Pisapapeles. Así es como se le conoce comúnmente al objetivo que suele incluirse en el «kit» cuando adquieres una cámara. Y eso es lo que me dijo a mí una compañera muy aficionada a la fotografía cuando me asesoró a la hora de comprar la cámara hace ya largos años. «Este objetivo no vale para nada, sólo como pisapapeles». Así mismo, y así pasé unos cuantos años con la necesidad de cambiarlo aunque mi bolsillo no me daba para ello. Hasta que pude dar el primer paso y comprarme el Príncipe de los objetivos.
Mi percepción con el tiempo es que llevaba parte de razón, pero no del todo. Es cierto que no es un gran objetivo, que el 18-55mm que suelen incluir no es una maravilla. Sin embargo, tampoco es una bazofia con la que no puedas ni disparar. La vida no es blanco o negro, hay muchos preciosos grises que vale la pena disfrutar.
Por eso hoy escribo este artículo, porque este objetivo también tiene sus bondades y quiero contártelas. Espero que, al terminar de leerlo, te quedes con la idea de que sí, que puedes hacer fotografía con el «pisapapeles», que el mejor equipo es el que tienes en las manos. Te voy a dar unos trucos para exprimirlo al máximo y que acabes convenciéndote de que tienes una herramienta útil y no un triste «pisapapeles». ¿Te quedas? Me alegro 😉
Ventajas y desventajas
Lo primero que quiero es que conozcas un poco mejor esta herramienta para saber por qué es o no es tan mala como la pintan.
Lo peor de estos objetivos es que es cierto que no son de gran calidad, su óptica no suele ser la mejor del mercado, que puede presentar viñeteos y aberraciones, que su constitución suele ser frágil por el plástico y, sobre todo, donde yo veo el mayor problema, son poco luminosos.
Ahora bien, lo bueno es que, cuando estás empezando, ni el viñeteo ni las aberraciones cromáticas han de ser un gran problema, para los más exigentes, avanzados o profesionales, lo será, pero para alguien que está aprendiendo la relación entre velocidad, apertura e ISO, que aún no tiene claro qué es distancia focal o que el balance de blancos le suena a chino o vagamente, este el último de sus problemas. Por otro lado, aunque la óptica no sea la mejor, es muy versátil. Mi objetivo 50 mm 1.8 es mucho mejor, sí, pero también me limita mucho más. Cuando hablo de versátil me refiero a que puedes hacer zoom y disparar a distintas distancias focales. Además, abarca un ángulo considerable.
Sabiendo lo anterior, te dejo algunos trucos y consejos para que tu «pisapapeles» se convierta en un buen amigo.
1. Cuidado extra ante polvo y golpes
Voy a comenzar por el tema de los cuidados porque es importante que este objetivo te dure. Como he comentado al principio, lo último que queremos es que acabe en la papelera, ¿verdad? Bien, por la fragilidad que te adelantaba antes, este objetivo requiere un poco más de mimo a la hora de evitarle golpes o de trabajar en lugares con mucho polvo. Si tienes en cuenta estas precauciones, te durará más y podrás aplicar durante más tiempo el resto de consejos. Aquí algunas recomendaciones generales para proteger tu equipo.
2. Encuentra el punto dulce
Todo objetivo tiene su llamado punto dulce que es donde mayor nitidez ofrece. Normalmente suele estar dos pasos por encima de su máxima apertura. Utiliza esa apertura siempre que te encaje para una mejor calidad de imagen.
3. Aprovecha las horas de luz
Una de los inconvenientes que tiene este objetivo es la falta de luminosidad, es decir, su apertura limitada no permite que entre tanta luz como en otros objetivos y eso frustra porque muchas veces las fotos resultan subexpuestas. Con esta lente lo mejor es aprovechar los momentos del día en los que hay luz y disparar más en exteriores.
También puedes aprovechar la luz en otro sentido, si descubres su magia, cómo puede ser protagonista o coprotagonista de la imagen, cómo puede cambiar el mensaje en función del tipo de luz o cómo emocionar a través de ella, dará igual con qué objetivo o con qué cámara dispares. La magia de la luz supera cualquier limitación física.
Esta imagen está tomada con un 18-55 de Canon.
