fotógrafo entre edificios
Fotografías cortesía de FRANKYDEE, Jose Castillo Urquiza, Edwin A. Hernández Caraballo, Kaique Rocha bajo licencia Creative Commons.

4 Errores Graves Por los Que No Haces Buenas Fotos [¿Cometes Alguno de Ellos?]

Nuestro autor invitado de hoy es Edwin A. Hernández Caraballo, fotógrafo freelance y docente, y te trae un artículo en el que te desvela las claves de por qué no logramos hacer buenas fotos.

«Si pudiese tener algún mensaje importante que darle al principiante sería que no hay atajos en la Fotografía.»

Edward Weston (1886-1958)

Cuando finalmente tenemos nuestra primera cámara, empezamos a experimentar una mezcla paradójica de sentimientos. Por una parte, la emoción de ser capaces de crear recuerdos permanentes, memorias a las cuales acceder cada vez que lo deseemos. Y, por otra, la frustración de no poder hacer las mismas imágenes que hacen quienes nos inspiraron a ser fotógrafos.

Las causas de esa segunda sensación son, en general, bastante simples de identificar. Afortunadamente, no tienen nada que ver con el hecho de no disponer de una cámara Full Frame, o de no poder viajar por el mundo y visitar esos destinos exóticos que vemos en National Geographic. A continuación, te muestro cuáles son esas causas y cómo podrás, con esfuerzo y dedicación, convertirte en el fotógrafo que deseas ser.

1. No sabemos manejar la cámara

«Comprar una cámara Nikon no te convierte en fotógrafo, sólo en el dueño de una Nikon.»

Anónimo

Las cámaras digitales son máquinas complejas que, por fuera, poseen una infinidad de botones, ruedas y palancas y, por dentro, están cargadas de aún más funciones destinadas a ayudarnos a capturar aquello que vemos con la mente (¡sí, con la mente!).

A pesar de que los fabricantes hacen esfuerzos por crear interfaces que le faciliten al usuario su manejo, hay que admitir que al principio resulta intimidante enfrentarse a dichas máquinas. Sin embargo, nuestras cámaras vienen acompañadas de un accesorio que, aunque ha sido diseñado con una tecnología antigua, puede ayudarnos de manera significativa a lograr buenas fotos: El Manual de la Cámara.

¡Pues sí! Aunque no lo creas, todas las funciones de tu cámara, y cómo acceder a ellas, se encuentra compendiado en ese librito. Desafortunadamente, la mayoría de los nuevos fotógrafos quedan tan deslumbrados con su nuevo juguete, que nunca lo revisan. En consecuencia, sus cámaras acaban siendo sub-utilizadas, por cuanto solo emplean las funciones más triviales.

Antes de poner a cargar la batería de la cámara, colocarle la memoria o el objetivo, saca el manual de la caja y revísalo detenidamente. Consulta las recomendaciones que aparecen al principio, y luego estudia los distintos capítulos, a fin de saber qué puedes (¡y que no!) hacer con tu cámara. Si eres de los que prefiere leer en el teléfono, o en la tablet, entonces puedes descargar la versión digital del manual. Todos los fabricantes de equipos fotográficos disponen de versiones PDF de los mismos, a las cuales se puede acceder en las paginas web correspondientes.

Tómate tu tiempo. Ese primer paso rendirá sus frutos más adelante. Te lo prometo.

Cámara Nikon D800 con accesorios y manual de instrucciones
Reza el antiguo proverbio Chino que “Hasta un viaje de mil millas comienza con un primer paso”. Inicia tu viaje fotográfico leyendo el manual de tu cámara, bien sea en físico, o la versión electrónica que encuentras en Internet.

2. Vemos el mundo solo con los ojos

«No haces una fotografía sólo con una cámara. Traes al acto de fotografiar, todas las imágenes que has visto, los libros que has leído, la música que has escuchado, la gente que has amado.»

Ansel Adams (1902-1984)

Ya lo dijo elocuentemente uno de los fotógrafos más reconocidos del s. XX: Ansel Adams. ¿Hace falta decir más? Bueno, está bien. Trataré de pararme sobre los hombros de ese gigante y elaborar un poco más al respecto.

¿Alguna vez has notado que un grupo de fotógrafos frente a la misma porción de realidad hacen fotografías totalmente diferentes? ¿Te has detenido a pensar en por qué ocurre eso? La razón es engañosamente simple: ver y percibir son dos procesos diferentes.

Efectivamente, el estímulo visual es recibido a través de los ojos, pero es en la mente donde dicho estímulo es procesado y asignado un significado, es decir, donde es percibido. En consecuencia, distintos individuos, con experiencias de vida diferentes, percibirán la realidad a su manera y ello se traducirá en fotografías claramente distintas.

¿Has escuchado la expresión: “La belleza está en los ojos de quien la mira”? Pues podríamos hacer una versión equivalente y decir que las fotografías existen en la mente de quienes las imaginan. Por ello, como fotógrafos, debemos leer mucho, y no sólo libros de fotografía, sino también de ficción, suspense, e incluso revistas de moda y catálogos publicitarios. Tenemos que ir al cine, visitar museos, hablar con otras personas, escuchar a los niños. Todo lo que pueda nutrir a nuestra mente, contribuirá a mejorar nuestra capacidad de hacer buenas fotos.

Museo Blanes con exposición permanente de fotografía
El Museo Blanes se encuentra entre mis favoritos en Montevideo. Las exposiciones permanentes de Juan Manuel Blanes y de Pedro Figari son extraordinarias para aprender sobre la importancia de la luz en la fotografía.

