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Velocidad de Obturación: Cómo Usarla Para Lograr las Imágenes Más Espectaculares

Hoy vamos a hablar en detalle sobre la velocidad de obturación. Hablaremos de qué es, para qué sirve o cómo lograr imágenes impresionantes usando la velocidad de obturación.

Es uno de esos artículos ideales como repaso para los autodidactas y fundamentales para toda persona que quiera aprender fotografía. Es posible que en tus manos cayera una cámara de fotos réflex, o EVIL, y el ansia viva de dejar volar tu creatividad te llevara a lanzarte a hacer fotos con el simple gesto de apretar el botón de disparo, sin leer el manual de instrucciones o sin saber qué significa velocidad de obturación o apertura. Por poner un ejemplo.

Ahora bien, llega un momento en el que quieres pasar del Modo Automático y deseas lograr fotos de verdad, no las que elige tu cámara, sino las que a ti te nacen de tu vena artística. Esas fotografías que ves por ahí que quitan el aliento y que no sabes cómo las han tomado.

¿Tal vez una cámara mejor? ¿Será el objetivo? Para nada, se trata del dominio de la técnica. La creatividad y el arte están bien, pero hay que tener unas nociones mínimas de técnica para explotar al máximo tu vena artística. Por eso, vengo con el tercer vértice del triángulo de la luz.

Si dominas el triángulo de la luz, prácticamente dominas la fotografía. Ya tenemos un artículo que habla en profundidad de ISO, otro muy detallado de la apertura y, aunque lo hemos tratado en muchos artículos, nos faltaba meternos de lleno en la velocidad de obturación y contarte todo lo que necesitas saber para dejar al público con la boca abierta.

Vamos a ello. Acomódate. Tras este artículo habrá un antes y un después en tu fotografías 😉 .

¿Qué es la velocidad de obturación?

La velocidad de obturación o el tiempo de exposición es el tiempo que permanece abierto el obturador para dejar entrar la luz al sensor de la cámara.

Ya sabrás (si no es así, lo estás descubriendo), que la fotografía necesita luz para poder realizarse. Esta es la primera lección fotográfica. Sin luz no hay fotografía. Por eso, toda cámara tiene un mecanismo que se abre y se cierra para dejar entrar la luz al sensor y que se pueda tomar la fotografía. Se llama obturador. Este dispositivo puede ser de distintos tipos, pero esto no nos interesa ahora, puedes saber más en el enlace.

Lo que te interesa saber ahora es que el tiempo durante el cual está abierto el obturador se llama velocidad de obturación o, más correctamente, tiempo de exposición. La velocidad de obturación, que es como se conoce más coloquialmente, implica dos aspectos:

  • Entrada de luz: cuanto más tiempo está abierto el obturador o, dicho de otra forma, cuanto más lenta es la velocidad de obturación, más luz entra al sensor. Y viceversa, menos tiempo, menos luz.
  • Captura de movimiento: durante ese tiempo, no solo entra más o menos luz, sino que el sensor registra todo lo que está pasando por delante de la cámara. Si algo se mueve durante los, por ejemplo, 2 segundos que está abierto, captará ese movimiento. Y si es una velocidad muy rápida, por ejemplo 1/4000s, lo congelará. Grabará sólo ese instante detenido.

Veámoslo mejor con un gráfico. Los números debajo de la flecha representan los segundos o fracciones de segundo que es como se mide la velocidad de obturación.

gráfico explicativo velocidad de obturación

Para muestra, un botón 😉

Ahora veamos dos ejemplos de fotografías, una de velocidad de obturación más lenta (captura el movimiento) y otra de velocidad de obturación rápida (que congela el movimiento). Por algo dicen que una imagen vale más que mil palabras, ¿verdad?

En esta primera imagen vemos una fotografía tomada con una velocidad de obturación de 4 s. Es decir, el obturador ha estado abierto durante 4 segundos y todo lo que se movía en ese tiempo, el músico y el violín, aparecen movidos en la fotografía. Se trata de una obturación lenta. Ahora bien, el micrófono y la persiana de fondo están nítidos porque se ha utilizado un trípode. Si no se hubiera utilizado este para estabilizar la cámara todo estaría movido. Como ves, velocidades de obturación lentas pueden dar lugar a fotos movidas que no sirven o bien se pueden utilizar para lograr un efecto creativo, como en este caso.

músico violín en movimiento velocidad de obturación lenta
Imagen tomada a una velocidad de obturación de 4s.

