Habrás oído cientos de veces que la fotografía es luz. De hecho fotografía es, literalmente, ‘escribir con luz’. Es por eso que como fotógrafos/as, damos tanta importancia a esta materia prima tan valiosa. Pero, ¿Qué hay más allá de conocer y dominar la luz, las diferentes técnicas o la composición?, ¿Qué diferencia una imagen correcta de una gran fotografía?, ¿Por qué crees que unas imágenes te conmueven y otras te dejan indiferente?. Seguro que a estas alturas ya sabes de qué estoy hablando: de fotos emotivas.
Hablo de la capacidad de transmitir emoción a través de una imagen. Más allá de imágenes bonitas, correctas, sin nada qué objetar, más allá de ellas hay otras que te sacuden, que se graban en tu retina, que te provocan un sentimiento concreto…
Estas son las grandes fotografías, aquellas en las que el/la que tomó la imagen, logró conscientemente transmitirte esa emoción, ese sentimiento, y consiguió que lo hicieras tuyo a través de una fotografía.
¿Cómo se transmite emoción a través de una imagen?
Fotografiar las emociones va más allá de fotografiar a alguien sonriendo, con la mirada perdida, con lágrimas en los ojos o con una mueca de disgusto. Si ‘simplemente’ fotografías a alguien sonriendo, será una foto de alguien sonriendo, pero, ¿Cómo transmitirás la felicidad que embarga al protagonista que ríe en tu imagen? Para fotografiar una emoción, deberás tener en cuenta muchos factores, entre el que destacas tú mismo/a. Vamos a ver algunos de los aspectos que, a mi modo de ver, pueden ayudarte en la búsqueda de las emociones:
- Elige un tema: Si te dedicas a la fotografía ‘por amor al arte’, es decir, si no tienes un encargo concreto que realizar, escoge un tema en el que te sientas a gusto y que te emocione. Busca un entorno en el que te sientas identificado/a, en el que te muevas con facilidad, o al que puedas volver cuando quieras. Si te encuentras a gusto, te será mucho más fácil conseguir lo que quieres.
- Conócete a ti mismo: Sí, quizá te suene algo extraño ;-), pero la mejor manera de evolucionar como fotógrafo/a, es conociéndote a ti mismo. Piensa qué te gusta y porqué, porqué te inclinas hacia un tipo de fotografía u otra, qué quieres transmitir, cuáles son las imágenes que más te conmueven, y sobretodo, identifícate en todo aquello que hagas y sé tú mismo/a.
- Piensa antes de disparar: Te parecerá obvio, pero muchas veces no lo hacemos. Nos dejamos llevar por lo que vemos sin darle un sentido. Y a veces, por este motivo, la fotografía que te encuentras es básicamente lo que veías, no lo que sentías ni lo que sentía la persona que fotografiabas.
- Aprende a observar: Entrenar la mirada para aprender a anticiparte a los hechos es fundamental. Con el tiempo y con la práctica aprenderás a hacerlo, podrás saber qué persona, en qué instante te va a ‘regalar’ esa imagen que buscas, podrás ver como fotógrafo/a lo que los otros en el mismo lugar no ven, y en vez de esperar que las imágenes vengan a ti (cosa que pasa en contadas ocasiones…), serás tú el/la que irá a buscarlas… Y las encontrará.
- Empatiza con lo que retratas: Sobretodo si estás fotografiando personas, la mejor forma de transmitir sentimientos es cuando vuelcas los tuyos en lo que ves. Si estás fotografiando a alguien triste y no sientes nada, no harás la misma fotografía que si compartes esa misma tristeza, igual que si estás de acuerdo con lo que ves o lo criticas, las fotografías no serán iguales. Porque como todo arte, la fotografía es subjetiva, muestra lo que tú sientes, y eres tú el /la escoges cada encuadre, cada tema, acorde con tus sentimientos y tu mirada, aunque a veces no seas plenamente consciente de ello.
«El fotógrafo no puede ser un espectador pasivo, no puede ser realmente lúcido si no está implicado en el acontecimiento.» Henri Cartier-Bresson
- Déjate llevar para conseguir fotos emotivas: Puesto que estás intentando fotografiar y transmitir emociones; emociónate. Déjate llevar, intenta fotografiar por instinto con lo que ya has aprendido, piensa menos y siente más, componer y dominar las técnicas no lo es todo. Lo más importante es disfrutar e intentar dar lo mejor de ti mismo/a en cada imagen.
