¿Eres amante de la fotografía de naturaleza y de las pequeñas cosas que nos regala? ¿Te encanta capturar los detalles más sorprendentes y mágicos de la naturaleza? Si la respuesta es sí, entonces la fotografía macro es para ti.
Este tipo de fotografía te permitirá capturar los detalles más increíbles de los bichos y de la flora, desde los ojos de las arañas hasta los nervios de una hoja.
Como al igual que todo arte requiere de esfuerzo y técnica para conseguir resultados impresionantes, en este artículo te ofreceremos algunos consejos clave para que puedas adentrarte en el mundo de la macrofotografía y capturar todo lo maravilloso que el universo tiene para ofrecerte.
Pero si quieres profundizar más y adentrarte de lleno en el mundo macro, no te pierdas nuestra mega guía sobre fotografía macro, con todos los trucos, consejos, inspiración (y mucho más).
¿Qué es la fotografía macro?
Básicamente es la capacidad de obtener imágenes grandes de elementos pequeños, ya sean animales, plantas u objetos. Se dice que para que una fotografía se considere macro, la relación de tamaño entre lo fotografiado y la imagen que de él se proyecta en el sensor, debe corresponderse en relación de 1 a 1; es decir, deben tener el mismo tamaño en la realidad que en el sensor.
¿Qué material necesito?
Hay numerosas opciones para conseguir realizar una fotografía macro y, como casi todo en fotografía, puedes gastarte muy poco o gastarte mucho.
Eso siempre dependerá de tu presupuesto y de lo que te acabe interesando la fotografía macro, ya que hay tantos sistemas para conseguirla como precios. Veamos algunos:
Objetivo macro
Es el sistema más recomendable ya que es el más sencillo además del que proporciona mejores resultados de forma general.
Son objetivos específicos para fotografía macro, y tienen diferentes distancias focales: cortas (30mm a 50mm), largas (60mm a 105mm) o teleobjetivos macro (150mm a 200mm).
Normalmente, a mayor focal, más lejos podrás estar situado para fotografiar a tu sujeto (lo mismo que con una lente no macro), lo que es muy útil para fotografiar bichos asustadizos o peligrosos.
La parte negativa, es que a mayor focal, más precio.
Anillos inversores
Una solución más económica que los objetivos macro se basa en girar el objetivo (seguro que ya lo has probado alguna vez 😉 ) lo que permite un acercamiento similar al que consigues con un objetivo macro.
Los anillos unen la parte frontal de tu objetivo con el cuerpo de tu cámara.
La parte negativa es que perderás el control de la cámara (enfoque, diafragma, etcétera) y la positiva es que podrás obtener muy buenas imágenes macro por muy poco dinero. En este caso, a menos focal; más aumento.
Lentes de aproximación
Son una opción barata para iniciarse en la fotografía macro. Se colocan como un filtro en el objetivo de tu cámara y sirven para aumentar la imagen (como una lupa).
La parte negativa es que suelen ser de baja calidad, creando aberraciones y distorsiones en la imagen.
La parte positiva es que te permitirán comprobar si lo que sientes hacia la fotografía macro es algo pasajero (por lo que no vale la pena gastarse nada más) o es realmente lo tuyo.
En ese caso, no lo dudes, empieza ahorrar para un buen objetivo macro.
Tubos de extensión
Los tubos de extensión son otro sistema muy económico para lograr imágenes macro.
Se enroscan directamente entre el cuerpo de la cámara y el objetivo, y su función es aumentar la focal de nuestro objetivo, permitiéndonos mayor acercamiento. Los hay de dos tipos: unos mantienen conexión con la cámara y los otros no, por lo que te obligan a trabajar totalmente en manual (enfoque, exposición, etcétera). Evidentemente, los primeros son más caros que los segundos.
Trípode
A menos que quieras limitar la toma de tus macrofotografías a los ambientes controlados de unas cuatro paredes, lo ideal sería tener o comprar un trípode que reuniera las siguientes características:
- Robusto y pesado: Muy necesario, ya que la robustez de un trípode lo hace menos vulnerable a los imperceptibles movimientos del viento o de otros factores.
- Con columna central extraíble: Te permitirá tomar imágenes a ras de suelo.
