Este es un artículo del autor invitado Javier Rosano en el que te cuenta con detalle, y a través de un acaso práctico, cómo hacer una panorámica de la Vía Láctea. Pero antes de dejarte con él, como veo que te gusta la fotografía nocturna, seguro que te encanta esta mega guía que te hemos preparado con consejos, trucos y muchísima inspiración. Y ahora sí, te dejo con Javier.
Al visitar un lugar histórico (aún en pie o en estado de ruina), siempre me ha encantado imaginarme cómo era la vida en él en su momento de mayor apogeo. Mediante la fotografía nocturna encuentro una forma de conseguirlo, de viajar en el tiempo; olvidándome de la alteración humana en el entorno (gracias a la oscuridad) y devolviendo a la vida esos lugares olvidados mediante el empleo de la luz. Una manera de recordar el motivo por el que fueron construidos y contemplar el mismo cielo que se podía observar en aquella época, conectando de alguna forma con ese periodo.
Aunque me encanta fotografiar, también me gusta explicar lo que hay detrás de cada fotografía, de forma que todo el mundo que esté interesado pueda aprender. Para eso tengo una página web donde comparto todas mis imágenes y describo detalladamente cómo se han hecho.
Qué necesitas
Quiero compartir contigo cómo hice esta fotografía panorámica con la vía láctea, desde la planificación, la salida nocturna y el posterior procesado. No pretende ser una compleja guía para realizar fotografía nocturna panorámica. Sino que está pensada para que, con unos conocimientos mínimos y una pequeña experiencia en fotografía nocturna, puedas empezar a hacer tus primeras panorámicas.
Además, para llevarla a cabo no es necesario ningún material adicional al que puedas necesitar para hacer una fotografía nocturna cualquiera. De esta forma, solo necesitarás una cámara con modo manual, un objetivo angular, un trípode, linterna y flash. El equipo que yo utilicé fue una cámara full frame y un objetivo gran angular luminoso, con una focal de 14 mm y f/2.8. Pero puedes hacerlo con un equipo diferente y obtendrás resultados similares.
Planificación
Como seguro que ya sabes (y si no te lo cuento), la planificación es una parte esencial en la fotografía nocturna. Gracias a ella, te aseguras de que los factores externos (meteorología, posición de los diferentes elementos en el cielo, fase de la luna, etc.) son los adecuados.
Para hacer esta fotografía panorámica tenían que darse varias circunstancias:
- Noche sin luna (para que la oscuridad del cielo fuera máxima y la vía láctea se viera con el máximo detalle posible)
- Centro galáctico visible (la zona más característica de la vía por tener un alto grado de detalle)
- Posición adecuada de la Vía Láctea, tanto por orientación como por altura en el cielo
Aunque parece muy difícil averiguar cuando ocurre todo a la vez, gracias a las diferentes aplicaciones disponibles, tanto para móvil como para ordenador, es muy fácil encontrar el día adecuado. The Photographer’s Ephemeris, Photopills y PlanIt! para fotógrafos son las que más utilizo.
Captura de la Panorámica de la Vía Láctea
Una vez escogido el día y la hora, llega el momento de ir a la localización. Como siempre, acudí con cierto tiempo de antelación para poder detectar cualquier peligro, así como para buscar el mejor lugar para poner el trípode, tanto en orientación respecto a la iglesia como en distancia a ella.
El encuadre
Una posición próxima a la ermita hubiera hecho que ésta aumentara de tamaño en el encuadre. Pero la vía habría quedado muy alta, separándose mucho del horizonte. Por el contrario, si me hubiera situado más alejado de la iglesia, la vía habría quedado más baja, pero el tamaño de la ermita sería muy pequeño comparado con el resto de los elementos.
Para terminar de afinar el encuadre, intenté que la ermita quedara en el centro del arco que iba a dibujar la vía. Para lograrlo empleé las diferentes aplicaciones para el ordenador o móvil que he comentado anteriormente, por las que pude ver dónde iba a cortar la vía láctea con el horizonte. Por ejemplo, existen aplicaciones que tienen la opción de realidad aumentada, que superpone la información del cielo en un momento determinado sobre lo que ves a través de la cámara.
Colocar el trípode
Antes de empezar a fotografiar, si tu rótula te permite modificar únicamente el paneo (movimiento sobre su propio eje, derecha-izquierda e izquierda-derecha), hay un detalle muy importante y que puede arruinar el resultado final: comprueba que la base de la rótula está completamente horizontal. De no ser así, la fotografía final no estará nivelada y tendrás que recortarla para colocar correctamente el horizonte, perdiendo así parte de la fotografía. Si tu rótula no tiene la opción de paneo, tendrás que asegurarte de que todas las fotografías están perfectamente niveladas y de que el horizonte siempre queda a la misma altura. Utiliza referencias visuales con las fotografías anteriores para comprobar que no subes ni bajas el encuadre.
Respecto al encuadre, un formato horizontal hubiera permitido reducir el número de fotografías a realizar a cada lado de la iglesia, pero me hubiera obligado a hacer dos filas para poder captar de forma correcta tanto el suelo del primer plano (fila inferior de la panorámica) como el arco completo de la vía láctea (fila superior). Gracias a la focal de 14 mm de mi objetivo, y a la ubicación escogida para el trípode como conté anteriormente, con un encuadre vertical necesité una única fila de fotografías.
