Sí, no eres el único o la única que al oír la palabra flash pone cara de disgusto o frustración ;-). Tampoco eres el único o la única que se transporta a un mundo de fotos quemadas de fondos oscuros, de ojos rojos, o visualiza un estudio de esquemas imposibles con aparatos intimidadores dirigidos por un súper profesional a los que ni sueñas con acercarte, pero que sí sueña con mejores resultados con el flash.
El flash da miedo, las cosas como son, se crea enemigos y con razón. Pero lo cierto es que nuestro querido flash integrado de la cámara es el culpable de tanta frustración y no representa ni de lejos lo que un flash es capaz de hacer. Es como comparar una cámara estenopeica con una Réflex. Un buen flash en unas buenas manos (las tuyas algo más entrenadas 😉 ) son capaces de crear magia visual, de modelar la luz, de perfeccionarla, de modificarla por entero. Y dicho esto, el primer consejo es harto evidente 😉
Hazte con un flash externo
Si bien el incorporado de la cámara puede serte útil en algunas ocasiones como flash de relleno, lo cierto es que es bastante limitado. Si quieres de verdad mejores resultados con el flash tendrás que comprarte uno externo. Los hay de múltiples precios, desde 30 Euros hasta el infinito. Para saber más sobre el flash externo, te recomiendo esta completa guía que te hemos preparado con las características básicas (número de guía, velocidad de reciclaje, ángulo de giro, zoom, etc.), tipos de flash y mucho más.
En esta otra guía te recomendamos los mejores flashes externos, por si andas tras uno para ponértelo más fácil a la hora de escoger uno u otro.
Trabaja en modo manual
El modo manual es el mejor modo de trabajar en general, pero cuando trabajamos con flashes externos, la cosa se vuelve bastante imprescindible si lo que queremos es controlar perfectamente el resultado. Además, el esfuerzo vale la pena. Si trabajamos en automático, la cámara puede ir variando constantemente los valores de exposición a su antojo sin que podamos decidir lo más mínimo sobre ello. Si quieres aprender a doblegar la luz a tu antojo, el automático no es la mejor forma de hacerlo, ¿no crees? 😉
Para ello es básico que conozcas los parámetros del triángulo de exposición y cómo afectan estos a la relación del flash con la luz. Refresquémoslos un poco:
- Velocidad de obturación: El tiempo en el que el obturador permanece abierto es el que determina la mayor o menor entrada de luz. A mayor velocidad de obturación (más rápido se abre y cierra el obturador) más capacidad de congelar el movimiento. En cambio, cuanto más tiempo permanece abierto el obturador, más se imprime el movimiento en el sensor.
- Diafragma: La apertura de diafragma se relaciona con una mayor o menor entrada de luz a través del objetivo. Se contabiliza en números f, obteniendo mayor entrada de luz al abrir el diafragma y una menor entrada de luz al cerrarlo. Los valores de diafragma se expresan en valores f. Los valores bajos (f/1.4, f/2.8, etcétera) corresponden a diafragmas abiertos y por lo tanto a más luz. En cambio, los valores altos corresponden a diafragmas cerrados (f/11, f/16, f/22, etcétera) y por lo tanto menos luz.
- Igualmente, el diafragma se asocia directamente a la profundidad de campo o zona enfocada en la imagen (a diafragmas más abiertos menor profundidad de campo y a valores más cerrados, mayor profundidad de campo).
- ISO: Es la sensibilidad del sensor a la luz. A mayor número ISO, más sensibilidad a la luz (lo que nos permite trabajar con diafragmas cerrados y/o velocidades más altas) pero también más ruido en la imagen. A menor número ISO, en cambio, conservamos la nitidez pero perdemos sensibilidad, lo que nos obliga a trabajar con velocidades más bajas o diafragmas más abiertos.
El juego y las decisiones que tomemos en base a estas tres variables son la base de cualquier fotografía y del trabajo en el modo manual.
Ahora bien, una vez refrescados los conceptos del triángulo de exposición, ¿cómo afectan estos a la fotografía con flash? ¿Cómo me pueden ayudar a obtener mejores resultados con el flash? Vamos a verlo.
Relación entre los valores del triángulo de exposición y flash
- Velocidad de obturación: Siempre que trabajemos dentro de la velocidad de sincronización del flash (velocidad máxima a la que podemos trabajar sin activar otro conocido como el modo ranura útil para imágenes de alta velocidad), este es un valor que no afectará a la exposición de nuestra escena.
- Apertura de diafragma: Una mayor apertura de diafragma asociada al uso del flash implica un mayor alcance de la iluminación de éste hacia aquello que estamos fotografiando. Es decir, al abrir el diafragma conseguimos algo parecido a aumentar la potencia de nuestro flash, permitiendo que su destello llegue más lejos.
- ISO: Una mayor sensibilidad implica, al igual que con el diafragma, un mayor alcance de iluminación del flash.
Ten en cuenta la distancia focal
Recuerda que las distancias focales más largas (teleobjetivos por ejemplo entre 200-500mm) ayudan no sólo a acercarnos al sujeto sino que además comprimen los elementos de la escena. Una focal corta (por ejemplo de 10 a 35mm) nos permite trabajar con más ángulo y profundidad, ya que separa los diferentes planos de la imagen exagerando la perspectiva.
