¿Cómo Sujetar Correctamente Una Cámara de Fotos Réflex?

Pocas cosas te frustrarán tanto como fotógrafo que comienza a dar sus primeros pasos en la fotografía digital como ver que, esas espectaculares fotografías que acabas de tomar al ordenador y que tan nítidas se ven en la pantalla LCD de tu cámara al bajarlas al ordenador, las mismas están movidas y se han arruinado.

Hay un gran error que cometen todos los fotógrafos que dan sus primeros pasos, y también muchos aficionados de mayor experiencia: no sujetar correctamente la cámara de fotos. La gran mayoría de los errores de nitidez en las fotografías de estos no son producto de problemas con los objetivos, sino más bien por problemas al sujetar la cámara al momento de dispararla.

Si estas experimentando esta clase de problemas o bien, tienes ganas de repasar algunos conceptos acerca de la importancia de la estabilidad en las fotografías, este artículo es para ti. No te lo puedes perder.

¿Por qué es importante hacerlo correctamente?

A pesar de que hay una gran cantidad de factores que influyen en la nitidez y por ende en la calidad de tus fotografías, si tu cámara no está firme al momento de dispararla, ninguno de los otros tendrá sentido.

Si sujetas tu cámara de un modo incorrecto, la probabilidad de que tus fotos salgan movidas aumenta considerablemente y esto no es para nada agradable, al menos no si es que no estamos intentando trasmitir dicha sensación.

Tanto la postura al disparar tu cámara como la forma en que la sujetas te permitirá obtener los mejores resultados. Entonces, ¿Cómo hacerlo correctamente?

El “mejor” modo para sostener la cámara es algo que ha generado, genera y generará muchos debates en torno a él. Hay muchos fotógrafos, incluso muchos profesionales y de renombre que utilizan ambas manos para sujetar la cámara y buscan lograr una postura firme que garantice la estabilidad mientras otros hacen todo lo contrario, son más flexibles y utilizan solo una mano para disparar sus cámaras.

No existe una única forma o método para evitar que las fotografías que tomes no salgan movidas producto de la vibración de las manos al sujetarla, después de todo, solo tú sabes la forma en la que te sientes más cómodo a la hora de fotografiar, incluso creando tu propio estilo.

De todas formas, a continuación te daré una serie de guías y consejos para que puedas encontrar la estabilidad deseada foto a foto.

Busca tu propio camino hacia la estabilidad
Busca tu propio camino hacia la estabilidad

Mantén tu cámara lo más fija posible

Tus fotografías saldrán movidas cuando, mientras el obturador de tu cámara está abierto permitiendo que la luz llegue hasta el sensor, se producen vibraciones o movimientos que hagan que la luz que es reflejada por los objetos de la escena, sea capturada por el sensor en distintas posiciones.

Cuando hay mucha luz, al permanecer el obturador muy poco tiempo abierto para lograr una correcta medición y exposición de tus fotografías, la probabilidad de que una foto salga movida es mucho menor. Pero cuando las velocidades de obturación deban de ser más lentas (escenas más oscuras) las probabilidades de que una fotografía salga movida se multiplican.

Es por ello que, para evitar que dichas vibraciones puedan por arruinar tus fotografías, es fundamental que mantengas la cámara lo más fija posible y esto se logra, transformado tu cuerpo en un trípode.

Tu cuerpo, tu trípode
Tu cuerpo, tu trípode

Los 3 puntos de apoyo

Como si trataras de emular el funcionamiento de un trípode, la clave a la hora de sostener correctamente tu cámara de fotos es justamente esa, conseguir 3 puntos de apoyo (o más de ser posible) para minimizar la posibilidad de que tu cámara se desplace de forma vertical, horizontal o en ambas.

¿Cómo hacerlo con solo dos brazos? Si bien es cierto que solo tienes dos brazos para sostener tu cámara, no olvides que, si la disparas a través del visor, puedes utilizar el contacto entre este y tus cejas o frente como punto de apoyo extra.

De este modo, mientras controlas la cámara con la mano derecha y sostienes su peso con la mano izquierda, añades estabilidad utilizando tus cejas o frente como un puto de apoyo extra. Haz la prueba y veras de lo que te estoy hablando.