Encontrado el punto donde poner el trípode, solo quedaba esperar a que anocheciera. A partir del anochecer astronómico la oscuridad es máxima, por lo que la vía láctea destacaría más en el cielo.
Iluminación
Para aprovechar el tiempo hasta que llegara el anochecer astronómico, empecé a hacer las pruebas de iluminación. En este caso no iba a ser muy compleja, puesto que mi intención era aportar luz a la fachada principal de la ermita, así como crear la proyección de luz desde el interior de la iglesia. Aunque el resto de la escena quedaría sin iluminar, la contaminación lumínica de la zona me aseguraba que las sombras tendrían algo de información.
Llegado el anochecer astronómico comencé con la fotografía definitiva, empezando por la parte central, donde estaría situada la ermita. Para esa primera fotografía (foto 1 en el montaje indicado más abajo) utilicé una linterna LED cálida para iluminar la fachada principal de forma frontal. Así las únicas zonas en sombra serían las paredes laterales, creando volumen pero sin tener sombras duras en la pared frontal. Además, y con un flash con gel CTO (naranja) desde dentro de ermita, iluminé el arco interior y proyecté el haz hacia el exterior.
Ajustes
Los parámetros de la cámara para esta toma, y que se mantendrían para las restantes, fueron 14 mm, f/2.8, 30 segundos, ISO 6400, balance de blancos (WB) 3050 y, por supuesto, en RAW. Es importante trabajar en manual para que los parámetros no cambien durante la captura de las siguientes fotografías, de forma que el resultado final sea homogéneo.
Las distintas tomas para solapar
Terminada la fotografía central (gracias a las pruebas realizadas antes del anochecer astronómico no me llevó mucho tiempo), comenzó el turno del resto de tomas que compondrían la panorámica. Empezando hacia la derecha y solapando, aproximadamente, la mitad del encuadre con la fotografía anterior, necesité realizar hasta tres fotografías más para captar por completo la mitad derecha de la vía láctea (fotos 2, 3 y 4). Además, había que dejar un espacio entre el corte de la vía con el horizonte y el borde de la imagen, de forma que la composición no quedara muy ajustada por los laterales. Por último, y solapando de nuevo la mitad de la fotografía central, repetí el mismo proceso para el lado izquierdo de la vía (fotos 5, 6 y 7).
En la imagen siguiente puedes ver la superposición de las siete fotografías que compondrán posteriormente la panorámica. Cada una de ellas tiene una opacidad del 65%, de forma que se pueda apreciar el solape entre ellas. Como puedes ver, hay varias franjas (las más oscuras) en las que se solapan hasta cuatro fotografías.
¿Cuántas fotografías tomar?
La cantidad de solape entre fotografías es siempre un equilibrio entre asegurar el resultado final y el tiempo que quieras dedicar a cada panorámica en el campo. Si el solape es alto, puedes incluso no utilizar alguna de las fotografías si, al verla en casa, no te gusta el resultado (por el paso de un avión, iluminación accidental de la escena, etc.). En caso de que el solape sea pequeño, puede que al software que unirá las imágenes le cueste más encontrar los puntos comunes o, que incluso, no pueda llevar a cabo la unión.
Por ejemplo, empleando las fotografías 1, 4 y 7 (la central y los extremos), el software no es capaz de encontrar puntos comunes a pesar de que existe un pequeño solape, como se puede ver en la imagen siguiente. Además, la deformación provocada por el uso de un gran angular dificulta el trabajo de unión. Como se observa, la vía sale por el borde superior en las fotografías de los extremos (4 y 7), en lugar de hacerlo por el lateral.
Procesado
Una vez en casa, comenzó el trabajo de procesado. Con Lightroom revelo los siete archivos RAW, aplicando enfoque, reducción de ruido, correcciones del perfil de la lente y, en este caso, ligeros ajustes en el balance de blancos, buscando enfriarla un poco más. Las dos imágenes anteriores están compuestas por los archivos ya exportados del revelador. No realicé mucho procesado en Lightroom, dejándolo para el posterior trabajo en Photoshop, una vez que la panorámica estuviera unida.
El siguiente paso fue emplear un programa de creación de panorámicas para hacer el cosido de las diferentes tomas. Los más conocidos son el propio Lightroom o PTGui. Si el solape de las fotografías es el adecuado, esta fase no debe suponer ningún problema.
Con la panorámica de la Vía Láctea ya montada, llegó el turno de procesarla en Photoshop. Ésta es la parte más subjetiva de todo lo descrito, por lo que dependerá tanto de hasta dónde quieras llegar (mayor o menor grado de procesado), como de tus gustos personales (aspecto nocturno, balance de blancos, contraste, saturación, etc.). Yo apliqué el mismo flujo de trabajo que empleo para una fotografía nocturna no panorámica. Principalmente conseguir más detalle de la vía láctea, aplicar niveles para darle un aspecto más nocturno y sacar algo de detalle de las sombras.
Este es un artículo de Javier Rosano, aficionado a la fotografía desde hace veinte años. Aunque empezó con el paisaje (campo que no ha abandonado y con el que sigue disfrutando), lo que le enganchó de verdad fue la fotografía nocturna. Después de varios cursos y unas primeras salidas bastante frustrantes, consiguió plasmar sus ideas en las fotografías. Ahora se dedica a ayudar a que la gente consiga controlar la fotografía nocturna, dando cursos, talleres privados y haciendo salidas tuteladas. Puedes seguirle en su web y en Facebook.
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