Fotografías cortesía de: James Thompson,Ray Bilcliff, MEMANG RIZALIS ENT. y Tom Hall, Bajo Licencia de Creative Commons

¿Sabes Dónde Tienes Que Enfocar a la Hora de Tomar una Foto?

💡  No te pierdas esta mega guía que te hemos preparado con todo lo que necesitas saber para un buen enfoque en distintas situaciones además de una buena dosis de consejos y trucos para enfocar bien.

Seguro que no es la primera vez que oyes hablar de la importancia del foco a la hora de componer una imagen. De cómo éste destaca unos elementos por encima del resto, de la capacidad que tiene el foco de resaltar el centro de interés de las composiciones.

Seguro que también te suena el término apertura, ya que en este blog siempre intentamos que te conviertas en un osado fotógrafo y te atrevas a disparar en modo manual, para así poder controlar tú mismo todas las variables de la toma.

Y seguro también que, si te has atrevido en algún momento con los modos semi-manuales o manuales de la cámara, te suena que hay relación entre la apertura y el foco. Por si lo tienes un poco olvidado, antes de empezar, refrescaremos los conceptos básicos.

Apertura de diafragma

Suena fatal y huele a algo imposible de entender, pero lo cierto es que la apertura de diafragma es simplemente la apertura por la cual tu objetivo deja entrar la luz.  Cuanto más grande sea este agujero, más luz entrará a través del objetivo, y cuanto más cerrado sea éste, menos luz entrará, igual que cuanto más abres un grifo más agua sale, y cuanto más lo cierras, menos. Mejor lo vemos en este vídeo:

Ese es el primer concepto que hay que tener claro con la apertura, cuándo entra más o menos luz y las posibilidades que nos ofrece poder jugar con este conocimiento. Por ejemplo, en una escena en la que carezcas de luz suficiente, lo ideal es ayudarte del diafragma para dejar entrar la mayor cantidad de luz posible a través de este. Esto se hace abriendo el diafragma (valores f bajos). Por el contrario, si te sobra luz, lo lógico es que cierres el diafragma para evitar que entre demasiada luz a través de éste (valores f altos).

Pero no sólo controla la entrada de luz que pasa a través del objetivo, si no que también controla lo que conocemos como profundidad de campo o zona enfocada en la imagen, es decir, controla el foco. Es por eso que es importante que tengas claro que para controlar el foco hay que saber utilizar la apertura. Una vez hecho este breve repaso, veamos otra de las decisiones compositivas más importantes: Dónde poner el foco.

¿Dónde pongo el foco?

Porque tan importante es la decisión de cuánta cantidad de zona enfocada en la imagen queremos, como dónde la queremos porque, como ya avanzamos al inicio de este artículo, el foco se utiliza para resaltar y reforzar los centros de interés en la imagen. Ahora bien, no siempre es fácil saber qué enfocar y en qué cantidad, veamos unas cuantas situaciones más o menos típicas en las que una correcta utilización del foco te ayudará a mejorar tus fotografías.

Retrato individual

Seguro que si sigues este blog, ya habrás escuchado alguna vez nuestra insistencia a la hora de enfocar bien los ojos del retratado. En la mirada está la fuerza de cada uno de nosotros, es la parte más expresiva, la que buscamos instintivamente cuando analizamos un retrato, en la que más nos detenemos cuando lo miramos. Es por ello que, a menos que busques otro sentido, a menos que quieras resaltar otra parte de la escena por algún motivo concreto, lo mejor es enfocar bien los ojos. Si además juegas con una profundidad de campo baja, recuerda enfocar el ojo que queda más cerca de tu objetivo.

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Retrato en grupo

Para retratar grupos de personas y asegurarte de que todas estén perfectamente enfocadas, deberás cerrar el diafragma (valores f altos). Lo ideal es que escojas a una persona de referencia por ejemplo en la primera fila, el del centro, y la enfoques previo ajuste de la apertura a un valor f alto (por ejemplo f11).

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Autorretrato

Puesto que el artista detrás de la cámara se sitúa por una vez delante de ella, 😉 es difícil trabajar con profundidades de campo pequeñas, porque en el autorretrato nos falta la parte más importante del equipo fotográfico, tú. Así que lo mejor es trabajar con aperturas de diafragma medias para asegurarte que el rostro quedará bien enfocado, porque aunque sea una forma de retrato algo inusual, a efectos compositivos sigue las mismas “normas” que un retrato “normal”.

Puedes ayudarte de algunos trucos para el enfoque, muñecos, marcas en el suelo, espejos, etcétera para ayudarte a ajustar el foco de la escena. Lo más recomendable es que enfoques desde un trípode y de forma manual, y que luego te sitúes en el lugar exacto que habías marcado.

Paisaje

En paisaje lo que solemos buscar es la mayor nitidez y zona enfocada en la imagen. Para ello, no sólo usamos unas aperturas de diafragma pequeñas (valores f altos) si no lo que también conocemos como distancia hiperfocal. O lo que es lo mismo; el lugar donde colocamos el foco para lograr la mayor cantidad de zona nítida y enfocada en la imagen. Para calcularla dependes de varios factores, entre ellos la distancia a la que colocamos el foco, la distancia focal de nuestra óptica, etcétera. Échale un vistazo a este artículo que le dedicamos en el blog para aclarar los conceptos y aprender a utilizarla 🙂

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Macrofotografía

En macrofotografía es especialmente importante decidir dónde colocar el foco, ya que la profundidad de campo es muy, muy pequeña. Si estás fotografiando el rostro de algún insecto, el foco debe situarse en los ojos, igual que si de un retrato se tratara. Sea lo que sea lo que estés retratando, piensa que el foco señalará esa parte de tu protagonista como si de una flecha se tratara.

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Fotografía documental

Ni mucho menos hay una sola norma respecto a este tipo de fotografía, pero en general, se busca ligar al protagonista con el entorno, por lo que solemos jugar con profundidades de campo amplias para que los dos tengan similar protagonismo. El foco es pues, amplio, aunque lo situamos siempre en el centro de interés que, por regla general, suelen ser las personas protagonistas de nuestra historia.

Barridos

Necesitarás ponerte manos a la obra con el manual o con la prioridad a la velocidad. Los barridos son una herramienta para añadir movimiento e interés en tus escenas que puede darte grandes imágenes. Para conseguir un buen barrido, deberás trabajar con velocidades lentas y para compensarlo, sueles necesitar una apertura pequeña (f alto). Una vez tengas los ajustes, debes enfocar el sujeto en movimiento y seguir la trayectoria del movimiento con tu objetivo. No te asustes, es sólo un resumen, aquí tienes un artículo detallado sobre cómo conseguir un barrido perfecto paso a paso.

El sol y la luna

Si eres adicto al modo automático, en este caso también tendrás que olvidarte de él 😉 Si quieres enfocar a este par de compañeros que nos vigilan desde el cielo, tendrás que enfocar en manual y al infinito, y con una profundidad de campo amplia.

Aunque hay muchos escenarios posibles, lo que debes tener en cuenta principalmente es que el foco marca tu centro de interés y te permite destacarlo por encima del resto. Es por ello que es tan importante saber situar el foco en cada ocasión. Y esto, como siempre, se aprende a través de práctica, aderezada con algo de intuición y osadía artística 🙂

Espero que este artículo te haya resultado útil. Si es así, compártelo con alguien más que pueda estar interesado. Gracias y hasta la próxima