Puntos de apoyo
Puntos de apoyo

El aspecto más importante a la hora de lograr estabilidad disparando tu cámara sin otro soporte que el de tu propio cuerpo son, los puntos de apoyo.

Fíjate en la postura de la siguiente fotógrafa:

¿Hubieras escogido esa posición?
¿Hubieras escogido esa posición?

¿Te resultaría cómoda tal postura? Ten en cuenta que las formas “correctas” de sujetar una cámara no solo están ideadas para minimizar la posibilidad de vibraciones que puedan arruinar tus tomas sino que además, dichas posturas deben ser cómodas de modo de que puedas trabajar con naturalidad en cada una de tus fotos.

En la fotografía anterior, el único punto de apoyo que ha utilizado de todo su cuerpo y por ende de su cámara son sus pies. Su postura es bastante inestable y hasta forzada, lo que aumenta las chances de que, al trabajar incómodos, las fotos no resulten del todo nítidas.

Al finalizar la lectura de este artículo vuelve sobre esta foto e intenta imaginar que postura hubieras elegido tú para realizarla.

Sosteniendo la cámara en posición horizontal

Tal como acabo de comentarte, la clave al sostener tú cámara fotográfica es lograr que la misma quede sujeta lo más firmemente posible y esto lo lograrás maximizando sus puntos de apoyo. Ahora bien, no solo debes preocuparte por los puntos de contacto directo con tu cámara (cabeza y manos), sino además debes de pensar como colocas los brazos, las piernas, etc. No basta con solo tomar firmemente la cámara, sino que además, todo tu cuerpo debe de potenciar dicha firmeza.

Al momento de sostener tu cámara de forma horizontal o “regular” intenta que tus brazos y codos queden lo más pegados al cuerpo posible. El sostén de tu cámara son tus manos y el sostén de tus manos son los brazos, por lo que, lograr que tus brazos no se muevan al momento de disparar es tan importante como sujetar correctamente tu cámara con tus manos.

Además, procura utilizar tus cejas o frente como un punto de apoyo extra, presionando firmemente tu cámara contra ellos de modo de lograr ese tercer punto de apoyo tan preciado. Puedes incluso, inclinar levemente tu cabeza de modo de que además de tu frente, puedas hacer apoyo en tus pómulos o parte de tus mejillas.
Por último, no olvides que todo el cuerpo utiliza a tu columna y tus piernas como soporte por lo que intenta pararte de un modo firme pero cómodo. Mantén la espalda derecha y las piernas ligeramente separadas. De ser necesario utiliza tus rodillas o incluso objetos externos como una pared o una columna para ganar mayor estabilidad.

Por último, no olvides que todo el cuerpo utiliza a tu columna y tus piernas como soporte por lo que intenta pararte de un modo firme pero cómodo. Mantén la espalda derecha y las piernas ligeramente separadas. De ser necesario utiliza tus rodillas o incluso objetos externos como una pared o una columna para ganar mayor estabilidad.

Posición horizontal
Posición horizontal

Las fotografías anteriores muestran con una flecha verde los aciertos del fotógrafo en cuanto a la forma de sujetar la cámara y a su postura corporal y con una flecha roja sus “errores” o mejor dicho, puntos que podrían mejorar en pos de ganar mayor estabilidad.

Sosteniendo la cámara en posición vertical (de retrato)

Sostener la cámara de forma vertical es una de las posiciones más complicadas para lograr una buena estabilidad ya que tus codos, el derecho, deja de tener contacto con el cuerpo. De todas formas puedes incrementar la estabilidad en dicha posición de la siguiente manera:

Intenta que el codo que soporta el peso de tu cámara, es decir el izquierdo, quede aún más pegado al cuerpo, incluso puedes intentar colocarlo casi en el medio de tu pecho de modo de ganar aún más estabilidad.

Puedes también optar por colocar ambos codos sobre tu cuerpo, es decir, sosteniendo tu cámara desde abajo con ambas manos. Utiliza la técnica que más cómoda te resulte, pero siempre intentando maximizar los puntos de apoyo.