- Patas que permitan variar el ángulo de forma individual: Te será muy útil para salir al exterior, ya que casi nunca los terrenos que te vas a encontrar son perfectamente planos. Al contrario, la mayoría de veces te moverás entre rocas o maleza, por lo que este “detalle” hay que tenerlo en cuenta.
- Rótula de cremallera: Permite ajustar la posición de forma milimétrica, cosa que en macro puede suponer la diferencia entre foto (foco) y no-foto (no-foco).
¿No tienes nada de lo anterior? Pues no lo tendrás tan fácil como el afortunado que posea ese trípode ideal 😉 pero seguro que superarás cualquier adversidad con un poco más de esfuerzo.
Disparador remoto
La fotografía macro es tan delicada como esos pétalos de flores o esas hormigas que tanto te gusta retratar.
El más leve movimiento o vibración puede echar a perder tu imagen, por lo que es casi imprescindible que te hagas con un disparador remoto. No todo es apretar el obturador, tienes muchas otras formas de disparar una foto y mucho menos dañinas para la nitidez de tu imagen 😉
Bote pulverizador
Sí, no pongas esa cara de sorpresa, ¿sabes lo bonitas que pueden ser unas simples gotas de rocío en una hoja en versión macro? 😉
¿Y qué forma más sencilla de encontrar rocío en el lugar que quieres que llevarte un bote pulverizador con agua para crear hermosas gotas donde tú elijas?
Configuración de la cámara
Lo más importante en fotografía macro es obtener un buen enfoque de nuestro protagonista. También es lo más difícil, porque un pequeño error milimétrico que en cualquier otra disciplina fotográfica pasaría desapercibido, en este caso nos supondría la pérdida de foco completo de nuestro centro de interés.
Live View
Muchas cámaras disponen de esta opción. Se utiliza mucho en fotografía paisajística y macro, ya que mantiene abierto el espejo para evitar el movimiento que se ocasiona durante la toma de una imagen al levantarse el espejo.
Además, nos permite comprobar el foco a través de la pantalla “en vivo y en directo” para poder corregirla de forma muy precisa. El enfoque lo realizaremos de forma manual en la zona que queramos destacar.
Exposición
Como en cualquier imagen, la exposición es importante y la elección de un tipo u otro, vendrá muy ligado al resultado que quieras obtener.
No está de más hacerte con un reflector si prevés salir a pasear buscando maravillosas imágenes macro. La gran mayoría de veces no podrás (o no deberías) mover a tu centro de interés, por lo que un reflector te ayudará a eliminar sombras o a re-dirigir la luz.
Modo manual
La fotografía macro está casi predestinada a funcionar en manual. Así podrás escoger la velocidad y el diafragma que te interese en cada imagen.
ISO
Puesto que dispones de un estupendo trípode para evitar que tu cámara se mueva lo más mínimo, lo ideal es que trabajes a ISO baja para mantener la calidad de tu imagen al máximo.
No obstante, no es sólo tu cámara la que puede moverse, en exteriores tendrás viento o simplemente tu protagonista se moverá por su propio pie.
Asegúrate de disparar a una velocidad suficiente para evitar que tu imagen salga movida. Si no dispones de suficiente luz, lo mejor será que «sacrifiques» algo de calidad de imagen y subas la ISO antes de que tu imagen salga movida.
Enfoque
Si en otro tipo de imágenes el foco es importante, aquí es clave, porque el error es muchísimo más evidente.
- Enfoca en manual, muchas veces la cámara “se pierde” intentando enfocar algo tan pequeño.
- Enfoca bien los ojos en caso de que estés fotografiando algo que los tenga 🙂
- Aprende a mejorar el enfoque en el procesado. Evidentemente, milagros a Lourdes 😉 , pero las herramientas de enfoque de los programas de edición, pueden ayudarte a perfeccionar la imagen.
- La estabilidad es esencial: un buen trípode, un disparador remoto y la opción de levantar el espejo en las cámaras réflex para evitar vibraciones son algunos ejemplos.
¿Qué fotografiar y cómo?
Veamos qué puedes fotografiar con macro y cómo hacer para lograr las mejores imágenes.
El protagonista
Los reyes de la macrofotografía son, sin duda, los pequeños animales y las flores, o las hojas que nos regala la naturaleza pero no son, ni mucho menos, los únicos protagonistas de la fotografía macro.
Un tornillo, unas gotas de aceite, una cuerda… todo, absolutamente todo, es susceptible de acabar siendo una de tus maravillosas e increíbles fotografías macro.
