Hoy te traigo un truco para hacer macro sin un objetivo macro. Hace un tiempo, en el artículo sobre alternativas económicas a los objetivos macro, te hablé de él. Se trata del anillo de inversión. Pero esta vez voy un poco más allá y te explico cómo usarlo.
Y es que hace unos días, convocamos un Fotoreto con este tema y muchos de vosotros preguntasteis cómo era esto, o comentasteis que no os había salido nada, pues bien, hoy os cuento un poco sus ventajas, inconvenientes, qué puedes obtener o qué no y cómo usarlo.
Antes, déjame decirte que si lo que buscas es un objetivo macro de verdad, en este artículo encontrarás nuestras recomendaciones y consejos de compra.
¿Qué es el anillo de inversión?
El anillo inversor o anillo de inversión es un anillo metálico con doble rosca que se acopla con una rosca a la cámara y con la otra a la parte delantera de tu objetivo para que puedas colocarlo en tu cámara al revés.
Al colocar tu objetivo al revés lo que consigues es poder acercarte mucho más a tu motivo y lograr una fotografía macro, es decir, que este motivo aparezca magnificado, mucho más grande de lo que podrías lograr con tu objetivo en su posición normal si no es un objetivo específico macro.
Porque los objetivos cuentan con una distancia mínima de enfoque, más allá de esa distancia es imposible realizar una fotografía enfocada. La distancia mínima de enfoque se suele representar como en la siguiente imagen. En este caso significa que por debajo de 45cm no puedes enfocar.
Al invertir el objetivo, puedes acercarte mucho más al motivo, sin importar esta distancia mínima de enfoque que te marca la óptica utilizada.
¿Para quién es el anillo de inversión?
El usuario ideal para el anillo de inversión es toda persona que quiera probar el macro y no quiera o no pueda invertir mucho. Los objetivos macro son bastante caros y no todos los bolsillos pueden permitírselo, más aun cuando no sabes si realmente el macro te gusta o no te gusta, porque no a todo el mundo ha de emocionarle esta disciplina. Por el contrario, por unos 10 euros que cuesta el anillo de inversión puedes probar el macro.
Ahora bien, evidentemente, esta diferencia de precio tiene que tener una explicación, y es lo que te voy a contar ahora.
El anillo inversor está indicado para personas que tengan mucha paciencia y muchas ganas de pasar un rato haciendo fotos sin saber qué va a salir de ahí. Y no está para nada aconsejado para los que van con prisa, porque este accesorio fotográfico necesita tiempo para hacerte con él bien y para obtener resultados nivel pro. Lo cual no significa que no se puedan conseguir.
Resumiendo, si lo que quieres es probar, experimentar, jugar, divertirte, entretenerte y descubrir nuevas formas de hacer fotos, este puede ser tu próximo juguete.
Si, por el contrario, ya lo tienes claro y buscas hacer macro muy en serio, busca un objetivo macro específico.
Ventajas e inconvenientes del anillo inversor
Algunas de las ventajas ya las hemos visto, es económico a rabiar y te ofrece la posibilidad de experimentar y pasar un buen rato jugando. Por otro lado, también debemos decir que es un accesorio que no ocupa nada y pesa muy poco, por lo que para llevar en la mochila en tus escapadas y experimentar es muy buena opción.
Respecto a los inconvenientes, además de necesitar mucha luz, pierdes todas las conexiones con la cámara, es decir, no puedes usar el enfoque automático ni ajustar la apertura.
¿Cómo se utiliza el anillo de inversión?
El anillo de inversión se coloca en la parte frontal del objetivo como si fuera un filtro y después se monta en la cámara por ese lado.
Como te he comentado en los inconvenientes, con este gesto perdemos la conexión entre el objetivo y la cámara, por tanto tienes que tener en cuenta que no podrás realizar un uso del autoenfoque. El enfoque es totalmente manual, y cuando digo manual, digo manual. Es decir, que te tienes que mover tú y mover la cámara hasta que encuentres el punto de enfoque, esto a veces es complicado, más aún con una profundidad de campo tan limitada.
