De toda esa cantidad de fotografías que pueblan desordenadamente tu disco duro, seguro que muchas, muchas de ellas son retratos. No importa cuál sea realmente tu especialidad, ni siquiera importa si la tienes o no. Por el retrato has pasado seguro en algún momento, probablemente tus seres queridos hayan sufrido ya las consecuencias de tu terrible pasión fotográfica y hayan quedado retratados miles de veces. Probablemente también, a estas alturas, huyen sólo oír el ruidito que hace la tapa del objetivo cuando la dejas encima de la mesa 😉
Así que las oportunidades se van reduciendo y hay que aprovecharlas al máximo. Porque sí, tienes un montón de retratos pero, sinceramente, más allá de que probablemente aprecies la persona que sale en ellos, ¿cuántos de esos retratos valen la pena? ¿Con cuántos de ellos estás satisfecho? ¿Cuántos de ellos transmiten lo que pretendías? Ah, es que hacer retratos no es nada fácil, por mucho que sea lo que solemos tener más a mano.
En un retrato te “enfrentas” ni más ni menos que a una persona, llena de gestos, personalidad, expresiones, miradas, poses, etcétera. Y más allá de los ajustes, la composición, el fondo, la luz, etcétera, lo más importante es lo que logres que tu modelo transmita. Y seguro que más de una y dos veces tus modelos ya hartos o intimidados por la cámara salen con cara de haberse tragado un limón. Y no creo que quieras que transmitan el horror y la acidez que supone tragarse un limón, ¿verdad? 😉
Veamos algunos consejos para conseguir transmitir de forma natural en nuestros retratos:
- Rompe el hielo
- Relax…
- Cuida la postura
- Dirige la sesión
- Distráele
- Haz que interactúe con otras personas
- Fluidez
- Intenta sacarle una sonrisa
- La mirada
- Ayúdate de una buena localización
- La óptica
1. Rompe el hielo
No importa si estás retratando a tu hermano o a un modelo desconocido para un trabajo. Este punto es esencial, porque por mucha o poca confianza que tengas con la persona que retratas y por mucho o poco acostumbrada que esté ésta a estar delante de un objetivo, siempre hay unos instantes de incomodidad cuando nos vemos expuestos a la lente detrás de la cuál sabes que hay un ojo que te analiza.
- Habla con tus modelos, hazles preguntas, deja que te expliquen cosas con las que se sientan cómodos, sé amable y cordial, y poco a poco notarás cómo el ambiente se relaja (también te ayudará a ti, que seguro que también estás algo nervioso 😉 )
- Haz unos cuantos disparos de prueba para ir calentando motores, para acostumbrarte tú, y para que lo haga también tu modelo. En definitiva, no tengas prisa y tómate tu tiempo
2. Relax…
Si quieres que tus modelos aparezcan naturales ante la cámara, tienes que hacer que se sientan relajados.
- Dale algo que hacer con las manos. ¿Te parece un consejo extraño? Pues funciona, ¿verdad que cuando estás nervioso/a, nunca sabes qué hacer con las manos? Algunos las escondemos en los bolsillos, otros se muerden las uñas, otros las esconden debajo de las mangas… Si quieres que tu retratado se relaje, haz que las manos tengan dónde o con qué estar.
3. Cuida la postura
La comodidad de tu modelo es esencial, no puedes pretender que se sienta cómodo y relajado haciendo el pino sobre el dedo meñique de la mano 😉 , así que buscar posiciones físicamente cómodas o que inviten a estar relajado, te ayudará a que tu modelo se sienta a gusto y se muestre natural en tus fotos.
- Ligeramente apoyado en una pared con las manos en los bolsillos.
- Sentado: Si tuvieras que hacer una entrevista de trabajo, ¿cómo preferirías que fuera, de pie ante tu entrevistador, o sentado en una silla (y a poder ser con una mesa de por medio para poder colocar las manos en algún sitio)? ¿Verdad que te sientes mucho más cómodo sentado que de pie? Pues si tu modelo se siente incómodo, siéntalo 😉
- Con el rostro ligeramente ladeado, como cuando llamas a alguien por la calle y se gira rápidamente… Ese instante» 😉
- De «perfil delantero»; o lo que es lo mismo, colocado de frente a la cámara pero con el rostro ligeramente de perfil y la mirada no directa a cámara. Si consigues que tu modelo esté relajado, esta pose es muy natural.