Distintas formas de disparar en posición vertical
Distintas formas de disparar en posición vertical

En la fotografía siguiente podrás apreciar como a pesar de sostener la cámara de un modo similar, incluso a simple vista puedes darte cuenta cual de ambos fotógrafos lo hace de un modo más firme y estable:

Utiliza tu codo como columna
Utiliza tu codo como columna

Este tipo de complicaciones a la hora de sostener las cámaras en una u otra posición no suelen existir cuando se utilizan cámaras profesionales, ya que los modelos más avanzados traen de fábrica un “grip” que permite sujetar la cámara cómodamente en cualquiera de ambas posiciones (horizontal y vertical). Si tu cámara no lo trae no te preocupes, casi todos los modelos permiten añadirle este “grip” como accesorio externo.

Como sujetar la cámara mano a mano

Mano derecha: la mano derecha es la encargada de controlar todas las funcionalidades de la cámara. Mientras que tu dedo índice se mantiene cerca del disparador, con los otros 3 (mayor, anular y menique) agarran firmemente el “grip” de tu cámara. Con el dedo pulgar podrás ajustar los parámetros para cada una de tus tomas.

Hoy en día la mayoría de las cámaras son diseñadas para ser sujetadas de un modo muy natural. Ten en cuenta que firme no significa fuerte, ya que si ejerces mucha fuerza generaras tensión en el brazo que terminará por generar vibraciones indeseadas.

Mano izquierda: la mano izquierda es por excelencia, la encargada de soportar todo el peso de la cámara. Con la palma de la mano debes de sostener el cuerpo de la cámara y con tus dedos acceder a los anillos de tu objetivo de modo de poder ajustarlos según necesites. Dependiendo de la focal de tu objetivo tu mano izquierda se situará en una u otra posición, ya que por ejemplo, si utilizas focales muy largas (teleobjetivos) procura sostener su peso con toda tu mano izquierda.

La mano derecha el cuerpo, la izquierda el teleobjetivo
La mano derecha el cuerpo, la izquierda el teleobjetivo

Hagamos un repaso miembro a miembro

Dedos: los cuerpos de las cámaras fotográficas están diseñados para que tus dedos no solo puedan sostenerlas de un modo firme sino que además, puedan acceder cómodamente a los botones y perillas necesarios para poder configurar los parámetros de cada toma.

Sujeta con tus dedos firmemente la cámara y su objetivo.
Sujeta con tus dedos firmemente la cámara y su objetivo.

Manos: deja que el peso de la cámara sea soportado por tu mano izquierda mientras utilizas la derecha para realizar tu magia fotográfica ajustando los parámetros para cada fotografía.

Brazos y codos: mantén tus brazos y codos lo más cercanos al cuerpo posible intentando “trabar” los codos contra tu cuerpo. Recuerda que lo que le da estabilidad a tus manos son tus brazos y si estos no se soportan en tu cuerpo u otros objetos, las posibilidades de que tus fotos salgan movidas se multiplican.

Aprovecha el suelo u otros objetos para ganar mayor estabilidad
Aprovecha el suelo u otros objetos para ganar mayor estabilidad

Cejas, frente y mejillas: para ganar un punto de apoyo extra, utiliza tus cejas para sostener al visor de tu cámara. De ser necesario, inclina un poco la cabeza de modo de aprovechar el apoyo extra que pueden darte tus pómulos y mejillas.

Espalda: si de estabilidad hablamos, la espalda juega un papel fundamental, por algo es la “columna” del cuerpo. Mantén la espalda lo más derecha posible y evita inclinarte demasiado.

Piernas: Las piernas son el punto de apoyo por excelencia de todo tu cuerpo así que debes aprovecharlas. Mantén las piernas un poco separadas al momento de disparar tu cámara de modo de ganar mayor estabilidad y evitar el balanceo. Utiliza tus rodillas como punto de apoyo extra si es que estas sentado en el piso. Recuerda tu cuerpo es tu mejor trípode, aprovéchalo.

Piernas separadas y rodillas soportando los codos.
Debería ser: piernas separadas y rodillas soportando los codos.