3. NO ENTENDEMOS LA LUZ

«El dominio de la luz es un requisito previo al control del resultado final en la fotografía.»

David Bailey (1938- )

¡Ah, la luz! Ese elemento que forma parte indivisible de la palabra fotografía, pero al que al principio no le dedicamos la atención que merece. Quizás pensemos en la luz cuando estamos contemplando una de esas salidas o puestas de sol que nos dejan maravillados con sus amarillos, naranjas, rojos y azules explosivos. Pero más allá de esa escena, ¿qué sabes de la luz y cómo hacer uso de ella para crear buenas fotos?

Luz dura y luz suave, directa o indirecta, difusa, reflejada, natural, artificial, ambiental, disponible, continua… Cada uno de esos adjetivos está asociado a una propiedad de la luz que, manejado apropiadamente, nos permite redactar un mensaje visual.

No basta con que “haya luz”, es preciso que la misma tenga las características que el fotógrafo requiere, para poder hacer una imagen determinada. La definición de los músculos de un atleta en una fotografía deportiva, la sensualidad del cuerpo en una fotografía boudoir, la percepción del volumen en una fotografía de productos, etc., se consiguen cuando se domina el lenguaje de la luz.

Comparativa de luz dura y luz suave
La luz es vital, no sólo porque sin ella no existe la fotografía, sino porque gracias a ella podemos crear una imagen que le hable por sí misma al espectador. Misterio, sensualidad, masculinidad, feminidad, complexión, volumen, textura… Todos ellos son elementos que pueden ser representados usando la luz.

Ahora bien, no debes creer que hace falta una inversión millonaria para poder hacer un uso adecuado de la luz. Con frecuencia, basta con conocer los principios físicos básicos, para poder transformar casi cualquier fuente de luz en parte de nuestro arsenal creativo de fotografía.

4. Pensar que la foto está hecha al presionar el disparador

«Cuando estoy a punto de presionar el cable disparador de la cámara, ya he tratado de anticipar algunos de los desafíos que enfrentaré en el cuarto oscuro.»

John Sexton (1953- )

Existe un grupo de fotógrafos llamados “Puristas”, que se jactan de crear fotografías sólo presionando el disparador de la cámara. Y si en este momento estás pensando: “¿Y no es eso lo que se hace?”, quizás te sorprenda saber que disparar sólo te lleva ⅔ del camino… o al menos eso es lo que pensamos quienes no formamos parte de ese primer grupo (me pregunto si eso nos convertirá en los “Impuristas”, pero no creo que esa palabra exista, así que…).

Nuestras cámaras, por sofisticadas que sean, son equipos que no ven igual que nuestros ojos. En consecuencia, siempre será necesario hacer algún tipo de cambio a la fotografía capturada.

Dichos cambios los puede hacer la misma cámara, en el momento que seleccionamos almacenar el archivo en formato JPG, y alguno de los ajustes disponibles en los menús correspondientes (los llamados Picture Style, en Canon, y Picture Control, en Nikon). También los puede llevar a cabo el fotógrafo, en su computadora o Smartphone, con alguno de los programas (Lightroom, Photoshop) o apps (VSCO, Snapseed, etc.) disponibles en la actualidad.

Foto en editor Lightroom
Es posible crear hermosas fotografías cuando se encuentran en el mismo sitio una hermosa modelo y una iluminación bien ejecutada. Aún así, editar esa imagen será casi inevitable. En el caso de los retratos, por ejemplo, siempre habrá algún cabello rebelde que se haya resistido al orden que intentó imponer el peine.

Editar una imagen puede implicar hacer algo tan sencillo como ajustar la nitidez, porque el objetivo de nuestra cámara es deficiente en ese sentido. También puede limitarse a enderezar el horizonte en nuestra fotografía de paisaje, porque no quedó recto al sostener la cámara con las manos. Por otra parte, es factible modificar el color de las hojas de los árboles, porque no son lo suficientemente verdes para nuestro gusto, eliminar el acné en rostro de una persona que tiene muchos detalles en la piel, o hasta quitarle unos centímetros de la cintura, porque no se siente conforme con su figura.

Cualquier opción es válida, siempre y cuando se ajuste a las intenciones del fotógrafo. Incluso, no hacer nada es igualmente una posibilidad.

Sin embargo, considerando que ya has andado todo este camino y ya sabes cómo manejar tu cámara, eres capaz de visualizar la imagen en tu mente antes de presionar el disparador y hablas fluidamente con la luz, ¿por qué no continuas con esta aventura, y aprendes una habilidad más? Tus fotografías serán tu propia recompensa.

Conclusión

«Hay una gran diferencia entre tomar una foto y hacer una fotografía».

Robert Heinecken (1931-2006 )

Hacer fotografías es una aventura que se inicia cuando tenemos nuestra primera cámara y no termina nunca. Como ocurre en muchos casos, los inicios pueden estar llenos de obstáculos. Múltiples botones, funciones ocultas, variables de exposición, reglas de composición, son sólo algunos de ellos.

No permitas que ninguno de ellos acorte tu viaje prematuramente. Consulta el manual de tu cámara, busca tutoriales en Internet, fórmate, pregúntale a quienes han andado por ese camino antes, practica todo el tiempo y, especialmente, no te compares con los demás. Verás que, con el tiempo, las fotografías que salen de tu cámara se parecerán cada vez más a las que imaginas en tu mente.

Este es un artículo de Edwin A. Hernández Caraballo, docente y fotógrafo freelance. Puedes seguir su trabajo en Instagram o Twitter.

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