Aunque bien es cierto, que hay unos temas que se prestan más y mejor a ser fotografiados en este estilo fotográfico:
- Flora
- Fauna (pequeña, se entiende 😉 )
- Objetos cotidianos reconocibles (monedas, tornillos, cordones de los zapatos…)
- Gotas de agua (rocío)
Lo más importante es que, a menos que busques la abstracción, lo que sea que decidas fotografiar sea reconocible para quien observa la imagen.
Si no es así, se convierte en una imagen abstracta que, puede gustarte también, pero es otra cosa 😉
Fondo
El fondo en macrofotografía es clave, pudiendo hacer resaltar y destacar a tu protagonista o hacer que éste pierda su interés. Por ello es muy importante que localices primero a tu sujeto, y luego un buen fondo para el mismo.
- Busca fondos con colores que contrasten (que hagan destacar a tu protagonista).
- Mira a tu alrededor, a veces simplemente cambiando el punto de vista puedes conseguir un fondo completamente diferente y adecuado a tus propósitos.
- Lleva tus propios fondos siempre a mano por si no encuentras ninguno que te satisfaga. Eso equivale simplemente a llevar telas o cartulinas de colores que puedas situar detrás de tu centro de interés (y unas pinzas para sujetarlos).
Puedes resignarte al que haya, puedes hacer piruetas y cambiar el punto de vista para obtener lo que quieres, o simplemente ayudarte con alguna cartulina de color.
Aunque sean imágenes de poca profundidad de campo, el fondo sigue teniendo tanta importancia como en cualquier imagen, y debes vigilarlo con la misma atención.
Escenario
Es todo aquello que rodea a tu sujeto principal. No sólo el fondo, sino el lugar en el que sitúas al protagonista.
Puede que te adentres entre las hojas otoñales en busca de una hormiga roja, o que esperes pacientemente a que una mariquita alce el vuelo desde un tallo verde. Todo es parte del escenario que formará parte de tu encuadre y todo debe tener su razón de ser.
No dejes nada al azar. En macrofotografía, los detalles son muy importantes y los despistes algo más difíciles de solucionar que en otros tipos de imágenes.
- Busca escenarios fotogénicos
- Colores vivos y saturados suelen dar mejores resultados (aunque siempre depende de los resultados que se quieran obtener)
- Las flores, el rocío (que puedes crear tú mismo con un vaporizador), los reflejos, las gotas de agua, rocas, etcétera.
- Texturas interesantes que realcen al protagonista y completen la imagen.
- Selecciona el lugar previamente: por ejemplo, las flores y la baja vegetación son ideales para encontrar insectos. Si sabes dónde buscar, la sesión será mucho más provechosa y amena.
- Cuidado con hojas marchitas, tallos secos o cualquier motivo que entre en el encuadre y que pueda estropear el resultado final. Cada píxel cuenta.
El rocío
Las gotas de agua son un clásico que siempre funciona y que da mucho juego, incluso como protagonistas en sí mismas.
Por ello, si no encuentras rocío, no dudes en fabricarte tus propios escenarios llevándote un pulverizador. Incluso puedes utilizar las gotas de agua para conseguir un buen Bokeh de fondo.
La acción
No olvides que no tienes por qué retratar solo objetos o seres estáticos. Una mariquita alzando el vuelo, una abeja dirigiéndose a una flor o una mariposa saliendo de su crisálida, son algunos de los millones de escenarios que no sólo muestran la belleza de la naturaleza a escala 1:1, sino el modo en que esta se desenvuelve.
- Recuerda que los animales suelen tener comportamientos repetitivos. Aprender a reconocer estos patrones, te permitirá adelantarte a la acción, situarte en el lugar, en el momento, y con el foco adecuado, tiempo antes incluso de que tu protagonista vuelva a aparecer por allí. Luego no quedará más que esperar y hacer clic en el instante preciso.
- Si lo tuyo es este tipo imágenes “de acción”, es buena idea que pruebes el modo de disparo continuo de tu cámara.
Cómo componer una fotografía macro
Al trabajar con poquísima profundidad de campo, el fondo siempre va a quedar algo desenfocado en las imágenes (si es que has enfocado bien a tu protagonista 😉 ), así que en este tipo de fotografía, tu protagonista destaca de forma natural gracias al foco.