Seguro que estos dos artículos también te ayudan:
4. Dirige la sesión
No tengas miedo a pedir cordialmente todo aquello que necesites. Muchas veces es peor que dejes la sesión al azar, sin dar un mínimo de indicaciones, porque si tu modelo no sabe qué hacer se pondrá nervioso e inevitablemente lo tendrás mascando limón en unas cuantas fotos 😉 Recuerda que si has roto el hielo y tu modelo se siente a gusto, todo fluirá de forma natural.
5. Distráele
Si quieres que actúen de forma natural delante de tu cámara, la mejor forma de hacerlo es intentar que se olviden de ella. Para ello ya hemos comentado que es importante romper el hielo, hablar con ellos, darles algo en que pensar, algún lugar agradable al que dirigir la mirada, etcétera.
- Prueba a fotografiarle mientras hace alguna actividad que le guste (pintar, tocar el piano, cocinar, etcétera) Así se centrará en algo placentero y se olvidará de tu cámara.
- No te limites a las escenas estáticas, pídele que se mueva, que ande, que salte… El movimiento es dinámico y natural y además distrae la atención de tu cámara 😉
6. Haz que interactúe con otras personas
Otra forma de mostrarnos tal y como somos es a través de la relación con los demás. Si tienes una pareja de novios, o un par de amigos, una madre con su hija, etcétera, prueba a dejar que fluya entre ellos esa complicidad que les une. Prueba a darles algunas indicaciones básicas y después sólo espera que fluya la complicidad de su relación, siempre estando muy atento a las expresiones y gestos que de ella se derivan. Este tipo de imágenes suelen dar grandes resultados, ya que los modelos se muestran relajados, naturales, espontáneos y muy expresivos.
7. Fluidez
Prepara la sesión con antelación para prever todo aquello que puedas necesitar y tenerlo a mano. Así no tendrás que interrumpir la sesión constantemente. Si la sesión fluye de forma natural, si no paras cada dos minutos a realizar un ajuste o a ir a buscar algo que te falta, a mirar la pantalla, ajustar la luz, etcétera, la sesión será más dinámica y natural y no romperás la atmósfera de comodidad que has ido creando poco a poco.
8. Intenta sacarle una sonrisa
Hay pocas cosas más agradables que conseguir un retrato con una bonita sonrisa natural. Si conectas con tu modelo, este se siente confortable, y conectáis, seguro que cazarás alguna que otra maravillosa sonrisa. Oye, y si encima eres gracioso y consigues sacarle una carcajada, mejor que mejor 😉
9. La mirada
Hay muchos tipos de miradas y estas no tienen por qué ser siempre miradas directas a cámara. Sobre todo si tu modelo es tímido y/o se siente incómodo, prueba con otras posturas o miradas indirectas.
- Recuerda enfocar siempre a los ojos.
10. Ayúdate de una buena localización
El lugar donde decides hacer tu sesión de fotos, está cargado de mensaje y puede ayudarte a que la sesión fluya de forma cómoda y natural, o puede arruinártela por completo. Si estás con alguien extrovertido y desvergonzado, una foto mirando embelesado el mar a lo lejos, quizá no sea la imagen más representativa de él. O, por el contrario, alguien extremadamente tímido, no se sentirá muy cómodo dejándose retratar en pleno paseo concurrido de gente.
11. La óptica
Las cámaras intimidan, nos pasa a todos, y cuanto más cerca las tenemos, peor. Las mejores focales para retrato son las que se sitúan aproximadamente entre los 70mm y los 200mm. Cuanto más tímido sea tu modelo, más agradecerá que no te acerques demasiado y más favorecerás a naturalidad y la espontaneidad del momento.
Te dejo muchos consejos, pero lo más importante es que consigas que el ambiente de la sesión sea relajado, que tú y tú modelo os sintáis cómodos y, sobre todo, que lo paséis bien. Todo eso se respira en las imágenes, créeme 🙂
Espero que te haya sido útil. Si es así, por favor, compártelo con alguien más que creas que pueda estar interesado 🙂 Gracias y hasta la próxima.