¿Qué puedo decirte del retrato? Pues que a mí me encanta, no te voy a engañar. Es algo que me ha ido atrapando casi sin darme cuenta. Como tú, seguramente, he probado casi todo tipo de fotografía y técnica (y si no lo has hecho, lo harás 🙂 ). Me he emocionado (y me sigo emocionando, por suerte) con cada cosa que aprendo, la he puesto en práctica, la he hecho mía y he seguido adelante con ella en la mochila.
Me han vuelto loca los paisajes, la fotografía documental o la fotografía macro. Pero siempre, siempre, acabo volviendo al retrato. Siempre acabo echando de menos ese alguien que me ayude a transmitir mi idea, necesito unos ojos, una silueta, en definitiva, un elemento humano.
Y como sé que estás por aquí porque eres de los míos, porque andas atrapado como yo, continúo con la serie de 100 consejos exprés que comenzamos hace un par de semanas con 100 consejos para fotografiar bebés y niños y te regalo otros 100 consejos exprés, esta vez para ayudarte en tus retratos (sin edad 😉 ). Pero, antes de continuar, y por si este artículo te deja con ganas de más, te recomiendo leer esta mega guía que hemos preparado sobre fotografía de retrato con todos los trucos y consejos para lograr unos increíbles retratos. Además, encontrarás inspiración y muchísimo más de lo que puedas imaginar.
Ahora sí, sigue leyendo :-).
- Conecta con tu protagonista.
- La empatía es la clave para que la sesión funcione.
- Rompe el hielo: háblale, sonríe, crea un buen ambiente de trabajo donde todos os sintáis a gusto.
- Explícate clara y concisamente.
- La atmósfera es clave para ayudarte a transmitir tu idea (si quieres transmitir tristeza, no puedes utilizar un decorado fosforito y pasarte la sesión contando chistes).
- Si arrancar se te hace difícil, sólo arranca. Es decir, haz algunos disparos de prueba y lánzate a la piscina.
- Empieza practicando con alguien de confianza (y que tenga mucha paciencia 🙂 ).
- Enfoca los ojos, son el alma de una fotografía de retrato, a menos que tengas pensado otro encuadre que justifique que no lo hagas.
- Si están a diferente distancia de la cámara, enfoca siempre al ojo más cercano a la cámara.
- El reflejo en los ojos de tu modelo es clave; los llena de vida y potencia muchísimo la mirada.
- ¿Recuerdas la regla de los tercios? Pues procura que los ojos se sitúen en uno de los puntos fuertes de la imagen.
- Si no estás lo suficientemente cerca porque quieres incluir el contexto, procura que sea tu protagonista el que se sitúe en uno de estos puntos de interés que nos proporciona la regla de los tercios.
- Aplica la ley de la mirada dejando espacio en el encuadre por delante de la misma.
- No olvides romper las reglas de vez en cuando. Ponte a cortar cabezas (fotográficamente hablando 😉 ) si lo crees necesario.
- La direccionalidad de la mirada afecta a lo que expresa el retrato, no lo olvides.
- Una mirada directa a cámara crea conexión con la persona que mira la fotografía.
- La mirada fuera del encuadre crea curiosidad en el espectador y potencia la narrativa.
- Si hay un horizonte en la imagen, recuerda mantenerlo bien recto, por favor.
- No te olvides de encuadrar también en vertical, este formato te permite centrar mejor la atención en tu protagonista y te da muchas oportunidades compositivas.
- El espacio negativo te ayudará a centrar el interés en tu protagonista de forma fácil.
- Ayúdate de las líneas para dirigir la mirada del espectador a través de tu composición…
- Y de los puntos de fuga para transmitir profundidad y ayudarte en tus composiciones.
- Trabaja diferentes planos.
- Los planos más abiertos te permitirán dar más protagonismo al sujeto y su entorno.
- Con los más cerrados podrás centrar la atención en tu modelo.
- Atrévete también con los detalles: manos, ojos, boca… por sí solospueden ser protagonistas de tu imagen.
- Juega con diferentes puntos de vista, no te limites al “normal”. Tienes muchísimos más: picado, contra-picado…
- Experimenta con la orientación de la luz.
- Una luz frontal resalta los detalles del rostro y reduce las texturas.
- La lateral resalta las texturas y aumenta el volumen.
- Una luz cenital crea sombras marcadas bajo ojos, nariz y mentón.
- La nadir o contrapicada crea sombras bastante antinaturales en el rostro.
- Luz trasera para jugar con contraluces, contrastes o siluetas.
- Juega con la luz difusa para transmitir belleza, ternura o delicadeza.
- Si sólo dispones de luz dura, puedes crear luz suave tú mismo con difusores.
- En caso de no tener un difusor, utiliza una simple tela clara delante de la fuente de luz (una cortina delante de una ventana, es un difusor también 😉 ).
- Si estás al aire libre, busca una sombra.
- También puedes aliarte con la luz dura para crear retratos más dramáticos.
- Recuerda que la suavidad o dureza de la luz depende del tamaño de la fuente de luz: más pequeña luz más dura, más grande luz más suave
- Y de la distancia del sujeto a la fuente de luz: más cerca más dura, y más lejos más suave y difusa.
- Experimenta con la clave alta si quieres transmitir alegría, pureza o felicidad.