¿Qué técnicas puedo utilizar para lograr fotos emotivas?
Si eres todo emoción, pero necesitas canalizarla o acompañarla de algún modo, aquí te dejo algunas técnicas que puedes utilizar para acabar de emocionar a tus espectadores:
Los puntos de vista:
Variar el punto de vista (el ángulo) acorde con lo que quieras transmitir, es algo que deberás tener en cuenta, y que mejorará mucho y rápidamente tus imágenes. Los más comunes son los que te muestro a continuación:
- Picado: Cuando sitúas a tu sujeto por debajo del objetivo de tu cámara lo empequeñeces, puesto que es un plano en el que habitualmente percibes aquello que es más pequeño que tú. Este caso sería cierto en niños y todo aquello a lo que ganas en tamaño de forma natural, pero también puedes ‘forzarlo’ y fotografiar casi cualquier cosa en este ángulo. Al colocarlo en una posición inferior, lo dotas de cierta vulnerabilidad y desprotección.
- A la altura de la mirada: Cuando situamos al protagonista de nuestra imagen a la altura de nuestros ojos, creas un efecto de empatía entre el sujeto y el que ve la imagen. También transmites estabilidad y paz, puesto que es nuestra forma habitual de mirar.
- Contra-picado: Cuando sitúas el centro de interés por encima de tu cámara lo agrandas, lo realzas y le otorgas fuerza.
El color:
A la hora de transmitir y hacer fotos emotivas es importante que no pierdas de vista el color que rodea al objeto principal.
Por ejemplo, fotografiar una escena desoladora con un fondo naranja chillón, puede hacer que el efecto que pretendes conseguir se vea empañado por el fondo.
A menos que quieras conseguir exactamente eso, crear una dualidad que sorprenda al espectador, lo mejor es que busques siempre que puedas, un color que acompañe a la idea principal que quieras expresar. Igualmente recuerda calibrar tu cámara con el balance de blancos que consideres oportuno para cada situación.
A una imagen ‘tierna’ le puede ir bien un tono cálido, pero quizá no tan bien a, por ejemplo, un combate de boxeo 😉
El blanco y negro:
Si quieres fotografiar emociones, no puedes olvidar el blanco y negro. A través de la ausencia del color, el blanco y negro consigue simplificar y centrar la mirada en la esencia de lo que estás fotografiando. Es mucho más abstracto, evocador, formal y sentimental. No puedes intentar fotografiar emociones sin probarlo, casi puedo prometerte que no te decepcionará.
El espacio (negativo):
Cómo distribuyes el espacio y los objetos en una imagen, puede explicar y transmitir muchas cosas. Puedes transmitir agobio, soledad, libertad, movimiento… Simplemente escogiendo por dónde va a respirar tu imagen o qué nivel de protagonismo le vas a dar al objeto principal (aislado en medio de un espacio muy amplio, por ejemplo). Si quieres profundizar en lo que es el espacio negativo y cómo aplicarlo en composición, te recomiendo este artículo.
Utiliza el lenguaje corporal para tus fotos emotivas:
Por supuesto, si estás haciendo retratos o, en general, si estás fotografiando a personas, lo que transmite tu ‘modelo’ es esencial. Muchas veces nos dejamos llevar por la necesidad de fotografiar las emociones más intensas (risa, felicidad, llanto, dolor, ira…) y no le damos importancia a otras emociones menos evidentes.
Seguramente es porque crees que no son tan universales o que el espectador no las entenderá tan fácilmente, pero una mirada perdida, una expresión reflexiva, el misterio, o una sonrisa triste, también son capaces de explicarnos y hablar de emociones, a veces incluso más que una gran sonrisa.
Así que no te conformes con ‘forzar’ la típica escena de ‘sonríe’ , deja que tu protagonista se sienta cómodo y te regale su verdadera esencia, y tú siempre preparado/a para inmortalizarla.
Aquí Caro te deja magníficos consejos sobre el lenguaje corporal en la fotografía de retrato.