Otra cuestión es que, de esta forma, el disparo se produce a la máxima apertura del objetivo, es decir, si trabajas con un objetivo cuya máxima apertura es f/1.4, siempre disparará a f/1.4 con la poca profundidad de campo que esto conlleva. Salvo que utilices un objetivo con anillos que permita modificar la apertura manualmente.
Hay quien usa un adaptador para poder modificar la apertura, pero nos metemos ya en accesorios que van más allá del precio del anillo inversor y no es el objetivo de este artículo, sino contarte cómo probar la fotografía macro gastando el mínimo dinero.
¿Qué tipo de fotos puedo conseguir con el anillo inversor?
Para que veas qué puedes lograr con un anillo de inversión, lo mejor es que te ponga unos ejemplos. Te voy a mostrar una comparativa de fotografías tomadas con un 50mm 1.8 en su posición normal (izquierda) y con el objetivo invertido utilizando el anillo de inversión (derecha).
Con esta comparativa no intento demostrar que una foto sea mejor que la otra, ahora no estamos valorando este aspecto, sino el nivel de acercamiento y magnificación del motivo con un objetivo normal (que no sea macro) sin y con anillo de inversión. Como verás, la diferencia es abismal.
Recomendaciones a la hora de fotografiar con un anillo de inversión
Ya te he adelantado que lo del anillo de inversión también tiene sus dificultades, yo te traigo algunas recomendaciones que te pueden ayudar a que tu sesión sea más fructífera.
- Hazlo sin prisas, se trata de jugar y experimentar, se lleva su tiempo encontrarle el punto, así que mejor lánzate cuando tengas un rato tranquilo.
- Si no ves nada cuando mires por el visor, es normal, busca el motivo, está ahí debajo, y acércate mucho.
- Elige un lugar con mucha luz, cuanto más te acerques al motivo, menos luz entrará. También puedes usar luz artificial, si dispones de un flash externo puede ser un buen momento para usarlo. También puedes ayudarte, por ejemplo, de una luz LED.
- Cuidado con la iluminación externa y las luces duras, siempre puedes recurrir a los difusores, profesionales o caseros.
- Los objetivos más usados son los de focal fija y distancia focal estándar. Lo que no impide que pruebes con tu objetivo del kit, porque también puedes lograr resultados muy interesantes. Los utilizados en este artículo son el 24mm f/2.8 y el 50mm f/1.8.
- Lo ideal es fotografiar motivos estáticos, sobre todo con grandes aperturas donde es muy fácil perder el foco. Si vas a fotografiar bichos, mejor que estén dormidos, que tengan nula actividad o que no estén vivos (si no supone un problema para ti). A la hora de fotografiar plantas, huye del viento. Puedes utilizar algo que te sirva para frenar el aire, aun así, ten en cuenta que la mínima brisa te puede hacer perder el enfoque y recuerda que la profundidad de campo es bastante crítica aquí.
- Si puedes, utiliza un trípode para evitar trepidaciones, especialmente si tu pulso es menos estable que el euribor (como es mi caso); o si la falta de luz te lleva a recurrir a velocidades más lentas para lograr una correcta exposición. Por el mismo motivo, utiliza un disparador remoto, una aplicación para disparar en remoto o incluso el temporizador de la cámara, cualquier modo que no sea el apretar directamente el botón de disparo porque esto también provoca trepidaciones.
- Echa un vistazo a estos consejos sobre fotografía macro, especialmente si nunca has hecho nada de macro.
- Algunas ideas para experimentar con la fotografía macro: abstracto, plantas, texturas, insectos.
- Cuanto menor sea la distancia focal, más te podrás acercar y mayor será la amplificación. Veámoslo con un ejemplo.