Ahora veamos el otro extremo, una velocidad de obturación muy muy rápida (lo más rápido que pueden disparar muchas cámaras). Se trata de 1/4000s. Es una forma de congelar el movimiento, de capturar lo que a simple vista no somos capaces de ver de lo rápido que sucede a nuestros ojos. Por suerte, la tecnología nos permite disfrutar de imágenes como esta y, lo mejor de todo, poder capturarlas. No, no necesitas la mejor cámara del mundo, mi vieja y sencilla Canon 450D puede disparar a esa velocidad ;).

salpicadura café con velocidad de obturación rápida
Imagen tomada a 1/4000s.

A continuación, veamos una secuencia de un molino de papel en movimiento capturado con distintas velocidades de obturación. De este modo podrás ver la diferencia con un mismo objeto en movimiento. En todos los casos se movía a la misma velocidad, la diferencia es la velocidad de obturación con que se ha fotografiado. Mientras que en la primera imagen apenas se pueden percibir los lunares en la última parece que está estático.

distintas velocidades de obturación

¿A que lo vas entendiendo? Pues sigamos para que puedas descubrir todos los secretos de la velocidad de obturación y que, cuando acabes de leer esto, tengas la posibilidad de salir a practicarlo y a disfrutar de lo que más te gusta: la fotografía.

Velocidad de obturación y pasos

¿Pasos de baile, pasos en la noche o pasos de qué? Te estarás preguntando ahora que de qué estoy hablando. Bien, de algo que igual sabes pero que no sabes que lo sabes ;).

Hemos dicho que la velocidad de obturación se mide en segundos. Cuando saltamos de una fracción de segundo a otra se llama paso.

Es decir, imagina que estás fotografiando a 1/125s pero la pata de tu gato ha salido movida porque está jugando con un ovillo de lana, decides utilizar una velocidad de obturación algo más rápida, 1/250s, por ejemplo. Bien, has bajado un paso. Eso es un paso.

El salto entre un valor y otro.

Subimos un paso cuando la velocidad es más lenta (entra más luz) y bajamos un paso cuando utilizamos una velocidad más rápida (menos luz).

Ocurre igual que con la apertura. Veámoslo con un gráfico:

gráfico velocidad de obturación y pasos

Algunas cámaras trabajan también con medios pasos o con tercios de paso. Siguiendo con este mismo ejemplo, querría decir que:

  • Medio paso. En las cámaras de medio paso encontrarás entre los valores 1/125s y 1/250s, otro valor: 1/180s. A continuación, te dejo con la escala de medio paso. En oscuro los pasos, en clarito los medios pasos.
Escala de medio paso de velocidad de obturación
  • Tercio de paso. En las cámaras que también ofrecen tercios de paso puedes encontrar entre 1/125s y 1/250s, dos valores, que son 1/160s y 1/200s. Te traigo también una escala de un tercio de paso, para que lo veas bien claro. En oscuro los pasos, en clarito los tercios de paso.
tercio de paso de velocidad de obturación

Esto, lo que permite es una mayor flexibilidad porque, a veces, no necesitas saltar un paso entero. Los pasos los tienes explicados aquí, por si quieres ampliar la información. Ten en cuenta que también es aplicable a la apertura y a la sensibilidad ISO.

Cómo controlar la velocidad de obturación

Cuando trabajas en Modo Automático, no tienes opción a modificarla. La cámara evalúa la escena y decide lo que hacer, te guste o no el resultado. Por eso no somos muy amigos de este modo salvo para contadísimas ocasiones.

Por suerte, y necesariamente para la fotografía, las cámaras réflex, las EVIL y otras cámaras cuentan con otros modos de disparo que permiten modificar los parámetros deseados, como la velocidad de obturación, que es el que nos interesa hoy.

Bien, veamos los modos que te permiten decidir la velocidad de obturación:

  • Manual (M): tú decides todos los parámetros, velocidad, apertura, ISO, etc.
  • Prioridad a la Velocidad (S o Tv): es otra forma de trabajar la velocidad de obturación pero asegurándote una exposición correcta cuando no tengas tiempo de estar ajustando o cuando estés aprendiendo. La cámara, una vez que tú decides qué velocidad de obturación deseas, determinará la apertura para una correcta exposición.
  • Bulb: tú decides cuándo se abre y cuándo se cierra el obturador apretando el botón en el instante que desees, permite exposiciones muy largas.

Si has leído hasta aquí con atención, ya sabes que a velocidades más rápidas, menos luz y se congela el movimiento; y, viceversa, a velocidades más lentas, más luz y se captura el movimiento. Ahora toca aprender a controlar cuándo usar velocidades más lentas o más rápidas.