Una focal media 50 a 70mm, como bien sabes, es la que más se asemeja a la mirada humana.
Y pensarás, muy bien, pero ¿esto por qué es importante a la hora de trabajar con flash?
Porque la distancia focal con la que trabajemos, va a determinar lo cerca o lejos que nos situaremos del sujeto a fotografiar y por lo tanto, la intensidad de destello del flash que vamos a necesitar no va a ser la misma si estamos cerca del sujeto o lejos de él.
Así mismo debes tener en cuenta el factor de multiplicación de tu sensor para determinar la distancia focal real de tu objetivo (aunque la mayoría de flashes modernos lo detectan automáticamente y realizan ellos mismos el cálculo).
Aprende algunos esquemas básicos de iluminación
La forma más sencilla de aprender y coger soltura suele ser aprender algunos procesos de trabajo o esquemas preestablecidos y a partir de aquí, una vez dominados y entendidos, es cuando, poco a poco, nos vamos dejando llevar por nuestro propio estilo.
Por ejemplo, te propongo empezar con retratos y algunos esquemas clásicos de iluminación con este artículo: La guía completa para iluminar tus retratos. Aquí encontrarás algunos esquemas clásicos y sencillos que puedes realizar sólo con una cámara y un flash.
Aprende a rebotar la luz para conseguir los mejores resultados con el flash
Si bien cuando pensamos en flashes nos viene la imagen de esa luz directa al sujeto, lo cierto es que la mayoría de flashes de mano permiten rotar el cabezal en algún sentido, lo que nos permite modificar esa luz directa y dirigirla hacia otra parte de la escena con el fin de que ésta llegue de forma más difusa al sujeto principal.
Esa luz indirecta que ilumina al sujeto la conocemos como luz rebotada. Techos, paredes y en general superficies blancas son las ideales para rebotar la luz, ya que así no se modifica el color o la intensidad de la misma.
Si lo pruebas verás que el resultado es mucho más natural y satisfactorio que si disparas directamente al sujeto sin ningún tipo de difusor.
TRUCO: Muchos flashes incorporan una pestaña (“panel brillo de ojos” o “pestaña de brillo ocular”) en la parte superior para mantener el brillo en la mirada del sujeto cuando rebotamos el flash en el techo o en ángulos en los que perderíamos este fotogénico reflejo.
Si vas a usar el sistema TTL, aprende a conocerlo
Como siempre, los automatismos tienen sus ventajas e inconvenientes. El sistema TTL (Through the lens) es muy práctico siempre que nosotros intervengamos conscientes de sus limitaciones. Es decir, el sistema TTL es la forma más automática que tiene el flash de determinar el destello necesario para la escena en cuestión.
El cálculo que establece lo hace emitiendo un destello previo al disparo hacia el sujeto a fotografiar y, en base a la distancia, la luz ambiente, los parámetros de exposición de la cámara, etcétera, determina la duración del disparo. Hasta aquí bien, esto funcionaría perfectamente en las situaciones ideales para las que están diseñados los flashes, que es para elementos que reflejen entre un 18% y un 25%, o gris medio, exactamente igual que los exposímetros o fotómetros.
Pero a estas alturas ya sabrás que pocas veces nos encontramos en estas ideales situaciones, por lo que el TTL, al igual que el fotómetro de nuestra cámara, es fácilmente engañable con escenas más oscuras o claras, lo que suele llevar a una interpretación errónea de la exposición, y por lo tanto a una fotografía incorrecta a niveles de exposición. Es aquí donde te toca intervenir aprendiendo a prever estas situaciones donde el sistema TTL va a fallar, y tratando de compensar previamente la exposición en base a la escena que tengas delante.
Bloqueo de la exposición TTL
Es básico para no poder variar la composición a tu antojo al margen del patrón de medición que hayas escogido.
Complementos
Suelen ser bastante económicos y muy útiles. El más recomendado es un difusor de la luz para colocarlo directamente encima en el cabezal del flash y así proporcionar una luz menos dura. Aunque también tienes filtros para corregir o utilizar creativamente la temperatura de color, etcétera.
Dale rienda suelta a tu creatividad para obtener mejores resultados con el flash
Es la parte más agradecida y divertida. No tengas miedo a los errores, de ellos se aprende, ¿no? 🙂 Leer está bien, es útil, nos alarga una mano cuando estamos perdidos, nos enseña y nos acompaña, nos resuelve dudas… Pero la única manera de aprender de verdad es estar allí, cámara en mano, flash en la zapata, modelo al frente y pensar, apuntar, errar, corregir, mejorar, cambiar, probar, innovar… No tengas miedo a dejarte llevar, a darle rienda suelta a tu creatividad, pásalo bien y el resto vendrá solo, por muy difícil que pueda parecerte en un principio.
Espero que estos apuntes o consejos para lograr los mejores resultados con el flash te hayan sido de utilidad. Si es así, por favor, compártelos con aquel o aquella que creas que puede beneficiarse de ellos. Muchas gracias y hasta la próxima 🙂