El resultado suelen ser composiciones minimalistas donde la composición cobra especial importancia. Dónde colocar qué, se convierte en algo clave. La regla de los tercios, la del horizonte u otras reglas de composición como el espacio negativo, te serán de muchísima utilidad en este aspecto.
No te conformes con la primera imagen, prueba diferentes ángulos y distancias, a veces cuanto más cerca mejor, pero otras el entorno puede complementar al sujeto y regalarnos escenas únicas.
Las «normas» son las mismas que las que usamos en cualquier imagen, pero en este caso las que a mi parecer más deberías contemplar son:
- Regla de los tercios
- Proporción áurea
- Espacio negativo
- Ley de la mirada
Bokeh
El bokeh, es uno de los efectos que puede conllevar la utilización de profundidades de campo reducidas, y un elemento a explotar de forma artística para dar forma a tus imágenes.
Saturación y contraste
La naturaleza está llena de color, sea en primavera o en otoño, en verano o incluso en invierno.
Imaginarla carente de bellos tonos saturados es complicado, sobre todo, cuando basamos nuestras composiciones en forma y color, donde el color es un motivo en sí mismo, incluso a veces un centro de interés en sí mismo.
Dominar el contraste natural de la escena, buscar el mejor encuadre y la mejor combinación de tonalidades es una parte imprescindible de la macrofotografía.
Los amaneceres y atardeceres
Las primeras y últimas horas del día tienen innumerables ventajas. Principalmente la luz, ya sabemos lo mágica que es la luz a esas horas, cálida, suave y lateral.
- Realza las texturas.
- Nos permite jugar con contraluces para realzar siluetas, perfiles de luz, etcétera y conseguir composiciones diferentes y más interesantes.
- Cuando hace frío, los insectos están más tranquilos e inactivos, así que es mejor evitar las horas centrales del día si quieres fotografiarlos en reposo.
¿Me reconoces?
A mi modo de ver, lo maravilloso de la fotografía macro, es poder ver aquello que a simple vista no estamos capacitados a hacer.
Es desvelar el misterio de las cosas pequeñas, es coger algo pequeño y darle una escala de gigante, es coger lo desapercibido y hacerlo importante. Y precisamente por ello, creo que una de las cualidades que debe tener una imagen macro, es que se reconozca lo que hay en ella.
Practica en casa
La macrofotografía no empieza y acaba en el campo más cercano. La fotografía macro requiere de práctica (como toda disciplina) y en casa tienes muchísimos motivos candidatos a ser una gran imagen.
Además, podrás realizar tus tomas de forma tranquila, sin viento, sin sombras, sin nada que interfiera entre tú y tu maravillosa foto. Cuanto más practiques, más fácil te será salir a hacer macro de exteriores y mejores resultados tendrás 🙂 .
Igualmente, visitar otros lugares especializados como zoológicos o centros de reptiles, anfibios, etc., te permitirá fotografiar especies a las que, de otro modo, no podrías acceder de forma fácil.
Cámaras compactas
Para acabar, sólo comentarte que no, que las cámaras compactas NO ofrecen un macro «real» aunque tengan el símbolo de macro (flor) entre sus diferentes ajustes. No te permiten tomar imágenes macro pero sí te permiten imaginar cómo y cuán infinitamente fantástico es el mundo del macro «auténtico» 😉
Suelo pensar y decir, que los fotógrafos (sea a nivel de afición o profesional) tienen la capacidad de ver lo que los otros no ven. La capacidad de encontrar historias, de crearlas, de plasmarlas.
Esto es aún más verdad si cabe en la fotografía macro. Este tipo de fotografía, nos permite elevar a la altura de nuestra mirada objetos y animales, situaciones, texturas, patas peludas y grandes ojos oscuros, elementos zumbantes y gotas que encierran un mundo.
Nos permite captar un mundo tan vivo como desconocido, un mundo que no existiría de no ser por esas maravillosas imágenes dignas de Alicia en el país de las maravillas 😉
Así pues, ¿te apuntas? Ya has visto que hay muchas formas de empezar en fotografía y no todas (ni mucho menos) son caras, así que te animo a probar porque puedo asegurarte que te vas a adentrar en el terreno de la locura.
Y ya sabes, si te ha gustado y crees que a alguien más puede serle de utilidad, por favor compártelo en tu red social favorita. ¡Muchas gracias! 🙂