¿Cuántas veces te has quejado de la falta de inspiración? ¿Cuántas de que no tienes lugares bonitos para fotografiar a tu alrededor? ¿Cuántas has culpado a tu entorno de tenerte lejos de las musas? Es hora de dejar de lamentarse y autocompadecerse y buscar soluciones.
Para hacer bonitas fotografías no necesitas viajar a India ni estar en la orilla del mar para capturar un atardecer. Necesitas tener ganas de disparar, ¿las tienes? Si es así te voy a dar un motivo que seguro tienes cerca y algunos consejos para fotografiarlo. Se trata del árbol.
Ventajas de fotografiar un árbol
¿Por qué un árbol? Pues porque siempre hay alguno cerca, no se mueve, puedes fotografiarlo entero, aislado, acompañado, por detalles, con o sin hojas… ofrecen distintos colores, puedes trabajar el enfoque y la profundidad de campo. Es un elemento perfecto para practicar fotografía y lograr imágenes atractivas e incluso espectaculares. Todo depende de ti, de tus ganas y de estos trucos 😉
1. Silueta
Una buena opción es fotografiar su silueta a contraluz. De esta forma practicas el contraluz y logras imágenes de lo más atractivas. Bien de sus ramas, su copa, el tronco o los animalitos que en él anidan. Los mejores momentos para esta captura son el amanecer y el atardecer, si quieres saber más de cómo lograr una silueta aquí lo tienes explicado paso a paso.
2. En las distintas estaciones
Esta es una gran idea, aunque ten en cuenta que es a largo plazo, pues vas a necesitar prácticamente un año para llevar a cabo este pequeño proyecto y ver los resultados. Si te estás preguntando por qué merece la pena embarcarse en algo así, te diré que es una buena forma de entender la luz y cómo afecta al paisaje, además de observar cómo un mismo motivo puede ofrecer imágenes tan diferentes una de la otra.
Para ello tendrás que encontrar un árbol con un entorno atractivo, o al menos buscar un encuadre y una composición interesantes. Apunta bien las coordenadas y la distancia focal utilizada, pues la vas a necesitar más veces. Lo bonito es que sea exactamente la misma foto en las distintas estaciones del año.
3. Noche y estrellas
Si eres un ave nocturna o te atrae la noche para fotografiar, no dejes de inmortalizar un árbol abrazado por las estrellas y la oscuridad. Te sorprenderán los resultados.
En este caso te será imprescindible un trípode, además, será mejor que esperes a una noche sin viento ni nubes y en un lugar en el que no haya demasiada contaminación lumínica.
4. Blanco y negro
Además de que nos encanta el blanco y negro y os lo recomendamos con asiduidad, es que resulta que un árbol en escala de grises queda muy favorecido porque, entre otros aspectos, se destacan las texturas del tronco y se resaltan las líneas de las ramas. Mira este ejemplo, ¿no es para enamorarse a primera vista?
5. Minimalismo
Menos es más, lo digo y lo repito por enésima vez 😉 A veces nos complicamos demasiado la vida con los elementos dentro de un encuadre cuando lo que más suele impactar es una imagen limpia, ordenada y con pocos motivos.
6. Nadir o el arte de mirar hacia arriba
Pero no hacia arriba como se mira a un edificio, o sea, un contrapicado, sino desde un ángulo nadir, de forma perpendicular al suelo o lo máximo posible.
Cambiar la perspectiva puede ser la solución a problemas de fondo, de encuadre, de contraluz, etcétera, y no sólo eso, cambiar el ángulo también implica lograr un mayor impacto en el espectador, atraer su atención, captar su mirada y dejar que repose sobre tu imagen durante mayor tiempo o, lo que es lo mismo, atraparle con tu obra. De esta forma podrás fotografiar el corazón de un árbol como si el espectador estuviera justo en lo alto del tronco, o un conjunto de árboles que se abrazan en círculo. Cualquiera de estas imágenes puede resultar muy interesante.
7. Ramas y otros detalles
Otra de las bondades de fotografiar un árbol es que ofrece diferentes elementos, las hojas, las ramas, las raíces, la corteza del tronco, e incluso musgo u otra vegetación que crezca en él. Captura sus detalles, obsérvalo bien, por arriba, por abajo y por todos lados. Seguro que tu árbol guarda un montón de secretos, cuéntanoslos.
8. Encuentra vida
Los árboles tienen secretos y anidan vida. Pájaros, orugas, ardillas, lagartijas y un montón de animalitos utilizan los árboles para reposar, vivir, pernoctar, cortejar, alimentarse… Si lo tuyo es el macro busca cualquier indicio de vida y rescátalo con tu cámara.