Antes de comprar un anillo inversor
Cuando vayas a comprar un anillo de inversión, es importante que tengas en cuenta el diámetro del objetivo con el que lo vayas a utilizar, porque no puedes acoplar cualquier anillo con cualquier objetivo. Es decir, si piensas usarlo en tu cámara Nikon con el rey de los objetivos, que tiene 58mm de diámetro, tienes que comprar un anillo de inversión de 58mm de diámetro, ojo que esto no tiene nada que ver con los 50mm de distancia focal. Si esto de los números y los «mm» te confunde, no dejes de leer este artículo donde te explicamos la terminología y abreviaturas de los objetivos. También debes mirar que sea compatible con la marca de tu cámara, en este caso Nikon.
Por ejemplo, para el caso que hemos mencionado arriba sería este.
En mi caso, he utilizado este otro, pues lo compré para mi objetivo 50mm f/1.8 de Canon que tiene un diámetro de 52mm.
Precauciones
Teniendo en cuenta que le estás dando la vuelta al objetivo y exponiendo una parte que está diseñada para estar protegida, debes extremar las precauciones para con tu objetivo. Es decir, cuidado con polvo, salpicaduras, arañazos o roces, por ejemplo. Hay fotógrafos bricomanitas que se fabrican un protector con un filtro unido a la rosca del tapón del objetivo, por ejemplo, o quien utiliza un tubo de extensión.
También es conveniente que, después de una sesión con el objetivo invertido, limpies el equipo. Es fácil que caigan motas de polvo y acaben dentro de la cámara directamente o, indirectamente, cuando vuelvas a colocar el objetivo en su forma natural.
Para retirarlo, hazlo como harías con cualquier otro objetivo, pulsas el botoncito para retirar el objetivo y giras para desenroscar. Para que no te pase como me ocurrió a mí la primera vez que coloqué el anillo inversor en mi vieja cámara 450D, no podía quitarlo, estaba atascado.
La inexperiencia me plantó con el objetivo quitado y el anillo inversor en la cámara, sin que hubiera manera de desenroscarlo. Sí, apretaba el mismo botón que hay que apretar para desencajar el objetivo y nada. Se me iba un color y me venía otro. Fue tal la desesperación que me veía con unos alicates en la mano (soy un poco burra a veces, lo reconozco). Menos mal que también tengo de vez en cuando un punto de lucidez y encontré la solución con un abridor de este tipo. Oye, pues funcionó perfecto y logré quitar el anillo sin ningún daño colateral. No tiene por qué pasarte, peeeero, si te pasa, ya sabes un truco para retirarlo 😉 .
Macro sin macro y sin anillo
Debes saber que puedes hacer esto mismo sin anillo inversor. El inconveniente, además de la suciedad que puede entrar mientras fotografías, es que tienes que sujetar el objetivo a la misma vez que la cámara y que haces la foto. Te pongo unas imágenes de muestra, desde distintos ángulos:
Si ya con el anillo inversor es complicado encontrar el enfoque imagínate sin él, intentando que tu objetivo no caiga al suelo. ¿Difícil? Un poco. ¿Imposible? En absoluto, esta es una prueba (la del ciempiés con el 24mm otra).
Si alguna vez te ha llamado la atención la fotografía macro pero la has visto demasiado lejana, esta es tu oportunidad, ya no hay excusas que valgan. Con anillo o sin anillo, solo necesitas ganas y tiempo para invertir. Si ves que el macro es lo tuyo, si te entran unas tremendas ganas de magnificarlo todo e inmortalizar aquello que nuestros ojos no ven a simple vista, entonces será el momento de adquirir un buen objetivo macro, porque sabrás que lo vas a exprimir.
¿Ya habías probado el anillo de inversión? ¿Quieres contarnos tu experiencia o compartir alguna foto del resultado? Nos encantará leerte. Y si te ha parecido útil este artículo, por favor, no dejes de compartirlo en tu red social favorita. Gracias y hasta pronto.