La fotografía es muchas cosas. Es técnica, es luz, es composición, es mucha teoría, muchas dudas, muchas consultas a libros, webs y foros. Pero por encima de todo, la fotografía es mucha, mucha práctica aderezada con un toque de inspiración. Todo ello mezclado da como resultado un fotógrafo o fotógrafa altamente preparados 😉
Si hablamos de teoría gastronómica, tienes esta completa guía para ayudarte a trabajar, pero si hablamos de inspiración, este artículo espero que te anime a poner en práctica toda esa teoría, todos esos consejos e ideas que te rondan por la cabeza. Vamos a ello.
1. El formato vertical
Es un formato muy utilizado en fotografía culinaria, ya que te permite centrar mejor la atención en el sujeto principal.
2. La importancia de los detalles
En fotografía culinaria, nada queda al azar, y todo debe estar artísticamente justificado. Cuida los detalles con rigor y tendrás grandes resultados.
3. No le pongas límites a tu creatividad
Toda aquella fotografía que puedas preparar, pensar y diseñar, exige algo más de ti y de tu parte creativa que aquella que sucede espontáneamente ante tus ojos (fotografía documental, por ejemplo). Es por ello, que ser creativo, probar nuevas composiciones, materiales, texturas, se convierte en un ingrediente más de la fotografía culinaria.
4. Practica con diferentes puntos de vista
El formato cenital (completamente desde arriba, como el de esta imagen), los ángulos de 45º o el punto de vista «normal» son algunos de los más utilizados en fotografía culinaria.
5. La comida debe parecer apetitosa 😉
Si bien puede que no siempre, muchas veces la fotografía culinaria se basará en platos finalizados. Es muy importante que, por encima de todo, el plato aparezca apetitoso y en buen estado. La rapidez es, por lo tanto, un requisito indispensable cuando fotografiamos este tipo de escenas, ya que muchos alimentos perecen rápido (fotográficamente hablando) y en cuestión de minutos pierden su frescura inicial.
6. Trabaja las texturas
Es cierto que comemos por la vista, ¿verdad? La vista es un sentido que nos premite valorar si un alimento está o no en buen estado, nos permite adivinar el sabor o la textura que tendrá em nuestra boca. Es por ello que es tan importante cuidar el aspecto de aquello que vamos a fotografiar. En fotografía culinaria, la textura es, por lo tanto, uno de los elementos más importantes a tener en cuenta. Normalmente se conseigue con un esquema de luz lateral.
7. La importancia de la profundidad de campo
La profundidad de campo es la zona enfocada de nuestra imagen. Se consigue a través de la apertura del diafragma; a mayor apertura menor será la profundidad de campo y al revés, a menor apertura, mayor será ésta. La profundidad de campo nos ayuda a centrar la atención en un punto concreto de la imagen y es muy utilizada en fotografía culinaria.
8. Préstale atención al balance de blancos
Para evitar que la imagen adquiera tonalidades indeseadas que pudieran convertir la imagen en algo irreal o poco fotogénico, lo mejor es que trabajes con un balance de blancos manual o que compruebes en todo momento que tu cámara está haciendo una correcta interpretación de las tonalidades de la luz que tiene delante.
9. Utiliza diferentes materiales como fondo de tus platos
Las maderas son muy fotogénicas, ya que nos aportan textura y un aire natural que pega mucho con la fotografía de productos naturales. Procura siempre que el color de la misma te ayude a resaltar los elementos que aparecen en la imagen como en la foto del ejemplo.
10. Fotografía los ingredientes
Otra forma de presentar un plato es a través de sus ingredientes, no sólo el resultado final es lo que cuenta, sino también todo el proceso.
11. Trabaja la presentación
La presentación final del plato es la imagen definitiva de la serie. No sólo debe parecer apetitoso sino también visualmente bonito.
12. Cuida la composición
El espacio negativo y la regla de los tercios pueden serte de gran ayuda en este tipo de fotografía.
13. Aplica todo lo aprendido
La fotografía de alimentos, por la relativamente poca preparación logística necesaria, porque la puedes practicar en casa, con calma, y tantas veces como sea necesario, te permite poner en práctica todo tipo de técnicas. En este caso la fotografía de humo, pero puedes practicar movimiento, fotografía macro, diferentes intensidades de luz, todo lo que se te ocurra 🙂
14. Fotografía de alta velocidad
Cubitos de hielo cayendo en un vaso, gotas de agua salpicando sobre una superificie, frutos cayendo en un líquido… Todo ello ( y lo que se te ocurra) puede ser una buena forma de encontrar una imagen fantástica.
15. Una buena iluminación lo es todo
Sea tu estilo más claro u oscuro, la iluminación en cualquiera de ellos es básica y la clave de un buen resultado.
¿Muerto de hambre? Pues el hambre tendrá que esperar un poco, porque primero queremos una buena serie de fotografías culinarias para tu book personal ;-). Espero que realmente te haya inspirado este artículo a atreverte a trabajar y practicar este tipo de fotografía. Si es así, no olvides compartirlo para que alguien más pueda beneficiarse de él.
Ah, y ten mucho cuidado, ¡que esto engancha! 😉