50mm f/1.4
Fotografía cortesía de Diego Sevilla Ruiz bajo licencia Creative Commons

Cómo Obtener un Enfoque Preciso Con el Objetivo 50mm f/1.4

💡  Te recomendamos la mega guía sobre el enfoque en fotografía donde te contamos cómo conseguir enfoque preciso en distintas situaciones.

Lo llamo el Rey de los Objetivos porque, para mí, lo es. El objetivo 50mm f/1.4 (y similares, entiéndase el 50mm f/1.8, el 35mm f/1.8, etc.) es, de todo mi equipo fotográfico, la pieza que marcó un antes y un después en mi fotografía. No conozco un solo fotógrafo que lo haya usado y no estuviera ENAMORADO de él. Si quieres saber más sobre el porqué de esta sana obsesión, léete el artículo que le dediqué.

Si ya eres usuario de este objetivo, puede que te hayas dado cuenta de lo nítidas que resultan las fotos disparadas con él. La forma en que este objetivo enfoca las cosas hace que el enfoque sea nítido no, lo siguiente. Gracias al maravilloso efecto Bokeh que puedes crear con él se consiguen sujetos extremadamente enfocados y nítidos, en contraste con unos fondos suavemente difuminados. Una delicia para el ojo humano.

Este tipo de enfoque tan definido y nítido conlleva un pequeño inconveniente: es fácil caer en una foto ligeramente desenfocada. Si te ocurre esto, que sepas que no se trata de un problema del objetivo en sí sino de la forma en que lo estás utilizando. Una delicada joya óptica como el 50mm f/1.4 requiere de una forma de enfoque concreta que debes conocer y utilizar. Con el Rey de los Objetivos no puedes enfocar y disparar corriendo, así a lo bruto, como haríamos con cualquier otro objetivo.

A continuación te explico cómo puedes fotografiar con este objetivo o con cualquier otro que tenga una apertura de diafragma amplia (f/1.4 y f/1.8 principalmente) y disfrutar de su maravilloso enfoque con una precisión de bisturí.

Profundidad de campo

La mayoría de los que amamos este objetivo lo hacemos por la generosa y amplia apertura de que dispone. Este objetivo te permite disparar una foto con aperturas amplias (ya sabes que una apertura de objetivo amplia se representa con un valor f/ pequeño ¿verdad?). El objetivo puede alcanzar una apertura de f/1.4, lo cual es una apertura ENORME. Esto permite captar increíbles cantidades de luz, pero también una profundidad de campo reducida, muy reducida. Si no sabes qué es la profundidad de campo puedes repasar este artículo donde la explico detalladamente, pero en resumen, la profundidad de campo viene a ser lo amplia o reducida que será la zona enfocada. Una profundidad de campo grande significa que en la foto la zona enfocada será grande. Una profundidad de campo pequeña supone un puntito muy pequeño enfocado.

Con el siguiente gráfico seguro que lo ves muy claro.

Profundidad de Campo

Cuando enfocas con un objetivo como el Rey de los Objetivos y utilizas una apertura grande, esto es, un valor f/ pequeño, como f/1.f4 por ejemplo, estás optando por una profundidad de campo muy muy pequeña. Recuerda que eso provocará que la zona enfocada sea muy reducida.

Con esta configuración, normalmente enfocamos, y una vez enfocado el sujeto, disparamos.

Un momento.

Entre el momento en que enfocamos, y el momento del disparo, ocurren muchas cosas.

Ya sé que es muy poco tiempo, hablamos de segundos. Puede que menos, pero aun así, da tiempo para que pasen muchas cosas. A lo mejor hablamos con el sujeto, le decimos algo tipo «¿Listo, disparo ya?» o «Ya estás enfocado, voy a disparar. No pestañees». En ocasiones ni siquiera decimos nada. Enfocamos y acto seguido disparamos.

La realidad es que, entre el momento del enfoque, y el momento del disparo, ese tiempo breve que transcurre es un tiempo suficiente en el que nuestro cuerpo sujetando la cámara sufre movimiento de torso/espalda, a veces demasiado ligero como para que lo notemos. Ese movimiento, cuestión de milímetros, hacen que el enfoque se desvíe de la zona inicialmente enfocada.

Esto es normal porque al escoger una apertura f/1.4 y una profundidad de campo reducida, estamos aceptando que la zona de enfoque tenga que sea milimétricamente precisa. Aceptamos el hecho de que el sujeto salga muy enfocado y que, a sólo unos pocos milímetros detrás o delante de él, lo demás esté desenfocado.

Ese punto de enfoque, que lo habíamos fijado en el sujeto, se ha movido unos pocos milímetros. El sujeto ha pasado a formar parte del fondo. Si antes teníamos el enfoque preciso colocado sobre los ojos del sujeto, en el momento del disparo nuestro torso, brazos y cámara se habían desplazado unos pocos milímetros hacia atrás que, ahora, lo que está enfocado del sujeto no son los ojos sino la nariz. Curiosa foto, nariz enfocadísima y ojos borrosos. ¿Te suena? 😉

¿Cómo soluciono esto?

Estabilizándolo todo.

Si vas a disparar a aperturas amplias como f/1.4 (cosa que te invito a no dejar de hacer nunca, los resultados merecen la pena), entonces siempre que puedas intenta utilizar un trípode, o al menos dejar la cámara sobre una mesa o un soporte que garantice que la cámara no se moverá una vez tengas el enfoque tomado.

Si esto te parece exageración haz una prueba la próxima vez que dispares con un objetivo de apertura grande. Toma el enfoque primero, a continuación muévete con el torso ligeramente hacia adelante o hacia atrás y verás la foto desenfocada que terminarás obteniendo. Es lo que tiene utilizar este tipo de aperturas, los resultados y el enfoque son espectaculares, pero el enfoque se vuelve muy afilado y requiere de una precisión constante desde el momento del encuadre hasta que se dispara la foto. Esto sólo lo puedes conseguir estabilizando el equipo, cámara, objetivo, e incluso a poder ser el sujeto u objeto.

Nada más, espero que el truco de hoy te haya resultado útil. Si todavía no tienes un objetivo de estos, no dejes de echar un vistazo al artículo que te comentaba.

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