4 consejos para darle mayor estabilidad a tu cuerpo

1. Busca apoyo externo: otra forma de ganar estabilidad y comodidad a la hora de realizar tus fotografías es utilizando el suelo, las paredes, una columna o cualquier otro objeto estable que pueda servirte de apoyo al momento de disparar tu cámara. No desaproveches la oportunidad de ganar algo de estabilidad extra.

2. Utiliza tus músculos: si creías que toda la estabilidad a la hora de tomar una fotografía dependía pura y exclusivamente de tus huesos estabas equivocado. Es tiempo de que pongas a trabajar a tus músculos. Tensiona un poco los músculos de modo de evitar que la extrema relajación o “flacidez” termine por restar estabilidad. Eso sí, no te tensiones demasiado ya que esto es un juego de firmeza y no de fuerza.

3. Aguanta la respiración: a estas alturas ya eres todo un atleta lo único que resta es que, al momento de disparar tu cámara, contengas la respiración de modo de evitar que, al inflar los pulmones, todo tu cuerpo se mueva. Entonces: inspira, dispara y luego expira nuevamente.

4. Mejor los muslos que las rodillas: si bien te recomendé a lo largo de todo el artículo la utilización de tus rodillas como punto extra de apoyo, en realidad obtendrás mejores resultados si apoyas los codos en superficies más blandas. Es mejor apoyar los codos en los muslos bien cerca de las rodillas ya que de este modo evitaras el “juego” que hace apoyar un hueso por sobre otro y te resultará más cómodo.

Excelente postura para trabajar con teleobjetivos
Excelente postura para trabajar con teleobjetivos

¿Necesitas aun más estabilidad?

Hay ciertas situaciones como fotografiando de noche, si pretendes hacer largas exposiciones o si utilizas focales muy largas en donde, por más que te esfuerces, te será imposible lograr estabilidad por ti mismo. En tales casos no olvides que el fotógrafo cuenta con un aliado muy poderoso a la hora de vencer a la oscuridad (o a las fotos movidas): el trípode.

Cuando no te quede otra alternativa, el trípode será tu salvación. No olvides de llevarlo contigo si tienes pensado fotografiar bajo este tipo de circunstancias. Y si no te has hecho todavía con el tuyo, no te preocupes, puedes fabricarlo tú mismo con materiales que seguramente desechas. ¿Cómo? Leyendo el siguiente artículo: “Bricofotografía: Cómo Montar Accesorios Fotográficos Caseros”.

El cuerpo no basta
El cuerpo no basta

Vídeo

Si te han quedado dudas respecto de algunas de las posturas más recomendadas a la hora de sujetar tu cámara fotográfica para evitar que tus fotos salgan movidas, aquí te dejo un video que, a pesar de estar en inglés, es muy gráfico y entendible:

¿Y si no tengo una cámara réflex?

Si aún no te animas a dar el salto hacia tu primera cámara réflex digital o bien consideras que no necesitas una, no importa ya que todos los consejos que acabas de leer aplican de igual manera para cualquier tipo de cámara fotográfica.

La clave es y siempre será la estabilidad que puedas lograr al tomar tus fotos sin importar que cámara estés utilizando.

La cámara eres tu y el trípode también.
La cámara eres tu y el trípode también.

Hay tantos modos de sujetar una cámara de fotos como fotógrafos que las utilizan. El artículo que acabas de leer intenta ser una guía para que, utilizando las distintas técnicas y posturas que te recomiendo, minimizar los riesgos de que tus fotos salgan movidas.

Siéntete libre de crear cuantas posturas creas convenientes en pos de que tus fotos no se echen a perder.

Con solo practicar un poco y luego tomar algunas fotos ya habrás internalizado todas estas posturas y podrás concentrarte en lo que mejor haces: crear impactantes fotografías.

Necesito un último favor

Espero que esta guía te haya resultado útil. Si es así por favor te agradecería que recomendaras el artículo por Facebook, Twitter o Google+ 😉 Te parecerá una tontería pero el número de «Me Gusta» es la forma en que sabemos que te gusta lo que escribimos, es la forma en que otros se enteran de este contenido y aterrizan aquí para leerlo también. Es nuestro combustible para trabajar cada vez en más contenido.

Gracias por leerlo como siempre.