9. Retrata sus frutos
De lo más orgulloso que se puede sentir un árbol es de sus frutos, igual que un padre de un hijo, un árbol regala cada temporada lo mejor de sí mismo. Anticípate y entérate bien de cuándo da sus frutos, cuándo está en pleno esplendor y aprovecha la hora del día que mejor te venga en cuanto a iluminación. Si disparas a primera hora de la mañana o a última de la tarde podrás aprovecharte de una luz más difusa y sin sombras muy marcadas.
10. En flor
Si hay algo de lo que un árbol se puede sentir más orgulloso que de sus frutos es de su flor. El árbol se muestra en todo su esplendor cuando florece, es pura poesía. Hay quien viaja miles de kilómetros para fotografiar los cerezos en flor japoneses, por algo será… Y oye… que no hay que irse tan lejos si no puedes 😉 están los cerezos del Valle del Jerte, la floración de los melocotoneros de Cieza o los almendros del sur y el levante, por no hablar de los naranjos de Sevilla. ¿Sigo?
Utiliza una apertura amplia y verás cómo destacan tus flores.
11. Cuida la composición
Por muy bonito que sea un árbol, o sus hojas o sus ramas, no debes descuidar la composición. Eso no significa que cumplas las reglas a rajatabla, en esta imagen, por ejemplo, saltárselas para colocar el árbol en el centro ha funcionado. Se trata de que crees una composición atractiva y equilibrada.
12. Con niebla
Un árbol con niebla se vuelve misterioso, intrigante, tenebroso. Una forma de provocar sensaciones a través de tu árbol es aprovechar la niebla para envolverlo. Que el mal tiempo no te frene 😉 Aquí tienes Consejos para una Impresionante Fotografía de Niebla. También puedes usar el blanco y negro para potenciar este efecto como en la siguiente imagen.
13. Iluminación
No es lo mismo fotografiar un árbol al amanecer, que al mediodía o por la noche. Cada momento del día ofrece una luz muy diferente y con resultados muy distintos. Si la luz cambia a través de las estaciones, este efecto es aún mayor a lo largo de todo un día. Decide qué y cómo quieres mostrarlo y elige el momento adecuado para ello. Si buscas una luz dura para conseguir un alto contraste, mejor a mediodía. Por el contrario, para lograr una luz suave y envolvente, mejor aprovecha días nublados, con lluvia o niebla que difuminan la luz o aprovecha el amanecer y atardecer para este propósito.
Y hablando de luz, te recomiendo que pruebes a incluirla como coprotagonista de tus fotografías de árboles. El resultado puede ser impresionante.
14. El reflejo
¿Hay un lago cerca del árbol? ¿Una charca? ¿El árbol está dentro del agua? No desaproveches esta maravillosa oportunidad de capturar su reflejo.
15. Consejos extra…
Para terminar, te daré algunos consejos exprés que te pueden ayudar:
- Cuida el fondo, si capturas un detalle, procura que el fondo distraiga lo menos posible, mejor que sea liso y de un color que haga un buen contraste con el motivo o que no desvíe la atención. Si quieres algunos trucos, para cambiar el fondo puedes cambiar de ángulo, cerrar el encuadre o utilizar telas o cartulinas.
- Si incluyes el cielo, te recomiendo que aproveches cuando haya nubes, un cielo demasiado despejado puede resultar aburrido.
- Objetivos: usa un gran angular si quieres abarcar gran parte de la escena, un tele para animalitos tipo ardillas, un macro para los seres más pequeños y un objetivo de gran apertura cuando quieras desenfocar mucho el fondo.
- Si vas a utilizar velocidades de disparo bajas (por el motivo que sea), procura que no haya viento o de lo contrario las hojas saldrán movidas, a no ser que eso sea justo lo que busques 😉
- Prueba a incluir un árbol (o varios) en tu próxima fotografía infrarroja.
- Prueba la panorámica vertical.
Inspiración
¿Quieres inspiración? Echa un vistazo a esto:
- Beth Moon
- Nick Nichols, quien fotografió una secuoya de más de cien metros, aquí un video de cómo lo hizo:
¿Te ha gustado el artículo? ¿Estás pensando ya qué tipo de árboles tienes cerca? Ya no tienes excusa para practicar. Con estos consejos e ideas no te puede vencer la pereza 😉
Si crees que conoces a alguien a quien le pueda interesar el artículo, no dudes en compartirlo, ambos te lo agradeceremos 😉 ¡Gracias y hasta pronto!