Cuándo usar velocidades lentas o rápidas

Aunque no existen recetas mágicas o fórmulas infalibles, pues todo dependerá de la escena, de tu pulso, de la distancia focal, etc., normalmente, por encima de 1/60s, es decir, con velocidades como esta o más rápidas, puedes obtener sujetos y escenas nítidas.

Ahora bien, conforme se mueva de rápido el sujeto, tendrás que usar velocidades de obturación mucho más rápidas. No será lo mismo que intentes capturar una salpicadura, que a tu sobrino jugando a hacer torres.

Si lo que quieres es transmitir ese movimiento, entonces tendrás que utilizar velocidades más lentas, que pueden llegar en algunas cámaras a los 30s, o pasar al Modo Bulb, que si tu cámara lo tiene, como te he mencionado arriba, te permite abrir y cerrar el obturador cuando tú decidas. Muy útil, por ejemplo, en fotografía nocturna.

Ahora bien, recuerda que cuando fotografíes en Modo Manual (guía completa para dominar el Modo Manual aquí) tienes que encontrar un equilibrio entre Velocidad, ISO y apertura.

Digamos que si modificas la velocidad de obturación, tendrás que compensar con uno de los otros dos parámetros. Es decir, tomas una fotografía y está correcta en cuanto a exposición. Ahora decides bajar un paso o dos porque te ha salido un poco movida; consecuencia: menos tiempo, menos luz. Tendrás que subir un paso (o dos) la apertura o el ISO. Teniendo siempre en cuenta los efectos secundarios de unos y otros.

Si todo esto te parece demasiado, lo mejor es hacer una pausa y practicar. Que no puedes salir fuera con tu cámara, no pasa nada, en casa. ¿No tienes la cámara? Pues recurre a un simulador. No tienes excusa 😉 .

Recuerda que también puedes utilizar el Modo de Prioridad a la Velocidad, que te vendrá muy bien en muchas ocasiones, sobre todo cuando estés aprendiendo. En ese caso, es muy útil observar cómo se comportan el resto de parámetros cuando modificas la velocidad de obturación.

velocidad de obturación y efectos secundarios

Trípode y velocidad de obturación

Le voy a dedicar un breve apartado porque, a partir de ciertas velocidades, si solo quieres que salga movida una parte de la escena y no toda, no te queda más remedio que utilizar un trípode.

Con qué velocidades lo vas a necesitar depende de tu pulso, si tienes un pulso firme o no, o incluso de la distancia focal. Yo, por ejemplo, por debajo de 1/80s sin estabilizar la cámara no logro una foto nítida ni aunque todo esté estático. Tengo el pulso de una abuelilla.

Respecto a la focal, hay un truco o una regla:

1/ distancia focal

Es decir, a mano alzada, si utilizas una focal de 200mm, tienes que disparar al menos a 1/200s o a velocidades más altas para que no haya trepidación. O usar un trípode ;).

Ahora bien, todo esto es orientativo, pues influyen más factores (tamaño de ampliación, objetivo con estabilizador, el factor de recorte, si sujetas bien la cámara o no, etc.). Nombrarlos todos y profundizar sería liarte más.

Lo mejor es que pruebes y encuentres tu fórmula. Un consejo es que amplíes la foto en la pantalla para asegurarte de que está nítida, que a veces en pequeñito no se aprecia bien y luego te llevas el soponcio cuando la ves en el ordenador.

¿Qué fotos puedo tomar modificando la velocidad de obturación?

Ya te he dado muchas pistas, pero es muy probable que aún no seas consciente de todo lo que implica y el mundo de posibilidades que se abre ante ti al aprender a controlar este parámetro.

Veamos qué tipos de fotografía que no pensabas que podías lograr, puedes conseguir controlando la velocidad de obturación, bien con velocidades muy rápidas o con velocidades muy lentas. Aquí tienes algunos ejemplos:

Velocidades rápidas

Velocidades lentas

Para terminar, te voy a dejar algunas fotografías, que nombrarte los temas está bien, pero mejor te dejo una galería de imágenes para que veas lo que puedes conseguir. Lo siento, sí, se trata de ponerte los dientes largos; quiero que te entren unas ganas tremendas de probar eso de la velocidad de obturación 😉  .

Y hasta aquí el artículo de hoy. Espero, de verdad, que te sea de utilidad y que no pierdas tanto tiempo como yo en mis inicios para entender esto a base de ensayo-error.

Si te ha parecido interesante, por favor, compártelo en tu red social favorita, seguro que a alguien más le ayuda a entender este concepto tan básico y tan rico a la vez. Gracias y hasta la próxima.