabilidad alto, y encima que sea fácil de manejar y de controlar con una sola mano, ahí mi recomendación indudable es el Mantona Scout. Su precio, extremadamente al alcance (45 Euros) lo hace muy atractivo, y si a ello sumamos el hecho de que viene con rótula de bola y un cuerpo hecho de aluminio ligero, no se me ocurre mejor opción para acompañar mi flamante D3400 en mis salidas fotográficas que este gran trípode.
Costándome el trípode 45 Euros, me quedan 15 euritos a los que pienso dar un buen uso todavía.
Sobran 15 Euros: ¿dónde grabamos las fotos?
En la era digital es imposible hablar de cámara de fotos sin hablar de una tarjeta de memoria que la acompañe. Por unos 10 Euros puedes pillar tarjetas de memoria de infinita capacidad y de muy buenas marcas. Si usas SD (Nikon D3400 admite formato de tarjeta SD) busca siempre una de Clase 7 o superior, que son más rápidas. Para este símil me haría con una Transcend de 16 GB por unos de 10 Euros (el precio puede variar ligeramente dependiendo de cuando estés leyendo este artículo).
Saldo final: 5 Euros de sobra y un magnífico equipo fotográfico para conquistar el mundo
Como puedes comprobar por menos de 1.000 Euros podemos montar un magnífico equipo fotográfico con toda especie de complementos. La buena fotografía no requiere de un elevado gasto precisamente, sino sólo de una buena elección.
¿Te ha gustado esta propuesta de equipo fotográfico?