Los detalles que convierten tus fotos en emotivas: No necesariamente para transmitir una emoción necesitas un rostro o a un ser humano que lo transmita. Por ejemplo, es asombroso lo que puedes llegar a explicar con las manos. Una mano diminuta sosteniendo una mano envejecida, es una forma de explicar una contundente historia, ¿No te parece? La vida y la muerte , la ternura, los extremos que se tocan físicamente… Mira la siguiente imagen. Habla por sí sola, ¿Verdad?
Si te fijas en los detalles, a parte de entrenar tu mirada, conseguirás una narrativa diferente para tus imágenes, busca aquello que es menos evidente y acércate, ¿Recuerdas aquella gran cita ‘Si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es porque no estabas lo suficientemente cerca ‘ ,de Robert Capa? Pues eso, prueba a acercarte a ver qué pasa 😉
(Por cierto, si te interesa la fotografía de manos no puedes dejar de leer este fantástico artículo, ni de ver la fantástica selección del reto sobre este tema aquí)
Fotografías en clave alta/baja:
Las fotografías en diferentes claves, también tienen una profunda carga emocional, cada una totalmente diferente a la otra. Por ejemplo, en clave alta (fondo blanco y mucha luz), la luz habla casi por sí sola de un hecho positivo, alegre, bueno, tierno. Todo lo tenemos en el subconsciente. Igual que asociamos la oscuridad, el color negro y en general las fotografías en clave baja (fondo oscuro y poca luz), al misterio, a la soledad, al sufrimiento, o a una profunda intimidad.
Te dejo este artículo de Mario para que puedas profundizar en ello.
Más allá de los retratos:
No sólo se fotografían emociones a través de seres humanos o seres vivos, aunque suele ser lo más habitual y lógico, puedes expresar sentimientos a través de todo lo que te rodea. A través de paisajes luminosos, un mar embravecido, un paisaje con niebla, un pato solo en un gran lago o un zapato en el asfalto… Todo puede ser una gran historia y todo puede transmitir emociones. Así que no hay excusa para decir que todos están hartos de que les persigas para hacerles fotos 😉 puedes encontrar y fotografiar emoción en todo lo que te propongas, si te lo propones, claro, y si lo sientes tú primero. Ya verás como si te dejas llevar conseguirás fotos emotivas fascinantes.
Mezclar opuestos: Como ya habrás comprobado por ti mismo/a muchas veces, nuestra mirada presta más atención a aquello que es diferente, y que por serlo, destaca por encima del resto, por ejemplo, en una imagen con cientos de paraguas negros, donde sólo hay uno rojo, tu mirada irá directamente al rojo. A parte de que el rojo es un color muy atrayente para nuestra mirada, nos centramos en él porque es diferente al resto. Una buena forma de potenciar algo es rodearlo de lo opuesto, por ejemplo, seguro que has visto imágenes en las que un desconocido está quieto en medio de una muchedumbre en movimiento, lo que acentúa aún más el ir y venir de los demás y a la vez la quietud del protagonista. O una imagen donde todo el mundo está alegre, alguien serio destaca mucho más; transmite más emoción en ese entorno por contraste al resto, que en una imagen donde por ejemplo, aparezca el protagonista solo.
Si estás leyendo esto es, seguramente, porque te emociona tanto la fotografía como a mí, y eso quiere decir, que la mitad del trabajo ya lo tienes hecho, porque lo más básico para fotografiar emociones es que te emociones tú. Eso ante todo, el resto ya vendrá. Se nota muchísimo cuando hay emoción en una fotografía, no importa si es ‘correcta’, si se te coló un dedo indeseado en el encuadre, si te faltó medio punto de luz, o te tembló el pulso de lo emocionado/a que estabas 😉 Todo eso se aprende, pero la emoción, la fascinación, eso no hay tutorial que te lo enseñe. Hay que vivirlo y sentirlo, tienes que emocionarte cada vez que cojas la cámara y pienses en las grandes fotografías que aún están por hacer, y disfrutar de las miles de oportunidades diarias que tienes para emocionarte y hacer que el que las mire se emocione contigo. Sé tú mismo, pásalo bien, pon pasión en lo que haces, y el resto vendrá rodado.
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