4. Optimiza el desenfoque
La apertura está directamente relacionada con el desenfoque, es por ello que estos objetivos limitan mucho en este aspecto. Quieres un retrato con el fondo desenfocado para darle mayor protagonismo y no lo consigues. Hay dos trucos para mejorar esto: el primero, aleja a tu sujeto (o motivo) del fondo, verás cómo el desenfoque es mayor; el segundo, aléjate tú, cuanto más lejos estés de tu protagonista más desenfoque lograrás. Haz la prueba 😉
También puedes tirar luego de un poco de ayuda de posproducción y aumentar el desenfoque (pero eso ya te lo contamos en el punto 8 😉 ).
5. Utiliza un trípode
Colocar la cámara en un trípode te ofrece la posibilidad de tener más tiempo el obturador abierto y lograr así una mayor entrada de luz. Esto también compensará la deficiencia de luminosidad y te abrirá las puertas a la larga exposición, todo un mundo mágico que tienes que descubrir.
6. Anillos de inversión
Si quieres un poco más de juego, tienes la opción de utilizar un anillo de inversión, un recurso baratísimo que te permitirá coquetear con el macro sin tener que cambiar de objetivo, que sí, que los resultados no serán los mismo que con un objetivo específico macro pero para aprender, investigar y saber si quieres encontrar tu sitio en este apartado de la fotografía te sirve. Una vez que sepas qué es lo que te va podrás dar pasos seguros y no palos de ciego 😉
7. Filtros
¿Sabes todo lo que puedes lograr con el uso de filtros? Vale que te tienes que rascar un poco el bolsillo pero nunca llegará a los extremos de nuevo objetivo y le darán mucha vidilla al que ya tienes. Aprovecha la focal que tienes para los paisajes y «píntalos» con uno (o varios) de estos filtros.
8. Sin miedo a editar
Si bien solemos animarte a que logres la foto desde la cámara, eso no implica que debas olvidarte por completo de la edición. Lo importante es que logres lo máximo con la cámara y que los retoques sean los mínimos, pero no olvides que los programas de edición pueden ayudarte a mejorar luces, sombras, nitidez, etcétera.
9. Cuida los fondos
El hecho de no poder desenfocar con una buena apertura tiene un problema añadido. No es sólo que no puedas lograr ese bonito efecto, sino que tendrás que cuidar más los fondos y el entorno. Cuando se dispara es fácil concentrarse en el protagonista y olvidarse del resto. A nuestro cerebro se le da muy bien esto de focalizar la atención en un punto y hay cosas que no vemos, pero la cámara sí las capta.
Y, luego, cuando ves la imagen en el ordenador te puedes encontrar de todo en el fondo. Ya no uno que distraiga con formas o colores chillones, que también, sino una bombona de butano, una bolsa de basura, una caja de cartón, o la dentadura postiza del abuelo en el vaso de la mesilla 😉 Te reirás ahora que lo lees, pero de verdad que te sorprendería la cantidad de «cosas» que puedes encontrarte en una foto en un segundo plano enfocado. Y te aseguro que no quedan en un segundo plano a la vista. Cuando usas aperturas amplias esto se lleva mejor porque muchos de estos elementos «desaparecen», con este objetivo te toca a ti hacer un poco de limpieza y eliminar todo lo que pueda estorbar.
Resumiendo, elimina distracciones del fondo y procura que éste encaje en la foto como otra pieza del puzle.
10. Emociona y cuenta historias
Si tu imagen emociona o narra una historia que atrape al espectador, las deficiencias de tu objetivo se disiparán. Procura poner toda tu pasión en lo que estás haciendo y lograrás transmitirla, aquí tienes algunos consejos para lograrlo y aquí para contar historias.
11. Cuida la composición
El truco estrella. Da igual que fotografíes con un smartphone, con un objetivo de los más caros o con el pisapapeles, que tengas o no una historia o que logres transmitir una clara emoción, si logras una gran composición, el éxito está asegurado. Si quieres unos cuantos recursos, echa un vistazo a esto.
Me queda un último consejo extra que darte, recuerda siempre que el mejor equipo es el que tienes en tus manos. Mañana puede ser otro, pero hoy será el que te regale tu mejor foto. Sólo tienes que confiar en él y en ti. No lo olvides.
Ahora, dispara. Es la única forma de hacer fotografía 😉 Y, si te ha parecido útil, ante de apretar el disparador te agradecería que lo compartieras. Los objetivos «del kit» del mundo necesitan una dosis extra de cariño 😉 . Gracias y hasta pronto.