- Experimenta con la clave baja si quieres transmitir elegancia o misterio.
- Dale una oportunidad al flash. Puede que no sea tu amigo, pero te aseguro que sí lo puede llegar a ser si lo tuyo son los retratos 😉 .
- Apréndete algunos esquemas básicos de iluminación.
- Cuida el fondo.
- Si algo te molesta, quítalo, muévelo o difumínalo (con la profundidad de campo).
- Y si no puedes, muévete o mueve a tu modelo para cambiar la perspectiva.
- Anímate con los retratos en blanco y negro.
- Si lo haces, no te olvides de trabajar en RAW o en color, (contienen mucha más información que el modo monocromo de las cámaras y tendrás mejores resultados).
- Acércate a una ventana si estás en un interior.
- Tómate tu tiempo.
- Piensa antes de disparar.
- Trabaja en modo manual.
- Recuerda revisar los ajustes antes de empezar a fotografiar.
- Mantén la ISO lo más baja posible, tendrás más calidad de imagen.
- Si aún no te sientes cómodo con el modo manual, trabaja con algún modo de prioridad:
- Utiliza la prioridad a la apertura para retratos estáticos (así podrás enfocar o desenfocar a tu antojo para aislar al protagonista o darle contexto a través de la profundidad de campo)
- O en prioridad a la velocidad para escenas en movimiento (así podrás congelarlo o dejarlo fluir)
- No mires constantemente la pantalla para ver los resultados, se pierde la dinámica de la sesión.
- Cuenta una historia, no te limites a plasmar un rostro en un papel, ve más allá de una simple imagen.
- Transmite emoción.
- Nunca te quedes sólo con la primera idea que te vino a la cabeza, deja que fluya tu creatividad.
- Trabaja en RAW si piensas editar tu imagen después de la sesión.
- Cuida todos los detalles como la colocación de las manos, la inclinación de la cabeza y la pose en general.
- Deja espacio a la espontaneidad, las mejores oportunidades no siempre son las planeadas.
- El vestuario de la modelo tiene importancia, dedícale un pensamiento o dos 😉 .
- Recuerda escoger bien los modos de medición.
- Matricial o evaluativa: funciona evaluando todos los tonos de la escena y ofreciéndote una exposición media que intenta ser correcta para todas las luces.
- Puntual: mide la luz en el punto exacto que le indiques sin tener en cuenta la información tonal que rodea a ese punto.
- Ponderada al centro o evaluativa parcial: toma la información de la zona central de la imagen por considerarla la más importante de la escena.
- Apréndete algunas poses de memoria por si te quedas en blanco.
- Si la memoria te falla, prueba a descargarte esta app o una similar: Posing app
- Inspírate constantemente en la red (Pinterest, Instagram, Flickr, etc.), exposiciones, cine, literatura, etcétera.
- Hazte una carpeta inspiracional con las fotos que veas por allí que te gusten, para poder consultarla en momentos de necesidad o por simple placer.
- Analiza los datos Exif de las fotos que te gusten (los valores a los que se ha tomado la imagen) y los tuyos propios.
- Acércate sin miedo; prueba a llenar el encuadre (fill the frame).
- El autorretrato también es un retrato.
- Busca localizaciones interesantes a las que ir cuando quieras hacer una sesión de retrato. Hazles fotos y anota el lugar preciso y la mejor hora para ir.
- Ten los ojos siempre abiertos para encontrar nuevos lugares que te hagan de escenario…
- …Como vías de tren, fábricas abandonadas, paredes interesantes, etcétera
- Trabaja las texturas.
- A contraluz también conseguirás imágenes impactantes.
- No olvides la luz mágica del amanecer.
- Y si no quieres madrugar, no te pierdas los atardeceres.
- No te olvides el parasol.
- No te olvides quitarlo de vez en cuando para jugar con los flares en tus retratos.
- Elige bien la óptica que vas a utilizar: las ópticas recomendadas para retratos suelen ser las de distancia focal media-larga.
- Piensa antes de disparar.
- Que nada le reste protagonismo a tu sujeto principal.
- No olvides que el color es un elemento compositivo más, úsalo en tu favor.
- Sé original.
- Recuerda ajustar el balance de blancos, sobre todo si no estás trabajando en RAW.
- Viste con comodidad ;-).
- Borra todo aquello que no te sirva después o morirás sepultado por discos duros llenos de fotos sin interés ;-).
- Pero nunca lo hagas directamente desde la cámara, primero descárgalas y analízalas tranquilamente en el ordenador.
- Aprende a editar aspectos básicos de tu imagen como el contraste, la exposición, el balance de blancos, la saturación, etcétera para ver cómo modifican la imagen.
- Los elementos cotidianos pueden ser un gran aliado de tu creatividad a la hora de fotografiar retratos.
- Prueba a jugar con los reflejos de un espejo o una superficie reflectante.
- Con las luces y sombras que se cuelan a través de una persiana medio bajada, o a través de una cortina con texturas.
- No te precipites, tómate tu tiempo y sobre todo… paciencia, perseverancia, y mucha práctica, hasta encontrar tu propio estilo.
¿Qué te parecen estos consejos exprés? ¿Ampliarías la lista con alguno más? No olvides compartirlo si te han parecido de utilidad y sobre todo, ¡practícalos! 🙂 Gracias y hasta la próxima.